Os traemos nuestras impresiones de Control: Ultimate Edition, la nueva versión para Xbox Series X|S del juego de Remedy.
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Si hay una desarrolladora que sabe combinar acción y narrativa es, sin duda, Remedy. Algo que nos volvió a demostrar con Control, su última aventura lanzada en 2019 y que ahora vuelve con la ya tan típica Ultimate Edition. Esta, que lleva ya un tiempo entre nosotros, desembarca ahora en Xbox Series X|S con una edición propia que no ha dejado indiferente a nadie.
En especial por que la desarrolladora tomó la decisión de, primero, no dejar o permitir actualizar las versiones anteriores a esta de nueva generación. Por lo que si queremos disfrutar de las mejoras que ofrece Control: Ultimate Edition en Xbox Series X|S tenemos que pasar por caja de nuevo.
Y segundo, de no permitir tampoco el traslado de nuestras partidas anteriores y nuestro progreso. Por lo que además de pasar por caja, tenemos que comenzar de nuevo nuestra aventura con Jesse.
Pero más allá de todo esto, Control: Ultimate Edition representa la oportunidad de redimirse para la IP. Es cierto que ha gozado de una buena popularidad, pero al juego original se le veían algunas costuras que le impidieron brillar todo lo que se le presuponía. Bien fuera por la “vieja” generación de consolas, bien por falta de optimización, la verdad es que la nueva IP de Remedy llegó al mercado con algunos fallos importantes, como la caída grave de fps en consolas.
Ahora, esta Ultimate Edition llega para mejorar allá donde falló el original. Aunque, como os iremos desgranando en este análisis, no ha sido así en todos los puntos.
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Apartado técnico
Empezamos nuestro análisis por el punto que, sin duda, presenta más novedades. No en vano, esta versión dedicada para la nueva generación presenta características y recursos que no habíamos visto hasta ahora en Control. Y, por supuesto, sabe sacar todo el potencial de Xbox Series X, consola en la que hemos jugado y exprimido este título. Con ello, el título de Remedy hace uso de todas las características de las consolas, como Quick Resume o tiempos de carga reducidos.
Lo primero que destaca es que podemos elegir entre dos configuraciones gráficas: Rendimiento, que nos permite jugar a 60fp, y Gráficos, que reduce los fps a 30 pero implementa Ray Tracing. La elección queda en cada usuario y que es lo que quiere priorizar, si mejor tasa de refresco o renunciar a esos deseados 60fps y ganar RayTracing. Eso sí, hay que destacar que en cualquiera de estos dos modos, los fps se mantienen estables. No nos hemos encontrado ninguna caída de frames destacada y si las hubo fueron lo suficientemente pequeñas como para no notarlo.
Eso sí, la diferencia entre jugar a 60 o 30 fps si que se nota y le da al título una imagen diferente. Es mucho más fluido, obviamente, algo que agradece el gameplay. En especial en aquellas fases donde debemos enfrentarnos a varios enemigos. Y, aunque no hay ningún problema con los 30 fps, la sensación de satisfacción es más completa con el modo rendimiento.
Eso sí, hay que tener en cuenta que el Ray Tracing está muy bien implementado y es algo que se nota. En especial por que hace lucir el título más vivos, más realista. Cuenta con unos buenos reflejos de cada objeto sobre diferentes superficies, como charcos de agua u objetos metálicos. Con este modo activado, el nivel de detalles o llega a otro nivel, dejándonos un mundo mucho mejor recreado y con un aspecto visual increíble. Sin duda, la mejor implementación en consolas hasta ahora.
Con todo ello, queda a elección de cada uno en que modo jugar. Ambos presentan mejoras sustanciales sobre las versiones base de Control y le dan al título un nuevo nivel visual y una fluidez extra en el gameplay. En nuestro caso particular preferimos priorizar la tasa de refresco sobre el Ray Tracing, pero cuando probamos el modo gráfico quedamos sorprendidos por el resultado que consigue ofrecer. Queda añadir, que en el caso de Xbox Series S obtendremos solamente el beneficio de los 60 fps, que se representarán a 1080p, una mejora sustancial con respecto a Xbox One.
Por último, nos gustaría destacar que, pese a todas las mejoras incluidas, nos seguimos encontrando con fallos destacados. No vamos a comentar el tema del doblaje, que sigue siendo el mismo, pero si que tenemos que señalar que la sincronización labial con el audio sigue estando desfasado. Y no solo en español, donde es muy notable, sino también en inglés, idioma original, donde vemos como los personajes, en ocasiones, mueven los labios sin que haya ningún sonido, o viceversa.
Jugabilidad
En el aspecto de la jugabilidad poco podemos comentar, ya que Control: Ultimate Edition no añade ninguna mejora o nueva posibilidad en el gameplay. Si se nota más fluido gracias a los 60/30 fps estables, pero más allá de todo ello el sistema sigue siendo igual. Es decir, seguimos ante un shooter en tercera persona donde las armas van quedando cada vez más en un segundo plano gracias a las diferentes habilidad que iremos obteniendo a lo largo de la aventura.
Tampoco se añaden ninguna habilidad nueva al árbol de habilidad ni nuevas opciones de crafteo para el arma de Jesse. Por ello, nuestra opinión sigue siendo la misma que en el análisis de la versión original del juego, que os dejamos por aquí, ya que apenas ofrece novedades. Algo, por otro lado, lógico, ya que estamos ante una versión Ultimate del juego, en el que se añaden nuevos contenidos al juego (las dos expansiones lanzadas hasta el momento), y donde no hay obligación de mejorar ni añadir nuevos elementos al gameplay. Aunque nunca está de más, pestos a pedir.
Duración
Y hablando de expansiones, éstas son el gran atractivo de esta nueva edición del juego. No en vano, ambas aumentan la vida del juego, amplían la trama y conectan con Alan Wake. Efectivamente, con Control: Ultimate Edition tendremos acceso a La Fundación y AWE, los dos DLC lanzados para el juego tras su lanzamiento.
Con estos, la duración base del juego se alarga. Completar la historia principal nos seguirá llevando entre 15-20 horas si no nos paramos a completar las misiones secundarias. Si le añadimos los dos DLC podemos estar hablando fácilmente de cerca de unas 30 horas. Y ya si vamos a por el 100% podemos llegar hasta las 35-40 horas.
Sin duda, estamos hablando de una duración excelente para este tipo de juegos, incluso por encima de la media y que nos permite disfrutar del mundo de Control hasta el último momento.
Conclusión
Control: Ultimate Edition para Xbox Series X es, sin duda, la mejor versión del título de Remedy. Es cierto que llega con algunos peros importantes, como no poder actualizar a esta edición de nueva generación a las versiones antiguas (ni siquiera su homónima de Xbox One), o algunos fallos que sigue presentes desde el título original. Pero cuenta con una gran cantidad de novedades que hacen de ella la opción más completa.
En especial por la gran mejora gráfica, que se nota esencialmente en los fps, que ahora sí que son estables y robustos, con apenas caída (imperceptibles). Además, tenemos la opción de jugar con Ray Tracing, que le da un aspecto aún más real y vivo al mundo creado por Remedy.
Con todo ello, Control: Ultimate Edition es un gran juego que mejora en aspectos donde fallaba el original y que nos llega con todo el contenido lanzado hasta la fecha, incluidas las dos expansiones de historias. Sin duda, la ocasión ideal para descubrir el último trabajo de Remedy, al completo y con la mejor calidad posible.
*Gracias a 505 Games por habernos proporcionado el material para el análisis.