Una sorpresa mayúscula que permitirá a muchos usuarios excépticos del juego de Kojima comprobar por qué gustó tanto en su momento.
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Este no es el primer análisis de Death Stranding que hacemos en Generación Xbox, pero no penséis mal, lo hicimos hace dos años en su versión para PC, sin embargo, lo que no esperábamos es que en 2024 estuviéramos escribiendo también el de una versión para Xbox de un exclusivo para PlayStation tan cacareado como Death Stranding. Y es que los tiempos parece que están cambiando y todos quieren ganar en todas las plataformas posibles. La primera fue Microsoft, que desde 2016 comenzó sacando todos sus exclusivos simultáneamente en PC, pero también Sony está comenzando a hacerlo, 8 años después.
No obstante, no es la discusión de la exclusividad la que quiero exponer en este análisis, sino en la ironía de como un gran juego fue objeto de la guerra de consolas, con cierto desprecio podría decirse, cuando era una genialidad que casi nadie se esperó. No pretendo sonar exagerado cuando afirmo que este es el juego que me hizo ser fan de Hideo Kojima. Sí, claro, los Metal Gear Solid son auténticos juegazos, pero son más “para todo el mundo”. Lo que hizo el director japonés con Death Stranding fue una genial mezcla que podría ser la mejor representación que he sentido del significado de un videojuego.
A estas alturas, lo de la broma de “es un simulador de repartidor de Glovo” debería de quedar atrás, porque yo mismo cuando leía a otros analistas hace 5 años sobre sus textos de la versión PS4 me parecían exagerados sobre las pretensiones del título. Pero no, no estaban exagerando. Death Stranding es un auténtico unicornio dorado entre los catálogos habituales, casi un capricho personal con forma de AAA, que sabe tomarse su tiempo para todo lo que quiere hacer y que te llena de satisfacción desde el principio hasta el fin.
Porque nuestro protagonista, Sam Porter, encarnado por el conocidísimo Norman Reedus, es mayormente un porteador, un mensajero que transporta objetos vitales para la supervivencia del resto de la humanidad, que se encuentra encerrada en bunkers a salvo del Death Stranding y del Declive, la extraña lluvia que hace que las cosas, y los humanos, envejezcan en cuestión de segundos, como si fuera un ciclo de vida-muerte casi instantáneo.
Básicamente, el mundo, como lo conocemos, se ha roto. Y el mundo de los muertos y el de los vivos, se están entremezclando, dando lugar a eventos catastróficos, sustancias únicas y sucesos que han hecho que los humanos se adapten, tanto que algunos como el propio Sam, tiene características absolutamente especiales que le permiten hacer su tarea de una manera que el resto de mortales no podrían.
Nuestro objetivo, después de un largo prólogo, será el de reunificar los Estados Unidos, todos han perdido la comunicación unos con otros y solamente nosotros podremos comenzar a reconectarlos en un largo viaje que nos llevará de una punta a otra del enorme país. Pero, en ese mismo proceso, en ese mismo viaje, nos descubriremos a nosotros mismos, también como jugador, y sentiremos la soledad, la dificultad, el miedo, el peligro, pero también lo tremendamente agradecido que puede ser una mano que te ayude desinteresadamente.
Y es que un poco de eso se trata Death Stranding, de unirse en tiempos difíciles. De hecho, algunas partes del juego te preguntarás como parecía adelantarse a una impredecible pandemia mundial (se lanzó en 2019 y el Coronavirus llegó en 2020), con detalles que, sinceramente, llegan a asustar y todo.
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Apartado técnico
Death Stranding llega a Xbox Series X y S con su “Director’s Cut”, con todos los DLCs gratuitos lanzados hasta la fecha, incluida la colaboración con Cyberpunk 2077, pero lo mejor es que llega ultra pulido para esta generación, pues recordemos que inicialmente se lanzó en PS4. Aquí tendremos en ambas máquinas un modo Calidad a 60 fps y modo rendimiento, por supuesto, también a 60 fps, tanto en Series X como en Series S. Para Xbox Series X, tendremos una resolución de 4K y 60 fps, por lo que los escenarios lucirán como nunca.
Porque a pesar de tener 5 años, técnicamente el juego es un absoluto 10. Los escenarios parecen reales y los personajes, diseños y cinemáticas son geniales. Solamente a nivel de dinámicas de movimiento es donde cojea a veces, quizá por la poca fortaleza con las físicas del Decima Engine (propietario de los creadores de Horizon Zero Dawn), que hace sus pinitos con facilidad también fuera de las PlayStation.
Respecto al sonido, Kojima tampoco suele fallar y sabe como aprovechar las canciones de grupos como el principal, Low Roar, pero también de otros conocidos como Major Lazer, Chvrches, Apocalyptica o Silent Poets. El resultado no solo es bueno, es que en ocasiones es sobrecogedor. Además, para aquellos que no lo supieran, se encuentra totalmente doblado al español, en el caso de España, el actor de doblaje es el habitual de Norman Reedus, Carlos Di Blasi.
Jugabilidad
Sí, tenemos que buscar un símil en las sensaciones de manejo de Sam Porter, la experiencia nos lleva precisamente al anterior juego de Hideo Kojima, Metal Gear Solid V. Y es que las animaciones de Sam, el manejo e incluso el apartado de los vehículos es casi de una sensación directa de su última colaboración con Konami. Y precisamente, The Phantom Pain, era conocido por tener una jugabilidad increíble, algo que se traduce en este caso, salvo en el apartado de las físicas, que a veces, aun dependiendo del equilibrio, carga, etc… parecen un poco “inventadas” y no se reflejan del todo bien en algunos casos.
