Analizamos Xenoraid, un shoot'em up de desplazamiento vertical con una interesante propuesta procedural y de jugabilidad.
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La ciencia ficción es un género que ha acompañado a los videojuegos desde el principio de los tiempos. Y como antes la tecnología no daba para demasiado, los desarrolladores se apañaron con lo que pudieron para recrear uno de los tropos más deseados y excitantes que nos puede ofrecer el género: las batallas de naves. Desde los tiempos de Galaga, el género de los shoot’em up de desplazamiento vertical ha evolucionado de formas sorprendentes, y abandonado ya por el mainstream, le ha tocado el turno a los indies darle una puesta apunto para las exigencias del nuevo milenio. Este es el caso de Xenoraid, un juego modesto pero, al fin y al cabo, divertido, que introduce interesantes mejoras para no convertirse en uno más. Hoy, lo analizamos.
Si a algo me ha recordado éste juego más que a cualquier otra cosa, es a mi época fan de Battlestar Galactica (2004), donde las batallas entre los Cylons y los humanos montados en sus Viper (cazas espaciales) copaban una parte esencial de la serie. Ciertamente, los diseños de Xenoraid no se alejan demasiado de los planteados por la serie de Roger Moore, que aprovecho para recomendaros como lo mejor que se ha hecho en el género la pasada década.
La historia es mil veces sabida: los humanos se enfrentan a su particular guerra del primer contacto, y deberán prepararse para enfrentar a hordas de naves alienígenas que planean invadir la Tierra. Para ello, deberemos luchar en diferentes escenarios para detener el avance enemigo, como Marte o la Luna. Pero más allá del argumento, que todos sabemos que es lo menos importante, Xenoraid, como antes comentábamos, sabe desmarcarse de sus hermanos mayores.
Apartado Técnico
A veces es difícil valorar el apartado técnico de los indies por el simple hecho de que debes bajar la barra de medir hasta equipararlo con otros juegos de su misma categoría. Digamos que Xenoraid ofrece unos gráficos austeros y de tipo cartoon cumplidores pero no deslumbrantes y con espacio para la mejora. En los menús que nos preparan de una batalla a otra han tirado por la vía fácil y en vez de recrear animaciones en 3D han utilizado dibujos que recuerdan mucho a lo que ya hacía otro indie que también analizamos aquí, Ninja Pizza Girl. El diseño no es para tirar cohetes pero se agradece que hayan optado por este método para algo tan insulso como las pantallas de menú y así reservar fuerzas para lo que de verdad importa, el gameplay. En este la cosa mejora, pero tampoco se dispara. Los fondos utilizados son bastante básicos y solo varían al cambiar de mundo y en misiones aisladas.
El diseño de las naves enemigas no es demasiado variado, así como el de nuestras naves, que se dividen en dos tipos: pesadas y ligeras. Las primeras parecen una versión en miniatura de las Estrellas de Combate de Battlestar Galactica y las ligeras son puro Viper. Cuando el escenario se llena de naves, disparos y meteoros, el juego aguanta bien el tipo y ofrece lo que se espera de él, frenetismo en pantalla. En cuanto a la música, sintetizadores por un tubo nos acompañaran en nuestra travesía galáctica con melodías poco memorables pero solventes en su cometido.
Jugabilidad
El aspecto más importante del juego y en el que han centrado todo su ingenio los creadores. Normalmente, el género de los shoot’ em up de desplazamiento vertical utiliza batallas secuenciadas donde las naves enemigas aparecen según los designios del diseñador, cual ballet ruso. En este caso, han querido optar por un modo más procedural (la nueva moda de los últimos años junto a los FPS) que elimina la memorización por parte del jugador de cuándo van a aparecer los enemigos en las misiones o de dónde van a hacerlo, agregando un elemento de sorpresa y hasta de cierta frescura. Siempre puedes hacerte una idea de cómo vas o cuanto falta por un útil contador en la esquina inferior izquierda, que indica las naves nodrizas que restan o los cazas. Este número no es fijo y puede aumentar, ya que dichas naves nodrizas expulsan cazas de su interior, por lo que es capital acabar con ellas cuanto antes.
