Get Even es un juego con mucho potencial, que apasionará a los amantes de los thrillers tecnológicos y policíacos gracias a una historia cruda, repleta de giros argumentales y que se mueve entre la conspiración y la venganza, convirtiéndose en una acertada fusión de videojuego y novela.
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En una era en la que los videojuegos se centran casi por completo en la experiencia multijugador (incluso los hay que directamente no incluyen modo historia o campaña), se agradecen lanzamientos como el de Get Even. Concretamente, el juego que nos ocupa, es diametralmente opuesto a esta tendencia competitiva que asfixia a los usuarios que disfrutan de las buenas narraciones. Sin modo multijugador, en Get Even solo podremos jugar al modo historia y… ¡menuda historia!
Despertamos en el jardín de un psiquiátrico abandonado sin saber quién somos ni qué hacemos allí. El único recuerdo que conservamos es el de una chica secuestrada, pegada a una bomba, a la que estábamos intentando salvar justo antes de perder el conocimiento para despertar a las puertas del sanatorio mental. Tras los primeros minutos de indagación descubriremos nuestro nombre, Cole Black. No obstante, esto solo dará paso a una lluvia de cuestiones a las que tendremos que encontrar respuestas. ¿Por qué estaba la joven secuestrada? ¿Era tu misión salvarla o estabas allí por otro motivo? ¿Quién te contrató? ¿Conseguiste rescatarla o llegó a detonarse la bomba y la chica murió? Si explotó, ¿por qué te has despertado sin un solo rasguño?
La investigación irá despejando algunos interrogantes, pero enseguida otros nuevos se abrirán, convirtiendo el sencillo puzle inicial en un auténtico rompecabezas de portentosas dimensiones. La confusión nos asfixiará a cada paso y más aún desde el momento en el que un extraño personaje contacte con nosotros. Se hará llamar Red y nos hablará a través de unas pantallas de LED instaladas por todo el psiquiátrico. Su imagen aparecerá borrosa y en ningún momento veremos su rostro. Red será nuestro único contacto con alguien vivo y cuerdo, con lo que no te quedará más remedio que dejarte llevar por sus consejos, aunque siempre con el poso de la duda sobre si realmente es un aliado o un enemigo en la sombra más.
Por otro lado, los pacientes del manicomio están libres y llevan un extraño aparato en la cara (eso de extraño habría que entrecomillarlo, porque son gafas de realidad virtual) el cual parece el detonante de sus arranques de furia y de su actitud hostil. Para colmo, los mercenarios de una corporación tecnológica también se interpondrán en nuestro paso para complicarnos aún más las cosas. Averiguar la verdad no parece que vaya a ser una tarea fácil, y os garantizamos que desenredar los hilos de esta historia no va a ser ningún juego de niños. De hecho, hay entuertos que es mejor no deshacer, porque puede que lo que encuentres no sea de tu agrado. Cole Black está a punto de aprender esta lección y solo tú puedes acompañarle en tan tortuoso camino.
Apartado Técnico
El juego sale al mercado a un precio que roza los 30 €. Solo con esto ya se intuye que es consciente de sus propias limitaciones y, fruto de ello, se oferta a un precio más que justo en relación a lo que ofrece su código. Get Even utiliza una cámara en primera persona y, por la historia que nos cuenta, queda patente que su fin principal es ser lo más inmersivo posible. De hecho, es un juego pensado para jugarlo con gafas de realidad virtual. La Pandora, que es el dispositivo que llevan implementados los enfermos del manicomio, son unas gafas de realidad virtual que permiten viajar a lo más recóndito de la memoria del individuo. Cole Black también lleva unas gafas Pandora puestas y es lo que le lleva a plantearse, de manera constante, si lo que está viviendo es real o no.
