En aquel periodo de las salas recreativas con máquinas a cinco duros, los juegos de lucha coparon un gran éxito, prodigando títulos de todo tipo, hasta la llegada de la revolución 3D. En esta, el género de lucha tuvo un invitado especial, de la mano de SEGA, desvelaron el nuevo estilo con Virtua Figther.
El género de lucha tuvo una primera revolución con Street Fighter II, no obstante, es uno de los juegos más recordados de todos los tiempos, y a este, le siguieron un sinfín de títulos del mismo corte, donde podemos mencionar juegos como Mortal Kombat, Samurai Shodown, King of Fighters, que coparon muchas horas de juego y dinero de los bolsillos de los usuarios que se dejaban la paga semanal en las salas recreativas. Pero en 1993, SEGA y AM2 revolucionaron el mundo de las recreativas con varias apuestas aprovechando el nuevo potencial que los nuevos hardwares permitieron explotar, un potencial que trajo consigo los gráficos en tres dimensiones y con ello, juegos como Virtua Fighter, que llevaron al género en una nueva dirección.
No obstante, Virtua Fighter fue el primero que supo explotar esta virtud y aprovecharse del tirón para conquistar a un mercado que vería posteriormente la evolución del género con nuevos representantes, sagas, que bien merecen ser consideradas para futuros artículos, como Tekken o Soul Calibur. Fue a consecuencia de Virtua Fighter que se diesen dos lineas de desarrollo para explotar los juegos de lucha, en la que, por un lado, las complicadas combinaciones de dirección y botones daban combos espectaculares y una acción muy rápida en los juegos de lucha bidimensionales, que se contrastaban con la mayor táctica, paciencia y menor complejidad de movimientos de los juegos de lucha en 3D. Virtua Fighter fue uno de esos experimentos que salió bien, fue un título que supo aprovechar una novedad tecnológica que otras sagas no consiguieron conquistar.
La entrada de las 3D fue una revolución, pero tenía mucha ciencia en este aspecto. Si bien, Virtua Fighter consiguió consagrarse, la fama no permitió a Street Fighter apostar por esta tecnología, pese a intentarlo, así como casi todos los juegos de lucha procedentes del 2D, sucumbían sin excepción al salto dimensional. La gran diferencia de estilos no dejaba lugar a conquistar las 3D a los juegos que habían basado su éxito en la fugacidad, complejidad y espectacularidad de gameplay, que se perdían por completo cuando daban este salto. ¿Qué hicieron en SEGA y AM2 para conseguir consagrar el género de lucha en las 3D? Una mecánica de juego parece ser la clave para este éxito.
Como hemos citado, la rapidez de las acciones, así como la complejidad de los combos y ataques de los juegos de lucha clásicos, no parecían encajar en la más pausada acción de las tres dimensiones. Un escenario que se abría en tres dimensiones daba una movilidad mayor a los luchadores, una movilidad que parecía conflictiva con la rapidez y la ejecución de comandos, pero desde SEGA, con Virtua Fighter, aplicaron nuevas directrices en este apartado, y centraron su juego en una experiencia sin poderes especiales, solo con el poder de los golpes y con las artes marciales. De hecho, parte de esta esencia, se veía claramente representada por la elección del principal personaje protagonista de Virtua Fighter, Akira Yuki, un luchador que hacía uso de las técnicas de Bājíquán, un arte marcial chino que despliega golpes explosivos a corta distancia.
Puede que el realismo de Virtua Fighter fuese la fórmula que consagrase a este juego y diese una nueva dirección a los juegos de lucha, de hecho, los juegos bidimensionales sufrieron mucho por la llegada de esta original y espectacular iniciativa que surgió con SEGA pero que no tardó en tener nuevos representantes, como los citados anteriormente, que además, consiguieron consagrarse como sagas con mayor éxito que el promotor de este nuevo estilo. Las 3D eran la revolución en aquellos años, y salvo los fieles a los juegos de SNK, juegos como Street Fighter entraron en una crisis de la que apenas han salido con el paso del tiempo, salvo por reediciones de aquel mítico Street Fighter II y todas sus expansiones con mayor número de personajes.
