También lo llaman el "Hellblade de la monja" y con razón. Un curioso indie que os recomendamos.
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Como jugador, a veces aparece algo tan disruptivo y diferente, que no puedes evitar que te llame poderosamente la atención. Y es que entre la enorme cantidad de títulos que se estrenan casi a diario, Indika, consiguió captar mi mirada con una extraña mezcla entre aventura narrativa, de gráficos de alta calidad y segmentos píxel art, que resultaba perturbadora e incluso aterradora en ocasiones. Y es justo lo que me he encontrado. Y me alegra mucho haberlo hecho.
Sé que Indika no será un juego que traspase esas invisibles barreras que diferencian a un indie del éxito de crítica y público, del olvido más moderado. Pero con mis palabras y el granito de arena que podemos aportar desde aquí, será sin duda para auparlo en ese segmento que podemos definir como “esto lo tienes que probar si o si”.
Empezando por la propia protagonista, Indika, que, efectivamente, es una monja de clausura. Encerrada en un convento situado en una especie de Rusia alternativa que juguetea con el estilo Steampunk y que le sienta genial al título, la trama nos pondrá en su piel para sentir de primera mano la indiferencia y bulling que sufre de manos de las otras monjas, por considerarla diferente a ellas. El problema de Indika va más allá de lo aparente y no tardaremos en darnos en cuenta, pues en ella, habita una extraña voz que le dice cosas.
Tras un suceso bastante bizarro, Indika es la elegida para salir de la clausura y llevar una carta en persona como un encargo de sus superioras. Este viaje marcará un antes y un después para ella, pues en el camino se encontrará con Ilya, un soldado que tras escapar de su cautiverio, como fugitivo, intentará alcanzar la redención visitando un ídolo religioso con propiedades milagrosas. La aventura se convierte en un viaje bizarro, en el que lo religioso se mezcla con lo demoníaco, en el que la aparente inocencia y dulzura de la protagonista choca con esa gutural voz que le incita a lo peligroso, lo prohibido e incluso lo lujurioso. Como si fuera el mismísimo Diablo.
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Apartado técnico
En redes se le ha llegado a llamar “El Hellblade de la monja”, y no es para menos, pues gráficamente el juego tiene una apariencia potente y realista que sirve para hacer que la historia entre mejor. La propia cara de Indika, sus movimientos, el fluir de su sotana, están muy bien conseguidos, no podemos negar que ella es el centro de la aventura en todo momento, pero también sorprende el modelado de algunos enemigos u otros escenarios tremendamente detallados, que atesoran una gran técnica detrás, de iluminación y de la propia manufactura.
He podido leer algunos hilos en foros que hablaban de que el juego usaba IA para alguno de sus assets de arte. Los ejemplos eran muy reducidos a cuadros o libros, aunque la persona que originaba la crítica apoyaba el no comprar el juego por esto. Lo cierto es que por mi parte, ni lo he notado, ni tengo problema en que un equipo tan reducido como el de Odd Meter use la IA para apoyarse en la propia ambientación, pero bueno, esto es una opinión y me sentía obligado a dar el dato.
Si, por un lado, el juego es muy realista, tiene unos fragmentos en los que Indika recuerda su pasado, que básicamente se representan en un formato Pixel Art elegante, preciso y hermoso. Sin ser la panacea de la jugabilidad ni pretenderlo, es la conexión perfecta entre ese extraño mundo de videojuego que a veces resuena con los típicos sonidos y la cruda realidad. No obstante, si os lo estáis preguntando, no temáis, el 80% del juego es con los gráficos normales.
Y sí, debemos de acudir a ese tema de Hellblade por el sonido, esa voz interior de Indika y la suya propia que suena casi como un susurro tímido, se representan muy bien a través de los auriculares y en los fragmentos donde nos movemos entre esos dos mundos, hasta impactante y terrorífico. En parte, Indika sorprende sin duda por su excelente factura técnica. En nuestra versión de PC, que hemos jugado a través Steam con el habitual I7, 16Gb de Ram y la confiable RTX 3060, se mueve de maravilla. De hecho, os aconsejo jugar con mando.
Jugabilidad
En el trailer de lanzamiento, juegan con el tema de la variedad de elementos jugables que tiene Indika, algo que es cierto en parte, pero nada más allá de lo que os hemos explicado. Eminentemente, lo podremos considerar casi como un Walking simulator, muy intenso, que te atrapa en sus simples dinámicas, ya sea con las conversaciones, el misterio o los propios puzzles que se nos plantean para seguir avanzando.
En ocasiones tendremos que jugar con plataformas, mover objetos, o lo más interesante, una dinámica en la que el escenario cambia de forma como podemos recordar en Soul Reaver o en el más reciente The Medium. Aunque en su punto, sigue siendo diferente, pues tendremos “que volver a la realidad” rezando, para acallar nuestra misteriosa voz interior.
Más allá de eso, Indika pone todo su peso en lo original que resulta la historia de la propia Indika, empezando llevando simples cubos de agua como sus anodinas e inútiles tareas dentro del convento, para después descubrir el porqué creen que está loca o es diferente a ellas. Un argumento que tiene una base muy profunda y que se enfrenta de cara a cosas tan delicadas como el maltrato, la violación, el abuso y por supuesto, la muerte.
Duración
Estamos ante una aventura narrativa de una experiencia única. No tiene mucho sentido pasarse más de una vez el juego, pues no hay decisiones, cambios de rumbo o distintos finales. Las 5 horas que aproximadamente me ha durado dependerán en gran medida de si nos atascamos en algún que otro de los puzzles que propone. Por lo general, son sencillos, así que tu partida no debería de diferir mucho de esa duración. Si acaso, diría que seguramente se puede completar en menos tiempo.
Conclusión
Sinceramente, conozco poco sobre la literatura rusa. Podría deciros que tiene elementos de Dostoyevski y que esconde bajo su historia el gran dilema sobre la dicotomía de que todo lo que no sea religioso es directamente el demonio, pero no serían mis palabras. Indika es ante todo un juego. Un juego que se basa en ofrecer una experiencia curiosa, interesante, divertida, disruptiva, bizarra y en ocasiones, muy perturbadora. No es la gran aventura que irrumpirá en la industria, pero es, sin ninguna duda, algo que cualquier amante de una buena experiencia audiovisual no se debería perder.
Un viaje de una simple monja, que te hace preguntarte si es el mundo el que está en contra de los que son diferentes, o los que son diferentes son así por culpa de como les trata el mundo. Un viaje violento y psicológicamente muy duro que sorprende por su gran manufactura y por sus viajes al pasado en formato Pixel Art. El juego que parece que tú estás jugando, es el que la propia locura de Indika tiene en su mente. Como bien dice: La puntuación no importa.
*Gracias a 11bit studios por el material necesario para la review.
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Apartado técnico90/100
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Jugabilidad80/100
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Duración80/100
Lo bueno
- Gráficamente es impactante
- Su argumento es muy adulto y profundo
- La dualidad de pasado y presente representada con Pixel Art
- No tiene reparos en ser incómodo, bizarro y violento
Lo malo
- Los fragmentos con Pixel Art podían haber tenido más relevancia y haberle sacado más partido
- Algunas opciones de diálogo le hubieran dado mucha vida