Análisis de The Precinct para Xbox: patrullando en el Averno

Ambientación ochentera, guiños al GTA original y un simulador policial que promete mucho.

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Los primeros GTA tienen un lugar muy arraigado en mi corazón, no porque se traten de obras magistrales del mundo de los videojuegos, pero quizás por lo originales que me parecieron en su día y por el momento de mi vida en el que me encontraba al jugarlos. Siempre tuve el deseo de que Rockstar remasterizara esos títulos con un enfoque moderno, pero sabía que era un pedido muy particular que nunca se materializaría.

Sin embargo, hará cosa de un año, en un festival de demos de Steam, me topé con The Precinct, que conservaba esta perspectiva de los primeros Grand Theft Auto y le añadía un giro más de tuerca, ya que en esta ocasión, el jugador estaría del lado de la ley intentando detener el crimen en la muy violenta ciudad de Averno. Y sí, cualquier ciudad que lleve ese nombre está realmente condenada a un camino bastante oscuro…

El título pone a los jugadores en la piel de Nick Cordell que llega de la academia de policía para recorrer las calles de la ciudad con el no tan secreto fin de descubrir qué fue lo que le sucedió a su padre, el antiguo jefe de policía, que fue asesinado en circunstancias muy poco claras por una banda de criminales que azotaba la ciudad y que quedó desarticulada casi de la noche a la mañana.

The Precinct ofrece un amplio abanico de misiones, secretos a descubrir y transmite una sensación de trabajo policial muy bien lograda, ideal para los fans de las series de este estilo y/o de los policiales de los 80, una época que se encuentra excelentemente retratada en la aventura.

Enciende las sirenas y quita el seguro de tu arma, nos vamos a las peligrosísimas calles de Averno a intentar salvar la ciudad, o a hundirnos en su más desesperante oscuridad.

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Apartado técnico

Los juegos de luces y sombras, los cambios en la ciudad entre la noche y el día y la iluminación que presenta el título, sumado a otros factores, transporta al jugador a la década del 80 sin escalas, en un viaje que realmente vale la pena hacer. Los distintos barrios de la ciudad tienen sus marcas características pero todo el diseño habla a las claras de la época en la que se sitúa la historia sin necesidad de que haya nada explícito que lo indique.

El título pone a la mano del jugador distintos vehículos civiles y policiales también de los 80 y algunas décadas anteriores que han sido logrados también con mucho detalle, aunque ciertos modelados, principalmente de las distintas patrullas, a mi entender, no muestran muy bien el daño en los coches, principalmente en los costados del vehículo, el resto del chasis sí muestra distintos puntos afectados por golpes o raspaduras, aunque no balazos, aunque esto último también se entiende por la distancia que existe entre la cámara y los vehículos.

Los sintetizadores están a la orden del día en la banda sonora del juego, algo que realmente me ha encantado para sumar aún más a la excelente ambientación que mencioné un poco más arriba en el análisis. Si tengo que criticar un punto de este aspecto, diría que me hubiese gustado escuchar un repertorio más amplio de canciones, algo que no sucedió y siento que las pistas se repiten mucho tras varias partidas.

Por otro lado, los efectos de sonido están por debajo de la media de calidad de los otros apartados. Las voces de la radio y los diálogos en general están muy bien interpretados, al igual que las sirenas de las patrullas, de distintos tipos y combinaciones y algunos otros elementos más están muy bien, pero es como si en otros casos los encargados de este apartado hubiesen dicho «bueno, ya no tengo más ganas de trabajar, que quede lo que quede» y eso nos dejó con un ruido rarísimo al abrir o cerrar la puerta de la comisaría o con un helicóptero que parece escucharse como si estuviese abajo del agua en pleno vuelo.

La aventura cuenta con localización al español en todo lo que refiere a texto (eso sí, con solo su variante ibérica) lo que hace que los diálogos, instrucciones e historia la puedan seguir todos los hispanoparlantes que habitan este lindo mundo.

Una ambientación increíble que te hace revivir una época - ¡Comparte!

Jugabilidad

The Precinct lleva a los jugadores a vivir los días y las noches de Nick Cordell y su compañero durante los diferentes turnos que en la que la sargento Kowalsky les asignará distintos tipos de tareas en diversos sectores de la ciudad.

Las misiones se generan de manera procedural pero antes de cada turno del juego, el jugador deberá seleccionar un sector de la ciudad con ciertas características. Algunas patrullas serán a pie, otras en auto y otras, incluso, en helicóptero. La resolución de distintos delitos otorgan experiencia para que el jugador ascienda de rango y pueda ir adquiriendo nuevos vehículos para conducir, más equipamiento y mejorar las habilidades con un arbol de ellas que abarca desde lo armamentístico hasta la vitalidad, la resistencia, hasta algunas cualidades del coche patrulla.

