Aidan Price nos explica como las diferencias entre las dos máquinas de nueva generación se han acortado a la hora de desarrollar.
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Llevamos más de dos años desde la salida de las dos consolas de nueva generación. Dos años en los que las desarrolladoras han podido mostrar su conocimiento de las dos máquinas que más rivalizan en esta generación. Aludiendo al ciclo natural de vida de todas las consolas, los desarrolladores tardan su tiempo en familiarizarse con el hardware y encontrar diferentes maneras para optimizar el rendimiento.
En una charla con Aidan Price , diseñador de juegos en EastAsiaSoft, la revista Gamingbolt les preguntó sobre su último juego “Lost Sea” y como éste iba tomando forma en consolas.
“Ha estado bien la mayor parte del tiempo. Hacer videojuegos es siempre algo difícil sin importar para qué plataforma desarrolles. En este proyecto usamos Unity, lo cual nos hizo ahorrar tiempo pero al mismo tiempo nos causó algunos problemas aunque en general estamos muy contentos con el resultado. No tenemos ningún problema concreto con ninguna plataforma (cruzamos los dedos).
Xbox One y PS4 son muy similares llegados a este punto. Ambas tienen sus diferencias aquí y allá, pero en general, es mucho más fácil de lo que solía ser y claro, usando un motor gráfico como Unity se simplifica el proceso.”
Está claro que Xbox One y PS4 pertenecen a la misma generación y ambas han visto su rendimiento mejorado gracias entre otras cosas a la experiencia de los programadores, y además, la salida de motores gráficos dedicados facilita mucho las cosas y hace que las diferencias cada vez sean más inapreciables.
En definitiva, aún nos queda mucho por lo que sorprendernos con nuestras Xbox One. Esto no ha hecho más que empezar.