¿No sabes ni siquiera como se cambia el aceite al coche? Échale un vistazo a nuestra review de Car Mechanic Simulator.
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Como pasa en muchas ocasiones, no sólo podemos analizar AAA en los que el protagonista hipermusculado de turno salva la galaxia con las armas más sofisticadas mientras disfrutamos de un nivel de violencia elevado a la vez que permisible para el público general. Eso, de hecho, pasa muy pocas veces, lo que si que suele pasar, desgraciadamente es que no podamos llegar al trabajo a tiempo porque nuestro coche se averíe. Después de esta entradilla tan poco ingeniosa y previsible, estáis preparados para poner los pies en la tierra y leer nuestro análisis de uno de los simuladores más extrañamente divertidos que hemos probado: Car Mechanic Simulator.
No te vamos a pedir que te agarres fuerte por que vas a disfrutar de un viaje trepidante. Así que ponte los guantes, flexiona las rodillas y prepárate para pasar horas debajo de coches sucios y llenos de grasa, porque con este simulador de Mecánico es lo que más tendremos que hacer.
En esta versión, parece que han dejado atrás la fecha, la última versión lanzada para PC si que tenía la coletilla 2018, pero al salir por primera vez en consola, el título se queda solamente en Car Mechanic Simulator. Aunque en PS4 ya se podía jugar es a partir del 25 de junio cuando estará disponible en Xbox One, junto a una edición física exclusiva de GAME, que por 29,95€ merece mucho la pena después de lo que os vamos a contar.
Aunque tengamos una introducción algo pocha que parece sacada de otro programa random más del canal Energy-BeMax-Neox-etc… no os dejéis engañar, realmente el juego podría acercarse mucho a ese universo en el que mecánicos expertos compran coches en ruinas y los restauran para poder venderlos por auténticas cantidades enormes de dinero. Pero antes comencemos con lo básico, ¿sabes cambiar un filtro de aceite?
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Apartado técnico
Car Mechanic Simulator contiene todos los ingredientes básicos de un Simulator. Como sucede con Farming Simulator, por ejemplo, se centra en detallar lo que realmente es necesario, para dejar un poco de lado lo que no importa tanto o influye en la diversión. Por tanto, visualmente aparenta ser un poco tosco y poco refinado, pero siempre hay que mirar un poco más allá en los resultados, porque para lo que necesita, tiene un detalle demencial.
Visualmente seguramente no sabemos siquiera si llega a los 1080p debido a que no está mejorado para Xbox One X, lo cual unidos a los 30fps de límite, se quedan bastante por debajo de lo que esperaríamos viendo algunas de las capturas, pero el procesamiento está precisamente debajo de los capó. Cuando subimos nuestro coche al elevador y observamos su interior con detenimiento podemos ver el nivel de detalle minucioso de cada pieza, como encaja cada una, incluso con sus tornillos y sujecciones. Realmente da la sensación -y es así-, que puedes montar y desmontar el coche entero al completo.
La verdad es que la UI utilizada para esta versión de consola funciona a las mil maravillas, siendo tremendamente rápida, ágil y poco tediosa para tratarse de un simulador. Todo se maneja a través de menús radiales de fácil acceso que contiene las acciones necesarias en función a donde estemos apuntando, porque sobre todo no os tenéis que asustar sobre el manejo de Car Mechanic Simulator, es todo bastante fácil. Aunque lamentablemente no es que se expliquen muy bien con un tutorial que resulta más confuso que otra cosa.
En relación al sonido, cumple muy bien en los efectos, ya que tanto los usados en el trabajo mecánico como en los que veremos en las (gráficamente vergonzosas) pruebas de los coches, incluso los motores suenan como deberían. También cuenta con una banda sonora con algunas pistas interesantes, pero que después de muchas horas en el taller se antoja bastante corta y que te puede sacar de la concentración en algún momento, que incluso nos ha obligado a levantarnos e ir a cambiar la canción de la radio – siempre puedes apagarla y disfrutar del sonido de desenroscar una bujía- . Digamos que como Simulator cumple de sobra, pero que en términos generales, es técnicamente flojo.
Jugabilidad
La pregunta en este caso es bastante simple, ¿en que momento resulta divertido hacer de mecánico? En serio, ¿de mecánico? Pues si, eso mismo me preguntaba yo cuando acepté el reto de analizar Car Mechanic Simulator. Me confieso un apasionado de los coches, y soy el primero que entre amigos doy mi versión “cuñado” de la avería que tiene, fruto de estar muchos años trabajando al lado del departamento de vehículos de una gran empresa. Pero realmente nunca había estado tan cerca de lo que cuesta arreglar un coche.
El modo normal, se tratará de una especie de campaña, en la que empezaremos con lo más básico: aceptando telefónicamente encargos de arreglos simples, como cambios de neumáticos, problemas de suspensión, cambios de aceite, etc… todos extremadamente útiles para descubrir cómo arreglar el coche lo más eficaz posible y devolverlo a su dueño para que nos pague el trabajo. Cada una de las piezas del vehículo cuentan con un estado medido en una barra de porcentaje. Cuando está por debajo del 20%, señalados en rojo, hay que cambiar la pieza y ponerla nueva, directamente.
