Amantes de lo retro, hoy os traemos el análisis de Towerfall Ascension, un título que no os defraudará y que promete largas horas de diversión, aunque claro está, con amigos cerca.
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Un buen día, alguien decidió que sería una buena idea recuperar el estilo visual pixelado de los juegos de 8 y 16 bits, todo ello, obviamente coronado con unas mecánicas simples, pero a su vez igual de adictivas que los juegos de esa época. Esta tendencia cada vez es más común de encontrar en los juegos indies, y aunque en ocasiones no lo parezca, entre la gran cantidad de juegos similares, siempre hay alguno que destaca con luz propia.
Este es el caso de Towerfall Ascension, un juego de acción arcade en el que tendremos que ir acabando con oleadas de enemigos a base de flechazos al más puro estilo Arrow, ya que Robin Hood era bastante más pacifista que este último.
En este juego no podemos haceros una pequeña introducción de la historia como solemos hacer en otros análisis, y es que o no nos hemos enterado muy bien, o esta brilla por su ausencia, pero lo que sí os podemos decir, es que el concepto del juego es bastante sencillo, y es que tendremos que ir acabando con todos los enemigos que vayan surgiendo para ir avanzando y liberando al mundo del mal que le asola.
Explicado un poco lo que nos vamos a encontrar en Towerfall Ascension, vamos a entrar en materia y a explicaros con detenimiento los pros y los contras que os encontrareis en este título.
Apartado técnico
En este aspecto no hay mucho que contar. El título en cuestión ofrece un apartado visual marcadamente retro. El juego está hecho a base de sprites y píxeles dignos de la época de los 8 bits, y eso desprende un encanto especial al ver como se han diseñado algunos enemigos a la vieja usanza, aunque eso no ha impedido que se metan algunas cosas más modernas, como por ejemplo alguna de las ilustraciones que irán surgiendo a lo largo del juego.
Lo cierto es que en este apartado no tenemos apenas pegas, y es que todo se mueve con mucha fluidez, y los escenarios están muy bien creados, contando cada uno de ellos con su propia personalidad, acabados y efectos como por ejemplo el fuego de las antorchas, el cual alumbra algunas secciones de los niveles cuando la luz brilla por su ausencia.
El diseño de los personajes y de los escenarios están muy logrados si tenemos en cuenta el estilo de juego, y es que en ambas cosas existen muchas variantes. Cada escenario es completamente diferente al anterior, por lo que cada nivel es una experiencia completamente nueva, y con los enemigos ocurre lo mismo, y es que han creado un buen número de personajes que nos pondrán las cosas complicadas en cada nivel.
Una de las pegas más gordas que tiene este juego está en el apartado visual, y es que no han aprovechado en absoluto las pantallas apaisadas modernas, ya que en ambos lados de la imagen no hay nada de nada, lo que significa que en este juego ha primado el pensamiento retro hasta en la hora de pensar en qué pantalla se va a visualizar el juego.
El apartado sonoro no está mal en líneas generales, cuenta con unas composiciones que acompañan muy bien a cada nivel del juego, pero podríamos decir que en cierto modo llegan a ser hasta repetitivas. Los efectos sonoros también están presentes, pero existe muy poca variedad, y eso es precisamente lo que nos ha decepcionado.
Jugabilidad
El título en cuestión nos plantea una premisa muy sencilla. Nos encontramos en un escenario central con diversas plataformas y salientes que conectan un lado con otro (y de abajo arriba) en la que tenemos que superar oleadas de enemigos. Cuando acabemos con todos ellos en las diferentes oleadas que se plantean, acabamos el nivel, y podremos avanzar al siguiente.
Un aspecto muy importante del juego es nuestro arsenal de armas o de habilidades, y es que estas dos cosas juntas nos harán tener éxito en una misión, o fracasar estrepitosamente. Nos explicamos mejor. Nuestro arma siempre será el mismo, un arco con tres flechas, sin embargo, a medida que vamos superando las rondas, caerán una serie de cofres que nos proporcionarán un aumento en la cantidad de flechas que podemos llevar, unas cuantas unidades de flechas explosivas, unas alas que nos permitirán volar o un escudo que nos salvará de un golpe directo de alguno de nuestros enemigos. Vale, no existe mucha variedad, pero os aseguramos que cuando no tenemos nada más que tres flechas, se echan en falta cualquiera de las opciones antes mencionadas, ya que sin ellas es bastante complicado superar algunas rondas, ya que a medida que se va avanzando, los enemigos son mucho más numerosos.
