Según Jason Scherier de Kotaku, la cúpula de Bioware ha mantenido una reunión con los trabajadores, para tratar los problemas que sufre el estudio.
Más historias en la categoría Noticias
- Prepárate, Clair Obscur: Expedition 33 tendrá un nuevo tráiler en unos días
- Goat Simulator Remastered muestra su primer gameplay y tiene una locura de contenido para Game Pass
- Microsoft lanzará este mes los nuevos auriculares inalámbricos de Xbox
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Aunque parece que en cuanto a ventas la sangre no llegó al río, y el Anthem ha logrado mantenerse hasta ahora dentro del top 50 de lo más jugado al menos en Xbox, no hay duda de que Bioware se encuentra cuestionada interna y externamente. El famoso artículo de Kotaku que destapaba problemas de crunch, dificultades con el motor gráfico, y cierto caos organizativo, digamos que no contribuyó a mejorar las cosas. O quizá sí.
Al parecer el verse con las vergüenzas al aire públicamente, habría llevado a la dirección de Bioware a tomar cartas en el asunto y reunirse recientemente con los trabajadores, para buscar vías de solución a los múltiples problemas de un estudio que encara el soporte de Anthem, combinado con el desarrollo de un nuevo Dragon Age.
División de opiniones entre la plantilla de Bioware
Según cuenta Jason Schreier, autor del artículo de marras y redactor en Kotaku, ha habido un encuentro de la dirección con representantes de los trabajadores, de la que al parecer no todo el mundo ha salido convencido. En dicho meeting no solo se han tratado cuestiones de horarios y calidad de vida, sino otras más operativas y que al parecer estaban causando problemas, como el uso del motor Frostbite, no muy del gusto de los artistas y técnicos del estudio.
Desde Generación Xbox esperamos que existiese o no un encuentro entre dirección y empleados, alguien tome cartas en el asunto si los supuestos casos de crunch han existido. Crear buenos juegos es un trabajo duro y absorvente, pero sin trabajadores descansados y en plenas facultades es imposible sacar adelante nada bueno, e incluso si así lo fuera el bienestar de los artistas y técnicos que crean los juegos que consumimos, merece mayor importancia.