La polémica en torno a la potencia de las consolas de nueva generación parece no preocupar a Microsoft, donde, Boyd Bulterer asegura que la arquitectura de XBOX One es la de una supercomputadora.
El director de desarrollo de XBOX One, Boyd Multerer, ha concedido una entrevista a TotalXBOX, donde ha hablado sobre las capacidades y características de XBOX One, que tanto están dando que hablar. Según Multerer, la consola dista de ser un elemento cerrado y espera que a lo largo de los años, vaya recibiendo las mejoras correspondientes a la planificación inicial del proyecto.
Y es que Multerer ha asegurado que el diseño de XBOX One es “el equivalente efectivo de una supercomputadora”, del que los desarrolladores conseguirán extraer todo el rendimiento con el paso del tiempo. Cierto es, que de primeras, si ambos hardwares han tenido que enfrentarse a los titánicos rendimientos de los PC de última generación, el potencial de XBOX One parece no haberse descubierto en base a las múltiples características que se han enumerado, y que, salvo que la pereza sea protagonista de la evolución de los juegos, podría abarcar una mejoría notable. Este aspecto, es una de las bazas en la que confían tanto Microsoft como Multerer.
La parte más obvia de todo esto es que sabiendo del hardware de que disponen, van a aprender a optimizar la consola. La parte menos evidente, es que concentramos toda nuestra energía en el framerate. Y creo que tenemos una tasa de refresco mejor que la que contamos.
El rendimiento de la CPU es algo que también están priorizando, de momento, parece que no se ha conseguido alcanzar su máximo, algo que ha deparado diferencias técnicas en los juegos y, por consiguiente, una polémica que ha rozado límites absurdos. La consola no tiene cuellos de botella y su potencial está todavía por descubrir, aunque Multerer se muestra convencido de que todos los factores, cuando consigan ser aprovechados, mostrarán un rendimiento optimizado que dará cuenta de la propuesta que inicialmente fue anunciada. Multerer asegura que la GPU es “complicada” y espera que los desarrolladores sean capaces de mejorar, a través de sus desarrollos, esta función, al igual, que con la esRAM.
Las GPUs son realmente unas bestias bastante complicadas esta vez. En la era de Xbox 360, para obtener el máximo rendimiento de la GPU bastaba con ordenar las instrucciones. Ahora, eso es importante, pero no tanto como conseguir que todas las estructuras de datos funcionen adecuadamente para aprovechar el máximo ancho de banda de los buffers. Tiene el diseño de un superordenador pero habrá que esperar para ver bastantes mejoras.
XBOX One es un hardware que todavía puede dar mucho de sí, si bien, elementos como la CPU o la GPU parecen estar todavía inexplorados, otros elementos, que parecen vitales, se encuentran en una fase desconocida, como es el uso de la esRAM o el potencial del Cloud Computing en sus diferentes usos. El tiempo dará o quitará la razón al planteamiento que Multerer propuso para XBOX One, donde, los juegos exclusivos serán los que den cuenta de cuál es el potencial real de XBOX One.