El Hijo: A Wild West Tale nos presenta una aventura de sigilo que sinceramente es bastante entretenida y deberías darle una oportunidad.
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Queridos lectores de Generación Xbox es hora de hablar largo y tendido de un indie que con sinceridad puedo recomendar sin mucho problema, se trata de “El Hijo A Wild West Tale” una aventura de sigilo con un mensaje muy potente.
Primero lo primero y eso es hablar de detalles generales acerca del título. Desarrollado por Honig Studios y distribuido por Handy Games, El Hijo, es un indie que nos plantea una aventura en la que el sigilo es nuestro mejor aliado.
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Apartado técnico
Al hablar de una producción indie no vamos a ver gráficos realmente asombrosos o que nos dejen con la boca abierta, incluso lo puedes ver en los videos o las capturas, se trata de un juego con una estética simple pero muy bonita la verdad.
Ya que su historia se lleva a cabo en el Viejo Oeste veremos estructuras y paisajes muy peculiares como por ejemplo minas, estructuras de madera, el desierto -como no podía ser de otro modo- o un monasterio, el juego no nos dejará apreciar la magnitud de todos estos escenarios, pero a cambio, nos deja admirar los detalles y se convierte en una experiencia muy amena de ver.
Por otro lado, tenemos el apartado sonoro, no destaca mucho lamentablemente, al tratarse de un juego de sigilo, entendemos que los sonidos o la música deben de ser sutiles, para no desconcentrarnos a nosotros y por supuesto, se entiende para aumentar la inmersión con el título. Sin embargo, al ser un juego ambientado en una época tan emblemática, se hubiera agradecido un poco más de dedicación en el apartado sonoro.
No hay diálogos en ningún momento, entendemos nuestras intensiones y las de los personajes que nos vayamos encontrando gracias a sonidos o gestos muy específicos, no es algo que considere especialmente negativo, ya que incluso dota al juego de cierta personalidad, además, El Hijo es muy inteligente en su manera de presentar la historia y por lo mismo, no es necesario un doblaje.
Tal y como lo puedes apreciar no tiene un apartado técnico espectacular; luce en lo visual, pero no en lo auditivo, sin embargo, cumple y sinceramente no necesita más.
Jugabilidad
El Hijo: A Wild West Tale es un juego de sigilo con mecánicas muy básicas, pero bien aprovechadas, hablamos de un juego cortito que tiene los minutos contados para que lo aprovechemos al máximo.
La historia se nos presenta a través de imágenes y como te lo dije con anterioridad no necesitamos de más, sucede que es simple de entender. Somos un niño que junto a su madre son víctimas de un asalto por parte de una banda de ladrones del Viejo Oeste, destruyen su patrimonio y por lo mismo tanto el niño como la madre deben tomar caminos distintos. El hijo es recibido en un monasterio de monjes mientras que la madre ira en busca de venganza contra esta banda.
Una historia que podrías pensar estará llena de acción ¿Verdad? Pues no tanto si somos sinceros. El juego nos permite controlar a este niño separado de su madre y tratando de encontrarse con ella, a lo largo de treinta niveles solamente nos podemos valer de nuestra habilidad para mantenernos ocultos.
Como lo puedes percibir estamos en el desierto, es decir, el sol siempre estará ahí y es muy intenso, por lo mismo el juego nos pide que aprovechemos la sombra para transitar libremente, cuando caminemos debajo de estas, ningún enemigo será capaz de vernos, pero no te confíes y toma tu distancia.
El objetivo es terminar un nivel y pasar de un punto A a un punto B sin ser detectados, tenemos ciertos puntos de control, pues habrá niveles que claramente son más largos y por lo mismo, más difíciles, pero descuida nada de que preocuparnos, simplemente nos harán pensar unos minutos más antes de caminar con libertad.
El Hijo es muy simple en su premisa presentada, pero que eso no te engañe, en realidad lo que presenta lo aprovecha muy bien, tendremos a disposición a lo largo de nuestra aventura algunos objetos que podremos utilizar para distraer a nuestros enemigos como por ejemplo piedras o muñecos; las piedras serán de gran utilidad, ya que no se terminan a diferencia de los otros ítems.
Se trata de un título descomplicado, ya que los monjes del monasterio o la banda de ladrones tienen patrones que deberemos analizar antes de avanzar, deberemos armar una estrategia no tan elaborada y para ello, tenemos un ave que nos ayudará a ver mejor nuestras opciones (algo así como la vista de águila de Assassin’s Creed) y nos indicará donde podemos ocultarnos o el rango de visión de cada uno de estos personajes.
Como te dije es muy simple de jugar y de dominar, pero no creas que eso lo hace un juego sumamente sencillo, al contrario, te detectaran varias veces y deberás plantear mejor tu estrategia, además cuenta con una dinámica que lo dota de una crítica social muy potente.
Rescatando a los niños
A lo largo de nuestra aventura y desde los primeros niveles en el monasterio nos encontraremos con una única tarea secundaria que se repite en todos los niveles por venir, que es hablar con ciertos niños que nos encontramos por los niveles. La dinámica se vuelve interesante y nos da la motivación para ir por otro camino que posiblemente esté bloqueado y en el que necesitemos pensar mejor nuestros movimientos. No hay mucha recompensa, es decir, no es como que obtengamos una bonificación dentro del mismo juego, pero deja que te explique un poco mejor.
Sucede que a estos niños les recordamos lo divertido de ser niños, de dibujar o de hacer alguna travesura y es que lamentablemente desde el monasterio vemos como estos son utilizados para hacer deberes que claramente no deberían, es decir, el juego sutilmente toca el tema de la explotación infantil y lo mismo pasa cuando toca enfrentarnos a la banda de ladrones.
No es que El Hijo se ponga sentimental cuando nos toca inspirar a estos niños, pero se entiende lo que estamos haciendo y entendemos que no están ahí por gusto por lo que su mensaje es sutil y efectivo.
Creo que vale la pena rescatar que no solo utilizamos a este niño, llegará un punto de nuestra aventura en el que podamos utilizar a su madre y ver su perspectiva de las cosas, sin embargo, la jugabilidad o los objetivos no son distintos y es como si jugáramos con el niño. A lo que me refiero es que no le hubiera venido mal, cambiar un poco las dinámicas de juego para que jugar con el niño y la madre fuera diferente y dote de un poco de variedad la fórmula jugable.
Duración
El Hijo: A Wild West Tale es un juego muy corto, específicamente nos tomará alrededor de cinco a seis horas completarlo y como os mencioné, solo hay un objetivo secundario que es ir con estos niños a lo largo de los niveles, tarea que tampoco aumenta demasiado su duración, pero lo hace.
Se trata de un título corto pero directo que tampoco invita a la rejugabilidad, es bueno, es entretenido, pero cuando lo termines sinceramente será difícil que quieras volver a él en algún otro momento.
Conclusión
Se trata de un juego divertido y con los conceptos bien planteados, no es ninguna revolución en el género y, sin embargo, hace las cosas bastante bien. Sencillo de entender lo cual siempre se agradece y tiene cierta dificultad que lo hace disfrutable sin volverlo frustrante.
Creo que la relación entre lo que nos ofrece jugablemente con la duración es proporcional, de ser más largo, se volvería tedioso y hubiera tenido que presentar más conceptos para volverlo diverso, por supuesto que se hubiera agradecido.
Se trata de una experiencia con un gran mensaje, una historia sencilla pero divertida y que nos mantendrá entretenidos por al menos unos cuantos días si somos de sesiones cortas o de un día bien centrado si queremos acabarlo pronto. Recomendado y divertido.