Con esto, Virtua Fighter tuvo el acierto de apostar por lo sencillo para acuñar su éxito, con tan solo tres botones de acción, uno de puñetazo, otro de patada y otro de bloqueo, consiguió convencer con sus combates que enfrentaba a luchadores procedentes de todo el mundo y que hacían uso de diferentes técnicas de lucha, todas ellas, reales. Este factor realista pudo ser lo que concedió personalidad al juego, ya que el resto de aspectos son comunes en prácticamente todos los juegos que se habían realizado hasta la fecha en este género. Pero la diferencia era reconocer claramente los diferentes estilos de lucha, desde el Kung Fu, en varias modalidades, judo, lucha libre, kárate, Muay Thai, Aikido… en personajes que presentaban una personalidad y carismas muy propios, como eran el caso del protagonista citado, así como Wolf, Lau Chan o Eileen.
El origen de la lucha tridimensional, esta personificado por Virtua Fighter, y aunque actualmente parezca basto y burdo en su construcción, en aquellos años este salto supuso toda una revolución. De hecho, esta potencia gráfica que surgía en las recreativas, parecía imposible ser llevada al ámbito doméstico, pero fue Virtua Fighter, junto a otras propuestas que llegaron de la mano de SEGA a los salones recreativos en aquellos años, los que fueron abanderados de la llegada de la potencia a las casas, gracias a SEGA Saturn. Cuando las consolas eran de 16 bits y con cartuchos, SEGA puso toda la carne en el asador y atrajo toda la atención al lanzar esta consola, que supuso algo más que un salto generacional, supuso una revolución que vino, en parte, por el éxito de Virtua Fighter en las recreativas, siendo el principal reclamo del lanzamiento de este hardware.
Aunque Virtua Fighter fuese empleado también para intentar revolucionar SEGA Megadrive, con MegaCD y Mega32x, su consagración fuera de los salones recreativos llegaría con SEGA Saturn. Virtua Fighter fue una referencia absoluta para la evolución de los juegos, sobre todo en su género, gracias a SEGA y AM2. Una apuesta en firme que permitía vivir combates realmente espectaculares, por lo espectacular que suponía en aquellos años ese salto cualitativo de los gráficos, pero también, porque el concepto había evolucionado hacia un estilo más madurado, más puro, más realista. Virtua Fighter apostaba por algo directo, sin requerir de conocimientos ni habilidades propias, era un ejercicio de coordinación, meditación y paciencia, aspectos que, resultaba igual de complejo que manejar con soltura y acierto el mando para las apuestas clásicas del género.
Por ello, Virtua Fighter también se recuerda por la dificultad, no era un juego que perdonase los errores, y la percepción de esta dimensión que se añadía daba más de un quebradero de cabeza. El sistema se fue puliendo con el tiempo, viendo la luz Virtua Fighter Remix, que sin llegar a evolucionar lo suficiente para ser una nueva entrega, daba una experiencia más precisa. Obviamente, con la llegada de la competencia en el territorio del hardware, también llegaron competidores en el género, como los mencionados Tekken y Soul Calibur, que de la mano de Sony, presentaron su candidatura y dominio en un mercado en el que SEGA estaba perdiendo terreno y con el, Virtua Fighter. Aunque posteriormente se hayan visto 4 entregas de esta licencia, la última Virtua Fighter 5 en la anterior generación, nunca se ha visto capaz de igualar el éxito y los registros de Tekken y Soul Calibur, siendo estos, los actuales dueños honoríficos de un género que parece, estar sufriendo muchos cambios en los últimos años.
Pese a todo lo que ha llovido desde que Virtua Fighter revolucionase el panorama de la lucha virtual, se han sucedido innumerables entregas de un gran número de licencias basadas en el género de lucha, el primero, el original, Virtua Fighter, será siempre recordado por lo que supuso. Fue quien estableció un antes y un después y marcó los límites de las licencias para abordar una u otra dirección a la hora de plantear el género. Gracias a ella el género evolucionó y tomo varias direcciones, gracias a su apuesta hemos visto grandes sagas que la imitaron, que evolucionaron por ella, pero en todo caso, fueron horas de diversión dando mamporros en una u otra dirección, tanto en dos como en tres dimensiones.