Análisis de Battle Princess Madelyn, la esperada obra de Causal Bit Games Inc, un juego que recuerda a los clásicos arcade como Ghosts’n Goblins.
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La industria de los videojuegos, lejos de las grandes corporaciones regentadas por accionistas con mucha sed de beneficios y escaso sentido artístico, se cimentó en sus orígenes sobre el espíritu colaborativo e, incluso, el ambiente familiar. Tras crear Space War en 1961, Steve Rusell cedió el programa a sus compañeros del M.I.T para que añadiesen mejoras, como un fondo estrellado y un planeta central con su propio campo gravitatorio que alteraba la forma de jugar.
Un tiempo más tarde, en 1974 ,Will Crowther, un programador que trabajaba en la primitiva red de comunicación militar, ARPAnet, se enfrentó a un duro divorcio y al distanciamiento con sus hijas. Will ideó una aventura para que ellas pudiesen jugar en sus computadoras y rememorar las excursiones familiares que solían hacer por las cuevas de Kentucky. El programa, que se terminaría llamando “Advent”, el cual sería uno de los pioneros en el género de aventura.
Mas de medio siglo después, una niña canadiense de sólo ocho años preguntó a su padre si ella podría protagonizar una aventura como la de su juego favorito, el clásico Ghosts’n’Goblins. Tras meses de trabajo y una exitosa campaña de financiación en Kickstarter, Battle Princess Madelyn es la obra casi en solitario de Christopher Obritsch y su hija. Una inspiración en los típicos arcades que hicieron furor a finales de los ochenta y que han vuelto revindicado su espacio en la actualidad con títulos como Maldita Castilla del español Locomalito.
Scroll lateral, enormes mapeados y escenarios fantasmagóricos son los grandes dogmas del género, pilares que Causal Bit Games Inc ha sabido respetar y mantener en su obra. Para detener una maligna invasión de criaturas infernales, la princesa Madelyn deberá recorrer escenarios barrocos llenos de saltos y enemigos, hasta los inevitables enfrentamientos con los jefes finales. El desarrollo mantiene un sabor clásico, pero salpicado con misiones secundarias y un sistema de búsqueda y recompensa que alargará la aventura para el jugador más concienzudo.
Al igual que en títulos como Ori, el backtracking nos obliga a visitar escenarios ya completados en busca de nuevas recompensas - ¡Comparte!Como viene siendo habitual en títulos de corte similar, el escenario se encuentran repleto de caminos secundarios y puertas que llevan a zona secretas, muchos de ellas inicialmente bloqueadas. Cada nueva habilidad o cada herramienta desbloqueada nos anima a buscar por fases ya resueltas en busca de zonas ocultas y recompensas que, hasta ese momento, permanecían fuera de nuestro alcance.
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Apartado técnico
Pixel Art sin ningún complejo y una acertada ambientación crean un apetecible coctel para el que quiera retornar a la estética de los salones recreativos de finales de los ochenta. Causal Bit Games Inc no ha mostrado ningún reparo en homenajear a los grandes nombres del género, inspirándose en escenarios y situaciones que son un lugar común para el amante de la obra de Capcom, Konami y compañía. Pese a que los efectos de luz y partículas —pixeladas— de agua, dan toque de modernidad al conjunto, son los enormes jefes finales ocupando toda la pantalla y la tétrica ambientación de los escenarios lo que más brilla del programa.
Obviamente, debemos decir que, salvo por las cifras de resolución, es un titulo que podría funcionar en un sistema de dos generaciones pretéritas y que no debe —ni quiere— compararse con las grandes producciones del sistema. Aún así, el mimo puesto en los escenarios y la variedad estética entre las fases, hacen que sea visualmente agradable a la vista y que no se sienta repetitivo. Además, en un nuevo guiño al jugador maduro, podemos optar por dos opciones de visualización, una con las scanlines típicas de los monitores de tubo de la época y otra con un filtro que suaviza la imagen.
Donde no hay ninguna clase de duda posible es en el terreno sonoro, un apartado redondo por la calidad de sus melodías. Grizor87, artista patrio que ya brindó tu talento en obras como “Maldita Castilla” y “Super Hydorah”, vuelve a cerrar un apartado melódico intachable, con composiciones que suenan con fuerza y complementan la estética visual de cada fase.
