Habiéndonos tomado nuestro tiempo para jugarlo y asimilarlo, analizamos al fin el que podemos decir tranquilamente que es el mejor juego de Rallys de la última década. DiRT Rally ofrece simulación y diversión extrema a partes iguales.
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No os escondáis por ahí, que os he visto. Avisamos a todos aquellos que creían que nunca iban a ver un nuevo Colin McRae Rally y echaban de menos las horas que pasaron con las primeras entregas hace ya más de 10 años, que pueden salir de sus madrigueras llenas de barro y nieve, porque DiRT Rally es el digno sucesor de la franquicia, que da un paso atrás alejándose de la parafernalia tipo campeonatos festivalescos de los últimos DiRT para dar 5 pasos adelante como título de conducción y es que incluso en la maravillosa pasada generación no nos pudimos encontrar una digna simulación de rallys que llenara el corazón de los amantes de la simulación en los terrenos más difíciles.
Y es que cuando Codemasters presentó su título por sorpresa por Early Access en Steam, los usuarios de consola nos revolvimos de la envidia al ver las opiniones de los que empezaban a probarlo, poniéndolo en un altar de la simulación de rallys. El juego prometía simulación sin adornos, algo que se alejaba definitivamente de la perspectiva más arcade de los anteriores DiRT que sin llegar a estar nada mal, si que iban dirigiéndose por ese camino. La triste muerte del mismísimo Colin McRae parecía traer consigo la decadencia de la serie, que tuvo en DiRT 3 un juego completísimo pero que había perdido todo el espíritu del original.
Por suerte, al poco tiempo se anunció que los usuarios de consola también tendríamos versión de DiRT Rally, visto el gran éxito que tuvo la previa para compatibles. Y aquí estamos, varios meses después de habernos enfrentado a todo tipo de terrenos, conducido coches de todas las épocas y sabiendo lo que es necesario para poder analizar este título.
Apartado Técnico
Sin ser ninguna maravilla gráfica, si que se posiciona como el juego más conseguido de su categoría en consolas, sobre todo por su tremenda simulación física, que pronto conoceremos cuando estrellemos el coche la primera vez. La aceleración, la frenada, la transferencia de peso entre ejes, el agarre en el terreno…todo se junta para dar una sensación descomunal de estar pilotando un coche de estas características.
Para los más escépticos del tema, si que finalmente ha llegado a 1080p y 60fps, ofreciendo una calidad de imagen impecable con un antialiasing que nos hace olvidar del todo los temidos dientes de sierra. Pero como viene también siendo habitual, esta configuración exigía un recorte en la resolución de las texturas del coche, y en la calidad de las sombras del camino, que a veces veremos tremendamente pixeladas debido a su iluminación dinámica y la interacción con las partículas de polvo, nieve o barro, que si están muy bien recreadas y nos darán visibilidad y realismo a partes iguales.
Y como no, los grandes protagonistas del juego, los coches, cuyo modelado no es tan espectacular como los que podemos ver en cualquiera de los Forza, pero no quiere decir tampoco que no sea detallado, ya que están recreados con todo lo necesario para poder disfrutar de una conducción espectacular. Las cámaras interiores del vehículo reflejan muy bien todo el salpicadero y los indicadores del coche reflejan la velocidad, revoluciones y problemas que puedan surgir, como por ejemplo el piloto de calentamiento del aceite.
Seguramente sea algún tipo de ilusión óptica, pero parece que el coche se maneja diferente con cada vista que uses, seguramente para adaptarse a tus movimientos y que no parezca tan artificial. Incluso hay etapas en las que con la vista exterior vas algo más cómodo y el contravolante es más fácil de hacerlo, normalmente cuando tienes más ancho y espacio para maniobrar. Y con las etapas de curvas sucede de manera diferente, al ir a más baja velocidad y con una carretera más estrecha, una vista interior o desde el capó parece beneficiar el efecto.
[quote_right]Si el copiloto dice “ojo cuidao”, más te vale frenar o hacerle caso[/quote_right]Aunque personalmente, prefiero ir siempre desde el interior. La arena, nieve o polvo se te pega en la luna y te impide ver con claridad la carretera, como le sucede a un piloto de verdad. En los repechos no ves que trozo de carretera vendrá a continuación, lo que te obliga a seguir a pies juntillas otro de los grandes logros de DiRT Rally: el copiloto. En un perfecto español, y con muchísimas variantes en las indicaciones, será esencial concentrarnos en su voz para poder hacer buenos tiempos en cada etapa, pudiendo incluso modificar el “tempo” con el que nos anuncia cada nuevo movimiento y sus enlaces. Nos encantan los “ojo cuidao”, que suelta literalmente.
Jugabilidad
Para hablar de este apartado es obligatorio separarlo en los 3 principales modos que tiene DiRT Rally: Rallycross, Rally y Hill Climb. Y aquí viene uno de los pocos inconvenientes, si podemos llamarlo así, que nos hemos encontrado en el juego, que necesitaremos un coche para cada uno de los modos. El coche nos cuesta créditos y desde el principio nos dará para uno muy básico, hasta que ganemos carreras y dinero suficiente para poder comprar nuestro próximo vehículo. Problema: las pruebas de Rally dan más dinero y comenzar con un Rallycross nos obligará a repetir las pruebas en bastantes ocasiones hasta que le cojamos el tranquillo.
