Lo nuevo de Bioware ya está aquí. A pocos días de su lanzamiento oficial esta demo parece poner las cosas en su sitio. Anthem huele a vicio extremo.
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Como bien sabéis, este pasado fin de semana se ha celebrado la demo VIP de Anthem, esa demo que más bien ha parecido ser una beta, con graves problemas de conexión e incluso en el propio juego para muchos de sus usuarios. Durante estos 3 días ha sucedido de todo: varios parches, caídas de todos los servidores de EA, explicaciones por parte de Bioware, pero también ha sucedido de todo entre los usuarios y más específicamente de sus emociones ante el evento. De la rabia, el coraje y la frustración de muchos que pagaron su EA Access o reservaron el juego para poder probarlo antes que nadie al entusiasmo más absoluto de descubrir el juegazo que tenía Bioware entre manos.
Por parte de la redacción la hemos vivido de la misma manera, informando de cada paso que veíamos y disfrutando cuando el propio juego se dejaba. Aunque finalmente ha parecido ser abierta precisamente por los problemas de login de muchos usuarios y más gente ha disfrutado de ella, no queremos perder la ocasión de contaros que nos ha parecido a nosotros.
Desde el E3 de 2017 cuando se presentó Anthem en la conferencia de Xbox (realmente tuvo un teaser en el EA Play), hasta hoy, el título realmente no ha dado tanto ruido como el que cabría esperar de un desarrollo de la legendaria Bioware. Las malas opiniones surgidas con el injustamente vilipendiado Mass Effect Andromeda, los recortes en el estudio y la situación actual de Electronic Arts con respecto a sus usuarios han hecho mella. Tampoco ha ayudado un Destiny que ha seguido apartando a muchos jugadores entrega tras entrega y perdiendo gran parte de su público objetivo y cuyas comparaciones con Anthem no les han hecho precisamente un gran favor.
¿Que es Anthem? ¿Eso se come?
Anthem es una especie de Mass Effect mezclado con Destiny y unas gotitas de Titanfall. No encuentro mejor manera de definirlo. El mundo de Anthem es altamente hostil para los humanos que habitan en él, tanto que para salir de su ciudadela llamada Fort Tarsis, construida en lo alto de una montaña y prácticamente inexpugnable, deben usar casi obligatoriamente unos trajes robóticos especiales llamados Alabardas. El protagonista como «librancero» (en inglés Freelancers), son los pilotos de estas increíbles armaduras que otorgan una protección y capacidad ofensivas sobrehumanas, las cuales nos permitirán desarrollar las misiones más peligrosas mientras forjamos nuestra propia leyenda.
Sobre la historia sabemos bien poco, pero parece que nuestro bando se enfrentará a otro similar llamado ‘El Dominio’, el cual se quiere hacer con el poder del Anthem, un artefacto esencial capaz de crear vida. Sin embargo, en la demo hemos podido acceder a un par de curiosas misiones que giran entorno a La Variedad, otro artefacto que produce unos efectos muy inquietantes en aquel que lo toca, como le pasó a Mathías uno de los compañeros de Tarsis. El contenido de la demo era un par de misiones completas, dos zonas para explorar en el mundo libre y un Baluarte, el equivalente de los asaltos de Destiny.
En relación a las Alabardas, hemos de decir que nos quedamos gratamente sorprendidos con el nivel de personalización «gratuita» de las mismas, con una increíble combinación de materiales, colores y niveles que permitirán que cada usuario lleve una totalmente distinta. Es cierto que aquí entran en juego los futuros micropagos, que permitirán acceder a piezas que modificarán profundamente nuestras alabardas pero que por lo que hemos visto merecerán mucho la pena, con diseños que las harán incluso más espectaculares. A diferencia de Destiny y tal y como sucede en The Division, el diseño o la apariencia de nuestra armadura no influirá en el nivel de poder de nuestra Alabarda.
Los elementos que recogemos por el mundo o los materiales recolectados servirán para fabricar versiones potenciadas de los distintos perks, cuya rareza dependerá de lo que usemos. Desde los ‘Poco común’ hasta los ‘Legendarios’, no tendremos que esperar a recogerlos en las misiones si no que de lo que deberemos estar pendientes es de recolectar los materiales necesarios para fabricar el que nosotros queramos, una diferencia bien importante.
