Si como yo lleváis mucho en esto de los videojuegos sabrás que cada vez es más difícil que lleguen ideas frescas al mercado. Incluso dentro de las mismas IP es complicado en ocasiones que haya innovación suficiente como para justificar hacerse con una nueva entrega, por lo que cada vez que llega al mercado algo diferente siempre merece la pena echarle un ojo.
Justo en este punto entra Re:Legend, el nuevo videojuego desarrollado por Magnus Games Studio bajo el sello de 505 Games. Es cierto que este Re:Legend no inventa la rueda en lo que a mecánicas se refiere pero si que hace algo que no habíamos podido ver hasta la fecha: mezcla con bastante soltura géneros para obtener una fórmula de lo más divertida.
Pese a que el juego llegará para Xbox One he tenido la oportunidad de probarlo durante varios días en su versión de PC a través de Steam, y justo aquí tienes mis impresiones de este divertido RPG.
Impresiones de Re:Legend en PC
Como he dicho antes, Re:Legend no presenta algo nuevo que no se haya hecho hasta la fecha. Lo poco que he podido ver de su historia de hecho es posiblemente uno de los mayores clichés de los videojuegos ya que nos presenta un personaje que despierta con amnesia en una playa. Antes de esto tendremos la posibilidad de crear al protagonista del juego a nuestro antojo gracias a un creador que, aunque es un tanto limitado, funciona muy bien si tenemos en cuenta la estética que tiene el juego.
Esta estética, que recuerda un poco a juegos como Animal Crosing pero con un toque más cartoon, tiene un nivel de calidad bueno, especialmente a lo que escenarios se refiere. Tanto la ciudad a la que tenemos acceso como todos los interiores y las zonas a explorar ofrecen detalles muy simpáticos, además de mantener el tipo tanto de día como de noche. Quizás el mayor pero en este sentido se lo tenemos que poner a los personajes, a los que quizás les falta algo de trabajo aun.
Obviando el apartado técnico (que quizás es lo más irrelevante), el verdadero punto fuerte de Re:Legend lo vamos a encontrar a lo poco que el juego nos deje libertad. Tras algunas horas guiadas en la que aprenderemos lo básico, el juego nos libera y nos permite ver todo lo que podemos hacer, y creedme, no es poco. En lo que más tiempo gastaremos como en cualquier RPG de este tipo es en la exploración y en el combate. Nuestro personaje contará con una barra de energía que se irá gastando a medida que vayamos haciendo acciones como combatir, correr, cortar árboles para obtener madera o minar.
Esta resistencia irá aumentando a medida que vayamos ganando experiencia, pero en los primeros compases del juego puede hacerse un poco pesado porque se agota rápido, y eso hará que nos desmayemos. El combate en si es bastante sencillo mecánicamente hablando ya que contaremos con un botón para realizar ataques físicos y dos más para las habilidades que nos equipemos. Donde es un poco más complejo (aunque no mucho más) es a la hora de elegir nuestro sistema de combate. Para ello lo único que deberemos hacer será equiparnos el arma en cuestión que queramos de las 5 disponibles, como espadas dobles o una vara de hechicero, y eso hará que vayamos especializándonos en esa arma, aunque con la posibilidad de cambiar cuando queramos.
La otra pieza clave de la jugabilidad son los Magnus, unas criaturas que podremos amaestrar para que nos acompañen a todas partes. Para conseguirlas deberemos domarlas, algo que se realiza dándoles de comer su comida favorita y ganando confianza con ellos. Una vez lo consigamos pasarán a formar parte de nuestro grupo, pudiendo llevar dos a la vez. Aunque en combate los Magnus actuarán controlados por la IA el juego nos permite usarlos de montura, en cuyo caso seremos nosotros los que lo controlemos. Todo lo relacionado con los Magnus lo podremos hacer en una especie de cueva-criadero, donde además de interactuar con ellos también tendremos otras opciones para mejorarlos. Ahora mismo el sistema es un poco básico, pero si dan al jugador la posibilidad de criarlos apareando diferentes criaturas entre sí puede dar lugar a un sistema de lo más adictivo.
Dejando a un lado todo lo relacionado con la exploración me queda hablaros de todo lo que podemos hacer en la ciudad. Aquí en este punto lo más fácil para explicaros en que consiste es decir que se trata de un sistema Stardew Valley pero muy simplificado. Podremos tener una granja por ejemplo, o incluso cocinar distintas recetas y forjar nuestro propio equipo. El problema aquí es que todo es demasiado básico, como si el juego quisiera ofrecernos un sin fin de posibilidades pero sin demasiada profundidad. Nada funciona mal, por supuesto, pero quizás el jugador (o jugadores, recordemos que el juego puede ser disfrutado con amigos) pueden aburrirse pronto si el juego no se actualiza con más posibilidades. Lo mejor que me he encontrado en cuanto a esto es la posibilidad de pescar (el minijuego más divertido) y criar los peces para hacerlos competir en carreras. Todo un puntazo.
Conclusiones tras probar Re:Legend
Re:Legend empieza lento, quizás demasiado. Es lógico también, el juego ofrece muchas posibilidades al jugador y de alguna manera tiene que introducírselas para que no se sienta abrumado. Pero, una vez ya el juego nos permite hacer lo que nos de la gana, lo cierto es que es un RPG de lo más divertido. Ya sea solo o jugando con amigos tenemos la posibilidad de ir haciendo misiones y quest, o bien construir un completo huerto a la vez que estamos crafteandonos la armadura que queríamos.
Obviando el apartado gráfico que como he dicho antes es correcto y funciona bien, el principal problema que le puedo encontrar al juego es que quizás el estudio ha tenido que sacrificar profundidad jugable para añadir más mecánicas. En el tiempo que le he dedicado al juego para realizar este avance no he sentido que el juego fuera aburrido para nada, pero quizás un jugador que le invierta más horas puede llegar a acusarlo tarde o temprano. Sin embargo, estoy seguro que el juego se irá haciendo cada vez más grande y profundo a medida que se actualice, por lo que sin duda os lo recomiendo.