[quote_right]Resulta adictiva la concentración requerida para ir mejorando tus tiempos[/quote_right]Sin haber una gran variedad de coches, que están divididos a su vez por épocas, para que nuestros tiempos vayan acorde sólo con un determinado tipo de competidores, por ejemplo leyendas de los años 60, 70, 80, 2005, etc… pasaremos desde un Renault Alpine del 62 hasta un Subaru Impreza de 2014. Evidentemente, habrá que tener en cuenta la tracción y el tipo de conducción que hagamos. No sirve de mucho coger el poderoso Lancia Stratos si luego no sabemos controlar su tracción trasera como debiera.
En Rallycross participaremos en carreras de circuitos cerrados junto a otros coches al mismo tiempo, con un máximo de 6 competidores. En las primeras rondas de clasificación contará sólo nuestro tiempo total que se comparará con el resto de mangas celebradas por tus contrincantes, para después pasar a una fase de eliminación en las que si no nos quedamos entre los tres primeros, nos apearán del campeonato. En esta prueba teníamos graves problemas en cada salida, con nuestro coche patinando sin remedio en cada salida, algo que poco a poco conseguíamos minimizar, pero que nos ponía muy cuesta arriba conseguir la victoria.
La estrategia a veces puede parecer simple cuando juegas con otros coches, pudiendo apoyarte en ellos en las curvas, apurando frenadas mientras chocas con ellos (y demás cerdadas que puedes hacer a la IA), pero para eso están los jueces, y penalizarte con tiempo cada vez que te pasas de la raya…o recortas demasiado en una curva.
Luego tenemos los Hill Climb, o subida de colina, en el que nos pondremos al mando de un potente coche, para recorrer un circuito cuesta arriba lo más rápido posible. Son etapas relativamente cortas al principio, pero las sinuosas curvas que encontramos en cada subida dificultan mucho la conducción y lo que es peor, podremos salir disparados prácticamente al vacío si no medimos bien la frenada.
Es el modo más “recortado” con sólo 3 vehículos disponibles, y que en realidad no ofrece una recompensa muy jugosa para el rato que puedes invertir en él. Lo que menos nos ha gustado es algunas etapas con señales o adoquines puestos a muy mala leche para que nos demos el piño y tengamos que reiniciar la partida.
Y llegamos al modo rey del juego, que es el Rally. Al estilo más clásico, nos enfrentaremos a distintas etapas de varios paises, donde iremos sumando nuestro tiempo conseguido frente al del resto de nuestros competidores, en realidad, nada nuevo. Pero, joder, ¿quién quiere una campaña con un rally entero por delante? Resulta una sensación brutal tener que estar totalmente concentrado para no perder ni un segundo durante etapas de casi 10 minutos de duración de media, así dicho parece poco pero cuando estemos delante de caminos estrechos de nieve que nos sacarán fuera constantemente u horquillas engañosas, esos minutos se nos harán eternos. Hemos maldecido más de un trompo cual muerte en Dark Souls cargado de almas.
Duración
Un juego de este estilo es un auténtico “comehoras”. Entre las largas etapas, la dificultad que te obligará a reintentar más de una etapa para arañar algo más de tiempo y el dinero necesario para adquirir todos los coches, que no es poco, tendremos una bonita cifra de horas jugadas en Xbox Live sin darnos cuenta.
Porque en cada una de las pruebas, si quedamos entre los 3 primeros en la fase final, podremos acceder al siguiente escalón de dificultad (no podremos seleccionarla directamente), que nos hará la competición más complicada con rivales más preparados, etapas o rallys más largos y en definitiva, un reto mayor que se va adaptando a nuestra habilidad.
No penséis que estamos solos ante todo este pilotaje, nos acompañará un equipo de ingenieros que podremos seleccionar nosotros mismos, pero a los que tendremos que pagar un sueldo por cada determinado número de etapas. Los profesionales más cualificados costarán más, pero serán capaces de repararnos el coche mucho más rápido. Algo esencial en las competiciones más exigentes. Incluso podremos otorgarles de habilidades especiales que bonificarán sobre una determinada reparación, como un 10% menos en reparar problemas de transmisión o un 5% menos en reparar coches americanos.
Y no podemos olvidarnos de las posibilidades online del título, que nos ofrecerán la posibilidad de entrar en copas para competir con otros, aunque está limitado al modo Rallycross. Lo que de verdad si puede interesar son los retos diarios, semanales y mensuales. En el reto diario tendremos acceso libre sin necesidad de tener el vehículo que requieren comprado, al contrario que en los otros dos. Es una prueba normalmente dura, en la que podremos ganar una buena cantidad de créditos, pero con cuidado, porque sólo tendremos un intento por día, si fallamos, salimos a mitad de la carrera o apagamos la consola, decidle adiós a esa prueba hoy.
Conclusión
DiRT Rally rebosa calidad de conducción y simulación por los cuatro costados, podemos afirmar tranquilamente que es el mejor juego de Rallys que hemos probado jamás, aunque le faltan algunos detalles como más localizaciones, vehículos o un sistema más accesible para que llegue a esa perfección que refleja en las ruedas de cada coche.
La sensación que otorga conducir por las carreteras más estrechas que hemos visto en un juego de estas características, es impagable, y prácticamente es un juego de compra obligada si te gusta el género de la conducción y mucho más si flipabas en su día con los Colin McRae, V-Rally, Richard Burns Rally, etc..
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Además, cierra con apartado técnico sin alardes que cumple perfectamente en todos los sentidos para lo que se requiere en este tipo de juegos y una selección de modos algo moderada pero que te sirve para centrarte en lo más importante, conocer cada etapa al dedo y rascar un segundo más en la tabla de clasificación. Imprescindible.
*Gracias a Koch Media por habernos proporcionado el material para la review.