Conforme se adquiere experiencia, y se cumplen con ciertos objetivos, el mapa de la ciudad va creciendo y se habilitan otro tipo de misiones: hacer seguimiento en helicóptero y controlar a las unidades en tierra, perseguir coches que exceden los límites de velocidad, detener enfrentamientos entre bandas rivales, patrullar a pie, detener distintos delitos e incluso colocar multas por infracciones de estacionamiento (aunque este punto es realmente el menos entretenido).

Cada partida corresponde a un turno de los oficiales del orden que puede ir de las 6 horas hasta las 8 o las 12, obviamente, cuantas más horas tenga el turno, más posibilidades habrá de adquirir experiencia. Las situaciones delictivas a las que nos enfrentaremos tienen particularidades en la detención, por ejemplo, en el uso letal y no letal de las armas, entiéndase: no se puede vaciar un cargador de M-16 en una persona por tirar un papel en la calle.

Al detener al delincuente o interrogar a un sospechoso, se tiene acceso a una rueda de acciones que permite la averiguación de antecedentes, hacer una requisa de pertenencias y finalmente realizar las acusaciones para multar o detener al malviviente. Los detenidos se pueden transportar a la comisaria para el procesamiento o simplemente solicitar una escolta y olvidarse del tema, aunque la primera opción es la que más experiencia genera. Si estás leyendo esto pensando en lo mucho que te aburrirías con esta parte «burocrática» del juego, te comento que puedes delegar todo esto en tu incansable compañero y olvidarte del tema para enfocarte en la acción.

Más allá de las presentaciones, que son muy recurrentes, el juego destila acción en muchos tiroteos con bandas que ofrecen unas mecánicas extrañas pero muy entretenidas cuando se dominan, que consisten en ver una suerte de puntero láser para guiar los disparos. A su vez será posible (y necesario) cubrirse detrás de objetos para evitar los proyectiles.

Durante la resolución de conflictos/crímenes se podrá recolectar evidencia. Este punto tendrá como fin desbaratar a las dos bandas principales de la ciudad, La Quijada y la Serpiente Carmesí. Estas organizaciones criminales tienen tres escalafones principales que se deben arrestar mediante la recaudación de pruebas que lleva a saber el paradero de estos personajes.

Además de los turnos convencionales ya mencionados el juego incluye algunas misiones secundarias en las que deberemos, por ejemplo, seguir la pista de un asesino serial e incluso infiltrarnos en una grupo de corredores callejeros, donde podremos disfrutar de la velocidad de las calles sin que importe demasiado la ley y el orden. Este último caso muestra la versatilidad del juego, pero queda un tanto descolgado del resto de las mecánicas, tal vez hubiera sido bueno expandir el uso un tanto más.

Otra de las actividades que hay repartidas por la ciudad, ajenas al enfoque principal del juego, son las carreras contra el tiempo en vehículos policiales dentro de ciertos circuitos improvisados o realizar saltos en varias rampas repartidas en muchos puntos del mapa.

Un punto mejorable son los bugs que tiene el título y que espero que muchos se solucionen de salida. Encontré muchos errores, principalmente en el tramo final del juego, por ejemplo, en las últimas carreras de la misión secundaria en donde chocar contra algún objeto mandaba mi coche a la estratosfera o mi personaje era teletransportado a otro lugar del mapa sin razón. En otras ocasiones un vehículo requisado quedaba frenado y sin la posibilidad de descender de él o avanzar, por lo que tuve que volver a iniciar el juego perdiendo todo lo que ya había hecho en ese turno, algo que fue por demás frustrante.

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Duración

Pude terminar la campaña junto a las misiones secundarias en 15 horas, un tiempo más que correcto por la dinámica que presenta el juego dada la repetición que se da en cada una de las partidas después de cierto tiempo. De cualquier forma, el título presenta más coleccionables para obtener, por ejemplo, vehículos especiales y encontrar los objetos robados de un museo que, adicionalmente, requieren de cierta inteligencia para recobrarse y expanden enormemente la cantidad de horas de juego, esto sin mencionar que el título puede continuar una vez terminada la historia.

Lamentablemente el juego no tiene un modo online, tal vez decidan agregarlo en algún punto, pero sería muy divertido colaborar entre jugadores para arrestar delincuentes por un lado, y tener a otro grupo sembrando el caos e intentando escapar en contrapartida.

Conclusión

The Precinct satisfizo todas mis expectativas y cumplió ese deseo que anhelaba desde los días del GTA original, aunque creo que aún tiene algunos elementos para pulir, como los bugs que ya mencioné, y tal vez añadirle algunas mecánicas más para que no se vuelva tan repetitivo después de unas cuantas horas.

Creo que es la propuesta más original que tendremos este año y ya por eso merece que los jugadores la tengan en su radar. En el caso de que te hayan gustado los GTA originales o American Fugitive (para mencionar algo más actual), creo que este juego de Fallen Tree Games es una compra asegurada para este 2025.