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Jugabilidad
Simple y directa, una herencia más de los grandes clásicos y que confirma la regla que, si algo funciona, es mejor no tocarlo. Un botón para saltar y otro para disparar prometen una apacible barrera de entrada en los primeros minutos de juego. Obviamente el reto al jugador comienza a enrevesarse al poco de comenzar la aventura, más por ciertos desajustes del planteamiento que por el desarrollo en sí. En un claro guiño al clásico de Capcom, perderemos nuestra armadura con cada golpe para quedar en ropa interior, aunque ahora podremos resucitar gastando una novedosa barra de poder. No hay limite para usar estas segundas oportunidades, siempre que rellenemos esta barra a base de acabar con los enemigos.
Los más veteranos derramarán alguna lágrima virtual al ver que, al igual que en el Ghosts’n Goblins original, perderemos la armadura al recibir un golpe - ¡Comparte!Como decíamos, la dificultad “ingame” no es el mayor inconveniente del juego de Causal Bit Games Inc, pues es algo inherente en el género. El mayor problema surge tras quedarse atascado en algún momento y tener que perder horas de juego buscando algún ítem o camino secundario, rompiendo así el ritmo de la acción y, en ocasiones, volviéndose bastante frustrante. Esta sensación se acentúa al no tener apenas referencias sobre qué hacer o por dónde ir, algo que obligar al jugador a vagar por el escenario con demasiada frecuencia.
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Duración
Escenarios de un tamaño considerable, muchos caminos escondidos y multitud de secretos por desvelar: Battle Princess Madelyn no acaba con los títulos de créditos. Será decisión del jugador decidir hasta qué punto quiere involucrarse, pudiendo simplemente completar la aventura y contentarse sacar el jugo arcade del título.
Aún así, el jugador paciente podrá no sólo completar la misión principal, sino tener a su disposición decenas de encargos secundarios que suman un nuevo reto a la hora de rastrear al dedillo cada parte del escenario. El intenso backtracking hace de catalizador para que la aventura expanda de manera considerable su duración, añadiendo la posibilidad de seguir buscando tesoros y equipo que mejore al personaje.
Conclusión
Battle Princess Madelyn es un juego en el que su gran virtud se convierte en uno de sus mayores inconvenientes. El empeño en convertir el título en un continuo réquiem a los grandes exponentes del género, consigue que no podamos ver en él nada que se pueda calificar de verdaderamente novedoso u original. Todo funciona con pulcritud y es un programa que entrega justamente lo que propone, pero se queda un paso por detrás de los grandes del género al carecer de ese brillo de originalidad que sólo los mejores en su clase poseen.
Puede que Battle Princess Madelyn sea la definición perfecta para el término “juego de nicho”, un título al que el grueso de los jugadores sólo apreciará en él un apartado técnico desfasado y una jugabilidad raquítica propia de otra época. Puede que esta sea su mejor baza, la de traer sensaciones de otra época para un tipo de consumidor que no tiene demasiadas oportunidades de disfrutar experiencias así.
Con un control simple y unos intrincados escenarios que pueden inducir a vagar por ellos sin saber qué hacer o dónde ir, el juego recupera la esencia de los juegos de 16 bits, compensado un número no muy abultado de fases con algunos picos de dificultad que hoy consideraríamos innecesarios. Además, su enorme backtraking multiplica su duración, ofreciendo al jugador completista decenas de horas extra hasta resolver todos los desafíos secundarios que propone.
Su esencia purista puede que dificulte a que muchos jugadores ajenos al genero se acerquen a él. Ciertos momentos en que parece imposible avanzar y hay que vagar por el escenario sin apenas orientación, tientan en más de una ocasión a dejar el juego. Quizás ofrecer un minimapa y alguna mínima indicación, hubiese sido una solución que ayudaría a suavizar muchas asperezas, haciendo del viaje algo mucho más disfrutable.
*Gracias a Causal Bit Games Inc por habernos proporcionado el material para la review.