Al principio, en los encargos nos señalan directamente la pieza a cambiar, la cuál podremos marcar, y cuando miremos el coche, un borde azul nos indicará directamente la pieza a cambiar o arreglar. Con el cursor, nos moveremos sobre esa pieza, si no la podemos desmontar directamente, nos indicará con un tono rojo la pieza que hay que desmontar antes para acceder a esta y así sucesivamente. Por ejemplo, para acceder a la correa de distribución, depende del tipo de motor, porque habrá decenas de disposiciones distintas, tendremos que retirar antes la correa de servicio, la secundaria, las tensoras de estas, y los engranajes que las conectan a la dirección y a la bobina de alimentación, luego retirar la tapa de la correa para poder visualizarla. La magia de Car Mechanic Simulator está ahí: Primero dices, si me ha costado hacerlo con un par de clic, imagina al mecánico de verdad… con razón es una reparación tan costosa.
Una vez hayamos comprado las piezas desde las tiendas disponibles en nuestro PC y posteriormente desde una tablet que agilizará nuestras largas estancias en la tienda buscando una de los cientos de piezas para elegir (apunta bien la pieza que es, porque si te equivocas, te puede salir cara la reparación), toca montarlas de nuevo, por lo que con una imagen fantasma de la pieza que hay que montar en ese momento, también ayudará a hacerlo. Poco a poco te das cuenta que todo es más fácil de lo que parece, pero entonces, vendrán los encargos auténticos. Los que no te señalan las piezas.
Ahí es donde entran tus habilidades de mecánico, para localizar las que fallan. Puedes hacer un test de conducción o una prueba en el tren de frenos para identificar de un plumazo el estado de muchos de tus componentes y cuando tengas más nivel, podrás desbloquear aparatos que te permiten analizar aún mas cosas, pero habrá piezas que no tendrás mas remedio que desmontar para poder sacar el estado de las mismas. Eso, y que visualmente, mientras más “oxidadas” estén (es como el juego te informa de su estado) podrás también ayudarte a identificarlas.
Al final, todo se reduce a eso. El mecánico recibe el coche, identificas la avería, cambias la pieza y arreglado. Pero cuando tengas dominado ese tema, tendrás que salvar las diferentes configuraciones de motor, los coches que “solo huelen raro”, o directamente pasarlos por el taller de pintura para ganarte un plus visual para el cliente.
Duración
Resulta complicado dar cifras (48 modelos diferentes de vehículos con marcas como Jeep o Mazda), porque como todo buen simulador hijo de vecino, tendría horas infinitas si no te cansas de arreglar coches y sobre todo porque en último término existe un modo experto donde tendrás que olvidarte de símbolos donde montar las piezas, identificadores previos o barras de estado de las mismas. Es decir, como la vida misma. No hemos llegado a ese extremo, pero si que hemos intentado llegar a comprar un coche en el desguace al que le faltaban hasta las puertas y restaurarlo. Un auténtico reto, sobre todo económico, porque no es que salga precisamente barato, pero tanto el resultado como la venta final merecen la pena.
Para esto, podremos obtener piezas especiales (tuning) que aumentarán el rendimiento base, encareciendo el producto final, tanto compradas u obtenidas en cajas que llegarán de manera aleatoria cada vez que entreguemos algún encargo. No sólo eso, nuestro garaje se podrá ampliar, tendremos nuestra cabina de pintura, varios elevadores, incluso un parking cercano para guardar todas nuestras adquisiciones.
Y no sólo podremos ir al desguace, también podremos ir a subastas, concesionarios para comprarlos nuevos o visitar cobertizos, los cuales tendrán un coste, tendremos que descubrirlos y una vez nos salgamos, si no compramos nada de lo que hay dentro, lo perderemos para siempre. Al final, estamos hablando de que empezaremos derramando el aceite al suelo porque quitamos la tapa del cárter sin saber como se vacía el aceite con su correspondiente elemento del taller, hasta instalar motores fabricados por nosotros mismos y sustituirles las piezas originales por otras tuneadas, que suban su valor y rendimiento.
Por último, hemos hablado del modo normal (historia que no tiene nada de historia realmente), y del modo experto, pero el tercero es el modo Sandbox. Y es el más placentero de todos. Dinero infinito, experiencia infinita y todo en blanco y por hacer. Aquí no te dedicarás a hacer encarguitos si no a hacer lo que te de la real gana. Si no quieres llegar por la vía normal, este atajo en forma de modo es ideal para hacer algunas burradas.
Conclusión
Llegué con miedo esperándome algo complejo y me fuí con ganas de más. Mi pequeño taller sigue creciendo poco a poco junto a mi experiencia, y al mismo tiempo aprendo en como se harían las reparaciones reales de mi coche. Si te gusta la temática, Car Mechanic Simulator te proporcionará unas agradables horas de vicio que no caerán en el olvido. Es complicado explicar como el simple hecho de cambiar piezas de un coche resulta satisfactorio.
Sin embargo no todo es maravilloso. Los gráficos chirrían mucho en todo excepto en la propia mecánica y es inaceptable directamente en las pruebas de carretera, donde nos acercamos peligrosamente a cosas ya ampliamente sobre pasadas en la Xbox original. Los encargos telefónicos se puede hacer irrelevantes pronto si no cambian lo suficiente, sin embargo entendemos que no siempre podemos estar tuneando coches, si no que habrá que cambiar muchos amortiguadores para llegar ahí.
Al final, la sensación es que Car Mechanic Simulator va a lo que va. ¿Quieres probar a ser mecánico? ¿Quieres conocer las piezas de un coche en profundidad? ¿Te levantas con sudores por las noches pensando en la próxima avería que te obligará a ir en bus al trabajo? Posiblemente no te ayude a que hagas tu mismo de mecánico, pero seguro que ya sabrás por donde irán los problemas.
*Gracias a Koch Media por habernos proporcionado el material para el análisis.