El temor de que determinadas licencias busquen reinventarse como secuelas, precuelas o historias paralelas puede resultar un error por la sobreexplotación de los conceptos, porque en muchas ocasiones no hay más aventuras que sacar de una licencia, pero el continuismo de estas historias parece asegurar ventas por el éxito de la misma. ¿No sería mejor reiniciar antiguas experiencias?
El recurso del reboot es algo que ha servido bien en el cine y puede tener un efecto similar en los videojuegos. En el cine estamos viendo ediciones renovadas de películas clásicas, siendo las más llamativas las que afectan a los superheroes, caso de Superman o Batman, pero que se ha atribuido a muchas otras películas en versiones renovadas de conceptos clásicos (Bullit, Italian Job, Carrie…) y reinventarlas con la vuelta a los origenes de personajes de terror (Chuckie, Jason, Freddy...). Es compatible con seguir lanzando películas, nuevas ideas originales, ¿cual es mejor? Se puede reinventar un clásico y no dejaría de ser una película nueva.
Es algo que también se está dando en el mundo de los videojuegos, la nueva generación parece abrir las puertas a esta opción, juegos de hace muchos años parecen revivir buscando el recurso de la readaptación a las nuevas tecnologías de conceptos prematuros que no pudieron ser aprovechados debidamente. Muchos juegos no pudieron adaptarse por los límites del hardware del momento, otros, por ser conceptos demasiado revolucionarios que no podían ser llevados a cabo. Estamos viendo el resurgir de muchas licencias clásicas, juegos de los 90 adaptados a la actualidad, del mismo modo, juegos que han perdido su esencia parecen intentar recuperar los orígenes que le concedieron el éxito. ¿Cual es la fórmula del éxito o del fracaso?
El regreso de juegos como Contra, Jagged Alliance, Flashback o Rise of the Triads, son casos de juegos clásicos que han vuelto a ver la luz, Strider, Killer Instinct o Shadow Warrior, como ejemplos de sagas clásicas que revivirán en la nueva generación desde los antiguos años 90, muchos usuarios potenciales no recuerdan el origen de estos juegos. Pero la fórmula puede funcionar, la innovación puede verse muy implicada y tener una referencia clásica para dar cuenta del contraste que depara un cambio notable entre aquellos orígenes y lo que está por llegar. Esto es un recurso mucho más complicado que las versiones HD que estamos viendo de muchas de las sagas que tuvieron origen en la primera generación de la consola de Sony, el origen de estos nuevos juegos mencionados se remonta más lejos.
En ocasiones, muchos desarrolladores tienen nuevas fórmulas, estamos comprobándolo cada día que pasa con nuevas apuestas para la nueva generación, nuevos modos de explotar la jugabilidad (alternativas de Kinect o segundas pantallas), otros que buscan abordar lo que no era posible antes (mundos persistentes dinámicos), pero fundamentalmente, todos aportan pequeños extras a lo que todos hemos experimentado, ¿son realmente funciones revolucionarias o simplemente son guirnaldas y ribetes para otro collar que lleva el mismo perro? Las previsiones de ventas para los juegos de nueva generación parecen indicar que los juegos que más pueden venderse son adaptaciones de juegos que ya conocemos, aunque no vaya a haber grandes cambios en un principio, los juegos que parecen intentar cosas nuevas están muy a la expectativa y temerosos de que su concepto cuaje.
Un gran nombre no siempre da fuerza, ahí está Diablo III intentando ver la luz en consola, intentando abarcar un mercado con el que se frotaba las manos y que actualmente lleva con pies de plomo porque no puede permitirse ningún error. Grandes juegos de PC parecen dispuestos a aprovechar las similitudes de arquitectura para dar el salto, pero es arriesgado, ya que siempre se ha establecido una notable diferencia entre el gamer de PC y el de consola, pese a ser considerados hardcore gamers. Pero ahí están proyectos como League of Legends o Guild Wars, la llegada del concepto MMO a las consolas, el Free 2 Play y los indie, parecen dispuestos a acaparar el catálogo, pero pese a todo, ¿podrán captar la atención de los usuarios de estas plataformas? Siendo objetivos, ojalá, siendo sinceros… parece que no. Eso si, si no piensan que pueden todo se quedará exactamente igual que en la situación que estamos, así que es mejor creer que deben hacerlo.
Con esto, llegamos al punto que el nombre de la licencia es un factor más que determinante para establecer unas buenas ventas, las sagas se estiran durante episodios aprovechando su nombre y pese a no aportar nada nuevo siguen vendiendo. Cierto es que hay géneros que no pueden aportar grandes revoluciones, otros, se adaptan gráficamente con el paso del tiempo, otros… ni eso. Pero hay juegos que se han quedado estancados en el pasado, no han visto opción para continuar y puede ser su oportunidad, pensando en aportar nuevos aspectos que no pudieron usar o que han descubierto con la interacción de ideas entre desarrollos, dejemos de tener prejuicios, muchas veces eso que se llama “copiar” es un recurso mucho más útil que resignarse a que otros hayan aportado conceptos que uno puede aprovechar. Ahí podemos ver uno de los juegos que reciéntemente ha sido anunciado, Edge of Eternity que aboga por usar un sistema de control clásico en el género jRPG. Gran parte de la evolución de cualquier sector se basa en la imitación, sino apenas hubiésemos bajado del árbol.
Recursos para hacer cosas nuevas hay, pero el peso del nombre puede dar ventas, levantar curiosidad… la Quakecon ha sido buena muestra de ello, contando con licencias clásicas como Unreal o DOOM, los cuales parecen estar en cartera para futuros lanzamientos, incluso RAGE, que aunque reciente parece ya un clásico. Wolfenstein está de vuelta, y vuelve como un reboot, vuelve intentando obviar la evolución paranormal de los fiascos de los últimos años. Pero esto puede dar juegos mucho más amplios, por ejemplo, Metal Gear Solid V, y los rumores de que se podría readaptar el origen de la saga, de la saga de Playstation ya que Snake y Metal Gear vienen de antes.
Siempre es bueno ver nueva sangre en el catálogo, pero ¿cuántas veces se han ido al garete buenas ideas porque no tenían el aval de una licencia conocida? A veces, el propio mercado se comporta como una diosa ramera, pidiendo nuevas IP y rechazándolas para adquirir la misma de siempre y sentirse muy satisfechos, ya que disfrutan más con la quinta, sexta o séptima de una gran licencia que con un título nuevo que, por otro lado, pedirán.
Ahora bien, mirando en el pasado, ¿Que personajes o historias te gustaría ver renovados?
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