El sistema de juego es sencillo de explicar. Nuestro personaje debe de llevar una cierta carga desde un punto hasta otro. Esto puede parecer algo muy simple, pero los factores empiezan a multiplicarse muy rápido: Cantidad de carga, tipo, el peso, el declive que la desgasta, las caídas que nos hacen perderla y por supuesto, el propio camino, que desde la propia orografía del terreno, que nos lo pondrá difícil, hasta los enemigos o los EV, una especie de entes fantasmales que nos podrán atrapar, la dinámica de cada ruta cambiará drásticamente.
Aunque mayormente, todo estará en nuestras manos, pues podremos diseñar previamente rutas analizando el mapa, equiparnos con escaleras, cuerdas, robots que nos ayuden, un exoesqueleto para ir más rápido u otro que soporta más peso, hasta construcciones que servirán como puntos de entrega, puentes e incluso catapultas, incluidas en esta Director’s Cut, que apuesta por mejoras en el combate (con una arena de entrenamiento a lo Metal Gear incluida), más personalización, la colaboración con juegos con Half-Life o Cyberpunk 2077, e incluso la posibilidad de hacer carreras. A propósito de esto último, evidentemente, también podremos tener vehículos, construirlos, repararlos y mantenerlos, si tenemos los materiales necesarios para ello.
Esto hace que de la sensación de ser un “ejército de un solo hombre”, pero a nivel logístico, pues todo lo que pongamos en el camino, será permanente para nosotros e incluso para los otros porteadores, pues Death Stranding es en realidad un título multijugador, donde cada Sam Porter estará conectado al resto a través de estas ayudas, que podremos valorar y otorgarles ese reconocimiento.
Granadas hechas con nuestro pis, balas hechas con nuestra sangre o un bebé que es capaz de detectar a los EVs, son las kojimadas que nos gustan, porque una vez leído el lore en uno de los múltiples documentos que existen para aprender sobre ello, parece que todo encaja. Aunque todo el argumento sea como una especie de caos donde cada nueva cosa es más inventada que la anterior, absolutamente todo está explicado y quedaremos más que satisfechos al terminar nuestra aventura, pues sin duda, el círculo de nuestras dudas quedará cerrado.
Con partes de acción, partes de sigilo, partes de terror, partes de viaje místico y muchas -y extensas- cinemáticas, el desarrollo se hace entretenido y siempre dispuesto a sorprendernos o sobrecogernos con esa necesidad de Kojima de engrandecer cada detalle. Ojalá os pudiese contar más cosas de las que nos encontramos o explicar el porqué de otras, pero el cartel de spoilers está constantemente sobre mi cabeza, y no me gustaría desvelar nada a nadie.
Duración
Su desarrollo de estilo mundo abierto, la enorme cantidad de terreno por explorar y encargos o misiones propiciará la suma de tiempo de juego hasta límites que desconozco, pues la cualidad del juego para acumular recursos para construir ayudas para otros jugadores nos puede llevar a construir hasta autopistas para facilitarles la vida. En condiciones normales, siguiendo las misiones principales y alguna que otra adicional, la partida puede llevarnos sobre 40 o 45 horas, una duración asequible comparada con otros títulos de mundo abierto o RPGs más densos.
Conclusión
Muchos de los que hayáis leido la review, que no creo que suscite mucho interés 5 años después de su lanzamiento original, me podréis tachar de “sonier” o movidas de esas de la guerra de consolas, pero como empecé la review, yo en su momento también era escéptico de Kojima y su Death Stranding, de las kojimadas de ir cargando un bebé y muchas otras cosas. Pero la callada de boca fue tan épica que casi fue un antes y un después para la creación de expectativas de un servidor. No solo me emocionó en su desarrollo y me mantuvo totalmente enganchado, sino que en el mismo final acabé derramando unas lágrimas.
Death Stranding es un auténtico juegazo. De esos de los que hay pocos. De esos que metería entre Nier Automata y Outer Wilds. Esa clase de experiencia que, como jugador, no deberías de perderte nunca, por ser tan diferentes al AAA que estamos acostumbrados. Lo recomendaría a ciegas, con sus pros y con sus contras, e incluso justificaría algunos de sus “problemas”, con una psicología hacia el jugador que realmente se acaba deshaciendo de la infame “Disonancia ludonarrativa”.
Su llegada a Xbox es cuanto menos sorprendente, pues a pesar de que había llegado incluso a iPhone, creo que es un juego que se disfruta mejor en una gran pantalla en tu salón, casi como si fueras a ver una película (ya sabemos lo que le gusta a Kojima los peli-juegos). Si esto sirve para que llegue la segunda parte también a las consolas de Microsoft, bienvenido sea.
*Gracias a 505 Games por habernos proporcionado el material para la review.
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Apartado técnico95/100
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Jugabilidad95/100
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Duración95/100
Lo bueno
- Es Kojima desencadenado. Y nos encanta.
- El diseño realista de los escenarios es un protagonista más.
- El sistema de juego evoluciona conforme a la propia historia.
- Su historia es original, absorbente y todo un viaje que hay que vivir.
Lo malo
- Las físicas deberían de ser mejores.
- Algunas cinemáticas son demasiado largas.