Con respecto a las armas, serán comunes a todos los tipos de Alabarda, a excepción de las armas más pesadas, como el cañón automático tipo Gatling o el lanzagranadas, que solamente podrá llevar el Coloso, precisamente por su capacidad de carga. Estas llevarán un indicativo de poder con un nivel determinado y un color que nos indicará la rareza, tal y como hemos comentado antes. Sin embargo, aunque las armas juegan un papel importante, la sensación que nos ha dado la demo es que las habilidades ofensivas de cada una de las Alabardas son más importantes que las propias armas. Ofensivamente hablando es preferible lanzar un cohete dirigido con el Comando (y más rápido) que vaciar un cargador, con lo que se da una importancia fundamental a los ataques propios de cada Alabarda y la elección que hagamos en la Fragua antes de salir a cada nueva expedición.
Las Alabardas son únicas. Elige la tuya
Y por suerte, casi a las 22:00 de la noche de ayer, Bioware nos daba una grata noticia, los VIP podríamos desbloquear los 4 tipos de Alabarda para jugar en la demo, con lo que tuvimos la oportunidad de probarlas todas, aunque principalmente nos manejamos con el Comando y el Coloso. Si estuviéramos en un RPG al uso, el Comando sería un guerrero, el más equilibrado, el Coloso sería el Bárbaro, el grandullón del equipo que aguanta los golpes, Tormenta sería el mago y el Interceptor sería el asesino.
Con estas similitudes os podéis hacer una ligera idea de la importante diferencia entre las Alabardas y lo más importante: Tendremos que adaptarnos a ellas. Os aseguro que después de manejar la Comando pocos se acostumbrarán al pesado manejo del Coloso o al débil ataque a distancia del Interceptor y su baja armadura. Una vez más, las diferencias entre Destiny, The Division y Anthem se hacen extremadamente palpables y grandes cuando introducimos este concepto. Somos un piloto, y podremos elegir cualquiera de las 4 Alabardas para jugar e incluso podremos desbloquear distintas equipaciones de las mismas, como quien tiene un armario y elige la corbata más adecuada para cada evento.
Anthem no encorseta en ninguna opción al jugador más allá del desbloqueo inicial de las mismas, sin embargo si que prima que cada uno sepa donde se mete, ya que una vez salgamos al exterior, no hay vuelta atrás para modificar nuestros perks o nuestra alabarda. Y la experiencia solamente la obtendremos una vez hayamos terminado el evento o vuelto a la base, así que mas vale que vayáis eligiendo la que mejor os queda para vuestra forma de jugar. De repente, después de haber visto muchos gameplay que podrían indicar lo contrario, la Comando parece posicionarse como la mejor opción de todas.
Sobra decir que el gameplay es brutal, adictivo, entretenido y variado. Los enemigos no solamente son numerosos y están muy bien modelados, si no que son más difíciles de lo que estamos acostumbrados. Enfrentarnos en solitario a ellos será una tarea muy complicada y parece que la opción de ir en compañía es casi obligada. El sistema de daños por combos resulta muy efectivo y gratificante (por ejemplo un misil eléctrico que impacte en una zona y luego otro lance una granada causando el combo), lo cual favorece la coordinación entre compañeros.
No os queremos desvelar todo el contenido de la demo para que el próximo fin de semana desde el 1 al 3 de febrero lo probéis vosotros mismos, pero no os podemos dejar con un par de dudas en el aire. Si, Anthem está doblado perfectamente al castellano. Sí, Fort Tarsis está mucho más viva e interesante de lo que esperábamos. Incluso habrá aparte una zona social de reunión, para que ese fragmento en primera persona sea algo más «exclusivo» de cada jugador, manteniendo ese aura de RPG de Bioware de forma constante.
Y bueno, técnicamente es un espectáculo. Aún no sabemos que resoluciones maneja Xbox One X, pero al mismo tiempo que os podemos decir que el juego va muchísimo mejor con respecto a la Alpha que se celebró hace menos de un mes, aunque le falta algo de soltura a la hora de medir los fps. La banda sonora o el tema principal ya lo tengo grabado a fuego en la cabeza y no consigo olvidarla. Lo mismo que los sonidos robóticos tan placenteros que producen las Alabardas. Quizá nos hemos enamorado. Solo el 22 de febrero sabremos si será un amor de verano o uno para toda la vida. De momento, la cosa PINTA MUY BIEN.