7 cosas que debes saber sobre Wolfenstein: The Old Blood
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Con su lanzamiento previsto en formato digital para el próximo 5 de mayo, Bethesda y Machine Games ha revelado las siete claves que debemos conocer de la expansión independiente, Wolfenstein: The Old Blood.
Wolfenstein: The Old Blood estará disponible en Xbox One en formato digital el próximo 5 de mayo, para la versión física habrá que esperar un poco más, en concreto hasta el día 15 del mismo mes.
Para paliar un poco la espera, Bethesda y Machine Games han compartido las 7 claves que debes conocer antes de ponerte a los mandos de está expansión independiente en forma de precuela del notable, Wolfenstein: The New Order.
1. Un salto atrás en el tiempo
Para empezar, la pregunta del millón: ¿por qué una precuela? ¿Y por qué no, digamos, explorar el final de The New Order que nos dejó llenos de suspense? ¿O contar una historia secundaria desde la perspectiva de otro personaje? La respuesta es doble: en primer lugar, los años 40 son perfectos para la peculiar ambientación que distingue a este contenido descargable del juego principal. “Pega bien con el saborcillo a peli de serie B que pretendemos darle”, dice el productor ejecutivo Jerk Gustafsson. Dar un salto atrás en el tiempo también ha dado la posibilidad de llenar algunos vacíos argumentales a la vez que se ofrece una jugabilidad totalmente nueva. “Conseguimos ahondar en cosas que solo se insinuaban en New Order”, dice el productor sénior John Jennings. “Llegamos a descubrir qué tramaban los nazis y averiguar un poco de cómo consiguieron realmente parte de esa tecnología avanzada que les permite ganar la Segunda Guerra Mundial”. Como los nazis aún estaban descubriendo y desarrollando esta tecnología, B.J. se enfrentará a las primeras versiones de conocidos enemigos –como los pesados Supersoldaten (supersoldados), que esta vez van unidos a una fuente de energía–, lo cual abre posibilidades de juego completamente nuevas. Y esto es solo el principio…
2. Todo lo que parece viejo vuelve a ser nuevo
Puede que The Old Blood envíe a los jugadores a un viaje nostálgico hacia atrás en el tiempo, pero no creáis que eso significa que vayamos a reciclar cosas o que el juego vaya a estar muy visto. “En términos de funciones y contenido, casi todo es nuevo”, dice Gustafsson. “Y todo quiere decir todo: desde los entornos hasta las armas, pasando por los enemigos”.
Evidentemente, la cosa no empezó así. En un principio, el equipo planeaba crear el contenido descargable utilizando The New Order como base. “La idea era reutilizarlo prácticamente todo”, nos cuenta el director artístico Axel Torvenius. “Pero al final, todo está como mínimo retocado de una u otra forma”. Esto significa enemigos completamente nuevos (como los Supersoldaten antes mencionados), nuevas maneras de desplazarse por el mundo (sobre las que ahondaremos más adelante) y retoques más sutiles a elementos que ya existían, como el sistema de los comandantes que tan buena acogida tuvo y que era un componente clave para el sigilo del juego.
3. “El que tubo, re-tubo”
Jennings se refiere al nuevo juguetito de B.J.: un tubo de metal. Sí, una tubería. Al principio del juego, B.J. se hace con este elemento tan útil, que tendrá un papel central durante todo el desarrollo The Old Blood. Y en muchos aspectos.
“La idea era tener algo nuevo, algo que fuera distinto al cuchillo”, dice Gustafsson. ¿Y qué diferencia al tubo del cuchillo? Para empezar, B.J. puede ensamblar y separar la tubería, lo cual le permite empuñar esta arma de combate cuerpo a cuerpo con una o ambas manos. B.J. también la utiliza para escalar, atravesar paredes finas e incluso acceder a las trampillas que hay en techos altos. “Es una herramienta de avance a la vez que un arma”, aclara Gustafsson. Y en cuanto a esos derribos tan brutales, preparaos para alucinar. Los derribos varían en función de si se utiliza como arma a una mano o a dos manos, pero una cosa sigue siendo cierta: estos tubos están huecos. Eso significa que, cuando uno se carga a alguien, hay bastantes posibilidades de que salga un chorro de sangre por el otro extremo. “Nos hemos divertido mucho haciendo los derribos con los tubos”, nos confiesa Gustafsson con una sonrisa.