Otra de las grandes bazas del juego, además de este sistema, es la capacidad de ir alternando entre cuatro tipos de naves. Nos explicamos. Cada misión en los diferentes escenarios contará con un escuadrón de cuatro pilotos, todos ellos diferentes y aleatorios. Estos pueden portar tanto naves pesadas como ligeras, y una combinación de ambas es clave para hacerse con la victoria. Las naves ligeras disparan fuego rápido y misiles, y lo más importante, son muy rápidas para esquivar el fuego enemigo. Las naves pesadas cuentan con la artillería necesaria para tumbar a las naves nodrizas de unos pocos golpes, y se dividen en diferentes tipos, como nucleares o eléctricas. Las primeras causan una gran explosión y las segundas crean una onda aturdidora que desactiva momentáneamente los escudos enemigos.
La gracia es saber combinar el uso de estas cuatro naves, disponibles para su cambio inmediato a través de los botones X Y A B de nuestro mando. Todas ellas tienen una barra de vida que, lógicamente, irá disminuyendo con el número de golpes. Es preferible dejar las barras de vida al mínimo que llevar a la muerte al piloto, pues de una forma se puede reparar por un módico precio y la muerte equivale a la compra de una nave en su totalidad, lo cual es bastante más caro y te impedirá aplicar otras ventajosas mejoras, como un menor calentamiento de las armas o un mayor sistema de defensa. Las naves se pueden vender en todo momento para poner en tu escuadrón la combinación que prefieras. Otra cosa importante a señalar es que el piloto que más utilices en combate más subirá de rango y a más rango más dinero es el que te darán al final de cada misión para mejorar el equipo. Es muy importante que este piloto no muera, pues si lo hace empezarás de cero con uno nuevo.
Combinar las 4 naves diferentes de las que disponemos es esencial en Xenoraid - ¡Comparte!
El juego, como hemos dicho antes, se estructura a través de cinco mundos con un número variado de misiones cada uno. Dentro de estos mundos, tendremos agrupaciones de misiones, que pueden ser dos, tres o cuatro, que una vez superadas nos marcarán como el checkpoint. Si abandonas el juego antes de llegar a un punto de control, perderás todos los avances que hayas hecho. Una vez dentro de la misión, puedes abortarla volviendo al punto de control o empezando ese mundo de cero, cuidado donde pulsáis porque podéis perderlo todo, como me pasó a mí por querer ir demasiado rápido.
Dentro del combate, una de las cosas que más se agradecen es la total libertad que tienes por el escenario y la posibilidad de poder disparar en desplazamiento lateral, algo muy útil cuando los enemigos entren por las diagonales, lo cual ofrece un toque extra en intensidad. Además, podremos pasarnos todo el juego en cooperativo a cuatro, ideal para las partidas de sofá, aunque no incluye cooperativo online (limitaciones que también tenía otro divertidísimo juego como Overcoocked).
Duración
Siempre soy partidaria a decir que la duración es tan variable como tu aptitud a los mandos, en el caso de la mía, seguro que muy por debajo de la media. El juego cuenta con dos modos, la historia principal y el modo supervivencia, que como su propio nombre indica consiste en sobrevivir a las oleadas enemigas hasta que el cuerpo aguante. La historia principal cuenta con cinco mundos, con un número de misiones variables que se irán incrementando con el nivel de dificultad al igual que la duración, que bien se podría reducir a las cinco o seis horas de juego, con la posibilidad de volver a rejugarlo por el hecho de la misiones procedurales.
Conclusión
Xenoraid no os va a cambiar la vida, pero quizá os la entretendrá un rato. Es de esos juegos que a mi me gusta llamar “para tiempos muertos”, entre los que quieres echar una partida rápida para desconectar de todo mientras empalmas entre otros juegos, los importantes, es por ello que personalmente me fastidia un poco que haya tantas restricciones para el guardado y debas acceder a un checkpoint para no perder el progreso.
El gameplay es divertido y la curva de dificultad está muy bien ajustada, por lo que siempre se postula como un reto a batir. Las diferentes funcionalidad como el escuadrón o el elemento procedural le dan un toque distintivo que le diferencian de sus rivales. Cabe añadir que está completamente en inglés, y si bien para la historia no es un problema, porque creedme, no os perderéis nada, quizá para los menús y las mejoras es un inconveniente para entender qué hacen y dejan de hacer. Un juego correcto que, si os gusta el género y tenéis diez euros para gastar, no os decepcionará.
Pros | Contras |
* Incorporación de un escuadrón. | * Apartado gráfico justo. |
* Misiones procedurales. | * Sin cooperativo online. |
*Bajo precio | * Totalmente en inglés. |
*Gracias a 10Tons por habernos proporcionado el material para la review.