Para no volver a entrar en desgranar más detalles del argumento, retomamos el tema de la inmersión. Y la verdad es que sí, Get Even es inmersivo. En Xbox One no queda más remedio que jugarlo sin RV e incluso así consigue meternos de lleno en la historia y en ese decrépito manicomio, gracias a unos escenarios bien recreados y unos efectos de luz dinámicos muy acertados. Solo la baja resolución de algunas texturas, como la madera o el óxido de las verjas, desvirtúan el resultado final, con lo que se puede afirmar que Get Even es un juego excelente a nivel visual en la larga distancia, que pierde solidez en las distancias cortas. Sin embargo, el trabajo de optimización del título nos ha permitido jugarlo a 30 fps estables en todo momento y sin ningún otro tipo de tara técnica.
Intrigante, complejo e inmersivo - ¡Comparte!
Pero todo no es perfecto en Get Even. El apartado sonoro, por ejemplo, se muestra muy bueno en cuanto a melodías desde el principio, pero en ocasiones se escuchan pistas que rompen por completo el climax de lo que está sucediendo en pantalla. Un ejemplo es la fase del cementerio. Cuando los enemigos te descubren, en lugar de sonar una música épica, da comienzo una canción pop con tintes romanticones tipical teennager que te tientan a activar el mute mientras piensas “¿Qué narices se habrá fumao el director musical del juego?“.
Los efectos sonoros tampoco destacan ni incluso con auriculares. Se le podría haber sacado mucho más partido al escenario con sonidos de cañerías, portazos, bisagras chirriantes, pasos, etcétera. Sobre el doblaje decir que las voces están en inglés y que el trabajo de casting es excelente. Además, llega traducido íntegramente al castellano, lo cual es todo un acierto, ya que el juego está plagado de documentos que complementan la historia y, sin una buena localización, solo lo disfrutarían los usuarios con un nivel de inglés nativo, puesto que algunos de los textos son informes médicos o técnicos y los términos que se utilizan, en gran medida, se salen de lo coloquial.
Luego está el tema de los combates, escasos y mal implementados. La culpa la tiene una inteligencia artificial que es de todo menos inteligente. Básicamente, los enemigos se dedican a correr como pollos descabezados, sin orden ni concierto, y a veces se parapetan unos segundos para volver a echar a correr sin motivo aparente. También se vuelven ciegos de manera aleatoria. A veces matas a un compañero de manera sigilosa a un par de metros y otras veces te detectan desde una distancia mucho mayor e incluso sin estar mirando hacia nosotros.
Jugabilidad
Siguiendo con el tema de las secuencias de acción, estas no serán muy numerosas, y quizás por eso mismo nos sorprende tanto que no se les haya dedicado un poco más de mimo. Cada secuencia en la que aparecen enemigos se puede enfocar desde la acción directa o utilizando el sigilo. Los desarrolladores te dan pistas sobre la amplitud de maneras de enfocar cada situación, pero realmente no hay demasiado margen para resolver las situaciones de distinta manera. Al final todo se resume en abrir fuego sin miramientos o en matar uno a uno a los enemigos sin ser vistos, pero siempre siguiendo un camino lineal.
Luego están las armas. Da igual la que lleves, porque todas tienen prácticamente el mismo nivel de daño. Solo la escopeta tiene un rango de alcance inferior y las automáticas y semiautomáticas, como es obvio, tienen una frecuencia de disparo superior. Por lo demás, no es necesario preocuparse demasiado sobre el equipamiento. Lo llamativo de todo esto es la descompensación que existe en el armamento enemigo. Se nos ha dibujado más de una sonrisa en el rostro mientras jugábamos porque es curioso que los soldados tengan que coserte literalmente a balazos para acabar contigo, y que los desquiciados inquilinos del manicomio te tumben de un solo golpe de tubería.
Get Even también adolece de una importante carencia de personalidad. Las fuentes de inspiración son tantas y tan variadas, que acaba convertido en un frankenstein jugable. Por un lado está la ambientación, que recuerda a los geniales Condemned e incluso a Outlast. Cuando comienza a escarcear con los flashbacks, es imposible no acordarse de Quantum Break, con esos campos de fuerza que se construyen y se deshacen con la metáfora de los cristales rotos. Luego está la historia, cuyo estilo sesgado y repleto de giros y guiños a la obra de Stephen King, así como por su protagonista atormentado por el pasado el alcohol, las drogas y la pérdida de su familia, hacen que parezca que el libreto venga firmado por uno de los guionistas de Remedy.