4. El despertar de los muertos
The Old Blood tiene un montón de guiños a Return to Castle Wolfenstein, el clásico de 2001. Y no se trata solo de la ambientación. Seguro que los jugadores más veteranos tendrán un escalofrío de nostalgia mientras se infiltran y disparan entre los muros del castillo y se topan con algunos rostros familiares, como los del agente Uno y Kessler. Aunque son completamente nuevos, las armas y objetos coleccionables nos recuerdan a ese shooter clásico. Hasta la trama tiene algunas similitudes con el juego original. “Obviamente, todo es muy, muy diferente, pero algo de la historia sigue ahí”, dice Gustafsson. Y luego están los no muertos. No esperéis que esos zombis nazis sean exactamente igual a los que recordáis del clásico de 2001. “Los enemigos de este tipo pueden ser muy difíciles, porque no suelen tener armas de combate a distancia”, explica Gustafsson. “Pero en The Old Blood, algunos de ellos llegan a usar un fusil y, además, tenemos algunos ataques en carrera que son muy intensos”.
5. Una gran aventura
Hablando de diversión, The Old Blood es emoción de disparos pura y dura que os acelerará el pulso hasta hacer que el corazón se os salga por la boca. Aunque cuenta una historia completamente desarrollada, tiene un toque a peli de serie B que encaja perfectamente con la orientación general de este contenido descargable independiente.
“Queríamos que The Old Blood se centrara más en el sistema de juego”, dice Gustafsson. Así que podéis esperar un montón de momentos de gran intensidad, acción trepidante a raudales y un jovial sentido de la acción… de principio a fin. “Es algo que te pones a jugar y te divierte de inmediato”, nos promete Gustafsson (y, como lo hemos visto con nuestros propios ojos, ¡estamos completamente de acuerdo!).
6. En el orden que quieras
¿Os preocupa no haber jugado aún a The New Order? No hay problema. The Old Blood no solo enseña todo lo que hay que saber sobre el sistema de juego, sino que además no destripará ni un solo detalle de The New Order. “Es una precuela de verdad”, dice Jennings. “En términos cronológicos, la última escena de Old Blood sucede un par de horas antes que el inicio de The New Order, así que dispone las cosas perfectamente”. Y, si ya habéis jugado a The New Order, mejor todavía. “En The Old Blood hay elementos que rellenan algunos huecos de la historia de The New Order. Hay más cosas acerca de la tecnología de los Da’at Yichud, aunque no la llamemos así necesariamente. En relación a The New Order, hay pistas y guiños escondidos por todo el juego”, nos dice Jennings. “La gente que lo juegue en distinto orden tendrá una experiencia diferente, pero todos se lo van a pasar bomba”.
7. ¡Prost!
Sí, The Old Blood es un enfoque fantástico de una historia alternativa, entremezclado con misticismo y recubierto de tecnología retrofuturista. Pero eso no ha impedido que el equipo de MachineGames persiguiera las cotas más altas de veracidad. Especialmente en la escena de los nazis borrachos cantando en una taberna. Hacia la mitad de la segunda parte del juego, B.J. tiene que infiltrarse en dicha taberna, que está abarrotada de nazis ebrios, como ya hemos mencionado. Aunque tuvimos un plantel de actores profesionales realizando perfectamente la captura de movimiento, a la hora de imitar los tonos aflautados de los borrachos cantando, los desarrolladores dieron un paso al frente y decidieron sacrificarse por el bien del equipo. “Fue una exigencia de nuestro director de sonido”, nos cuenta Jennings con una sonrisa. “Todas las voces las pusimos nosotros. Nos dieron la letra unos días antes y tuvimos que estudiar alemán. Compramos unos cuantos barriles de cerveza unas horas antes de la sesión, para asegurarnos de que nuestras cuerdas vocales estuvieran lo suficientemente lubricadas. La cantamos fatal. Todo el mundo pisaba a los demás y no atinábamos con el tempo ni muertos. ¡La mitad de las veces no se llegaba a entender ni una palabra!”. ¿Y cómo salió? “Se la dimos a un alemán nativo que nos dijo que sonaba bien” continúa Jennings. “Evidentemente, lo de la cerveza era importante. Nos lo pasamos muy bien”.
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