En Towerfall Ascension tenemos dos modos de juego, el multijugador, y el modo Quest. Este último está planteado para uno o dos jugadores, y los enemigos que nos encontraremos serán muy variados, como por ejemplo parcas, fantasmas, bolas viscosas o incluso arqueros muy habilidosos. Para superar con éxito las oleadas tendremos que utilizar el arco y sus respectivas flechas, pero ojo, que nuestras flechas pueden accidentalmente alcanzarnos a nosotros y matarnos.
Puede parecer muy sencillo, pero cuando nos quedamos sin flechas y tenemos que buscar dónde están clavadas, correr, sortear a los enemigos y saltar obstáculos, esa sensación de sencillez queda en un segundo plano, ya que la sensación de frenetismo puro es constante.
Jugar solo no está mal, pero si es cierto que llega a aburrir bastante, ya que todo se limitará a superar los niveles y mejorar nuestros marcadores. Ahí es donde entra el modo multijugador llamado Versus del que dispone, y en el cual cuatro arqueros lidiarán con los enemigos que vayan surgiendo en los diferentes escenarios que se plantean. Lo interesante de este modo es que cuenta con un sinfín de opciones para ajustar. Para empezar, está el propio modo dentro de ese modo, valga la redundancia.
Tenemos el clásico Último hombre en pie, en donde solamente puede sobrevivir uno en cada ronda; Headhunter, en el que gana el que más muertes haya ocasionado, y luego el también clásico Deathmatch por equipos, cuyo único requisito es que estén tres o cuatro jugadores para liarla bien parda. Después, en estos tres casos, tenemos que decidir a mayores cuánto durará la partida, con tres rondas (partida rápida), cinco (estándar), o diez (épica). Y finalmente si queremos aplicar variantes a la partida, donde ahí la cosa ya se desmadra con un montón de características:
- Reglas: autobalanceo, fuego amigo, límite de tiempo o muerte súbita.
- Tesoros: los distintos tipos, tanto buenos como malos.
- Flechas: tanto la cantidad como el tipo, como perforadoras, bomba o zarza.
- Arqueros: las ventajas con las que comenzaremos (como escudo, alas, etc).
- Arena: a oscuras, ralentizada, con lava, etc.
- Powerups: para prohibir cualquier tipo de powerup.
Correr, saltar, esquivar y disparar, eso es Towerfall Ascension - ¡Comparte!
Lamentablemente no es oro todo lo que reluce, y una de las carencias más graves de este juego es precisamente la del cooperativo, ya que no dispone de multijugador online, lo que significa que tendremos que quedar con nuestros amigos en casa para disfrutar al 100% de este título, ya que si esto falla, todo el juego falla.
Duración
En este apartado es muy complicado dar una cifra, y es que realmente no tiene una duración fija, ya que todo dependerá de nuestra habilidad para superar los diferentes niveles del juego. Deciros que nosotros nos hemos quedado atascados en la mitad del mapa y no somos capaces de avanzar, ya que es necesario jugar al modo versus para desbloquear nuevos niveles. No obstante, cuenta con 50 escenarios competitivos y un total de 120 mapas, por lo que corto no es.
Si se os dan bien esta clase de juegos, puede que os atreváis con el modo hardcore, el cual es realmente exigente en lo que a nuestras habilidades se refieren. Y si eso os sabe a poco, siempre os quedará el modo multijugador, el cual no tiene límite de horas.
Conclusión
Si os gustan los juegos de estilo antiguo que os supongan un auténtico reto, Towerfall Ascension es un título que no os defraudará, ya que ofrecerá horas y horas de diversión, eso sí, más os vale tener amigos a los que les guste esta clase de juegos, ya que una de las carencias más importantes para el siglo XXI, es que su multijugador es exclusivamente local.
Otra de las “pegas” que nos encontramos es su precio, ya que 14.99 euros nos parece un poco excesivo para lo que ofrece, no obstante, para eso están las ofertas que Microsoft lanza de cuando en cuando, y es que con un precio algo más bajo sí que es un juego más que recomendable.