Un thriller psicológico y policial con guiños a las obras de Stephen King - ¡Comparte!
El ritmo de juego tampoco lo convierten en un título recomendable para todo tipo de usuarios. La acción, como comentábamos, está dosificada con cuentagotas, está muy scriptada y es lineal, con lo que los fans de los shooters no quedarán satisfechos. También queremos ser claros: Get Even no es un juego de miedo. Te llevarás un par de sobresaltos en todo juego, como mucho, y solo tiene otro par de momentos tensos en los que realmente el entorno se vuelve opresivos, con unos enfermos en el manicomio que corean una tétrica canción sobre una fiesta en la que está claro que vas a ser el invitado de honor. Más allá de eso, no esperes que tu corazón se ponga a mil por hora con demasiada frecuencia porque no va a ser así.
La mecánica jugable se centra en investigar, leyendo los documentos que encontremos por nuestro camino y descubriendo pistas sobre lo sucedido. Algunos de estos papeles son anecdóticos, otros son confusos y el resto amplían y engrasan el hilo argumental. Sea como sea, encontrar todos los documentos de cada zona nos desbloquea un código de seguridad que podrás utilizar en ciertas zonas ocultas, en las que encontrarás nuevas secuencias de vídeo y un arma nueva que podrás equipar desde la sala de investigación. Esta sala aglutina todas las pruebas encontradas y te permitirá rejugar cada uno de los niveles. Así pues, si no eres muy amigo de la lectura y te gustan los sobresaltos y la acción, puede que Get Even no sea tu juego.
Además de todo esto, los desarrolladores han querido innovar implementando un accesorio para tu arma principal, al cual no se le saca demasiado partido por culpa de un diseño de niveles que tampoco fomenta su utilización. Nos referimos a la doblaesquinas. Este gadget permite que asomes el cañón del arma por una esquina y, al pulsar LB o RB, esta apunte hacia izquierda o derecha sin tener que exponerte saliendo de la cobertura. También se ha querido implementar situaciones en las que tu decisión marque el devenir de los hechos, pero luego estos tienen escasa o nula afectación en la trama, más allá de que un personaje terciario, o incluso de menor importancia, muera en ese mismo momento o más avanzada la historia.
Duración
Este es el punto fuerte del juego, ya que, como mínimo (y si no decides pasar de los documentos y los lees todos) vas a tardar entre 10 y 15 horas en pasarte la campaña. Luego está el tema de los coleccionables, que puede alargar la duración en unas 5 horas más y, como decimos, dar con todos desbloquea material adicional que no está demás tener y visualizar. Al margen de esto, dar una segunda pasada a la historia tienta bastante por lo enrevesada que resulta. Una segunda partida te hace verlo todo desde un enfoque diferente y rellena huecos que quedan vacíos si solo lo pasas una única vez.
Conclusión
Get Even es el patito feo de los videojuegos porque, por culpa de lo difícil que se le hace definirse a sí mismo, genera sensaciones muy contradictorias en el usuario. Tampoco ayuda su falta de carisma, evocando en nuestra mente grandes títulos previos cuya calidad era muy superior. Pero que nadie se equivoque, Get Even es un juego con mucho potencial, que apasionará a los amantes de los thrillers tecnológicos y policíacos gracias a una historia cruda, repleta de giros argumentales y que se mueve entre la conspiración y la venganza, convirtiéndose en una acertada fusión de videojuego y novela. Los fallos que acumula a nivel jugable no le ayudan a destacar, pero lo compensa con una duración más que justa en relación a su precio.
*Gracias a Bandai Namco por habernos proporcionado el material para la review.