Microsoft confirma que Xbox Series X y Xbox One compartirán exclusivos durante uno o dos años. Analizamos esta decisión.
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Saltaba la noticia hace muy poco, y en tan solo unos días cada uno ha dado la interpretación que ha querido de las palabras que se salieron de la boca de Matt Booty. Realmente las palabras del directivo no dejan mucho lugar a la imaginación, Xbox One y Xbox Series X compartirán todos los lanzamientos exclusivos durante al menos el primer y segundo año de vida de la nueva máquina.
¿Es malo? ¿Es bueno? Si me preguntas por mi opinión personal, es una estupenda noticia. Sin embargo esto tiene más bien un fin comercial que los americanos llevan definiendo desde que se puso sobre la mesa el camino marcado con Xbox One X. Tras la coletilla “no dejar a nadie atrás”, la compañía quiere que la transición no sea un dolor de cabeza para aquellos que recién se acaban de comprar una Xbox One en cualquiera de sus modelos.
El enfoque en Xbox Game Pass
La razón de ser de todo esto tiene un nombre, Xbox Game Pass. El servicio por suscripción de los de Redmond es lo que les ha hecho virar hacia este modelo de transición blanda. Pensadlo, no vendes suscripciones si tu base instalada es cero; menos aún si encima obligas a cambiar de máquina el día de lanzamiento a los usuarios que ya te están pagando la membresía.
A la compañía americana no le interesa que los usuarios se sientan obligados a abandonar su hardware porque corren el riesgo de que cancelen la suscripción, o peor aún, que se muevan de plataforma. El desembolso de una nueva consola puede ahuyentar a los consumidores de perfil medio/bajo. En Redmond ya saben y tienen detectado quienes serán los que se compren la consola en su lanzamiento, y son usuarios que quieren jugar en un modelo premium. A este perfil de cliente no le importa compartir catálogo con otra máquina, seguirá consumiendo lo mismo.
Esto lo hemos visto con Xbox One en su lanzamiento y los juegos compartidos con Xbox 360. Pero el ejemplo más claro es Xbox One X, la consola no solo revitalizó el interés por la marca, si no que se convirtió en lo único que amortiguó la bajada de ingresos por hardware de la división dado que el precio de los modelos Fat y S iba en caída libre.
Varios Kits, mismo SDK
Uno de los argumentos que estoy leyendo últimamente es que el modelo S va a lastrar a Series X porque se presupone que hay que limitar características pensando en Xbox One S. Un argumento falaz por varios motivos. Pero el más importante tiene que ver con que ambas máquinas comparten un mismo entorno de desarrollo pese a contar con kits diferentes.
El SDK basado en DirectX 12 permite una escalabilidad de los first party que no habíamos visto antes, y eso se traduce en no limitar a los estudios a la hora de crear. Gracias a esto un mismo juego puede correr en su máximo esplendor en las tres máquinas, Xbox One S, X y Series X. Un buen ejemplo serían juegos como Forza Horizon 4 o Gears 5, son dos de los juegos con mejor apartado gráfico en Xbox One S y ya ni hablar en el modelo X. Según el propio Rod Fergusson.
Todo el sistema de fondo es siempre el mismo, por lo que para nosotros no es tan complicado. Utilizamos siempre Xbox One como base, y luego para las demás que tienen más capacidad vamos subiendo el listón y vamos mejorando las cosas para ellas.
Pero hay más, el hecho de que los juegos no se van a ver lastrados por esto también lo aclaraba el mismo Matt Booty en las declaraciones que han hecho ‘explotar la red’. Booty aseguró que querían que estos juegos aprovechasen todas las características del nuevo hardware. En resumen:
- Se diseña la base del juego en el SDK teniendo en cuenta Xbox One.
- Se hace upgrade en base al hardware superior gracias a los kits de desarrollo. La idea es aprovechar la potencia y funcionalidades extra para añadir, entre otras cosas, Ray Tracing, mejores texturas o físicas gracias al middleware escalable.
- Misma base, diferentes versiones con mejoras next gen.
¿Es la GPU un problema?
Llegados a este punto hay quien podría pensar en que la diferencia entre ambas GPU si es un problema. Es cierto que habrá diferencias entre la GPU de Series X y la de One. También las habrá en el caso del Jaguar modificado que calzan el modelo X y el modelo S.
Para todo esto, la clave está en las palabras de Fergusson a las que hacíamos alusión antes. Mientras controlen el entorno, no hay problema. El mejor ejemplo lo tenemos precisamente en como desarrolla The Coalition para PC, el hecho de que haya cientos de configuraciones y marcas diferentes no ha mermado el resultado.
En PC es diferente, porque hay muchísimas configuraciones posibles. Diferentes GPU o CPU por ejemplo. Tienes varias posibilidades y combinaciones. Puedes tener mucho de una cosa pero no de la otra. Así que esa parte es más complicada. Evidentemente, trabajamos muy de cerca con los fabricantes de tarjetas gráficas para tener los drivers que nos permitan hacer las cosas que queremos hacer, pero en el diseño de interfaz de usuario, el PC está incluido desde el principio.
Es la misma gente la que desarrolla para Xbox y PC para intentar asegurarnos de que todo tiene la misma sensación. Pero no, no ha sido muy difícil.
¿De verdad es algo malo?
No entiendo muy bien como hay alguien que ve como una política negativa que Microsoft no quiera obligarte a comprar una nueva máquina. Al final, al menos durante estos dos años, no necesitas comprar nueva consola si te vale con jugar a las versiones modestas. Si eres más entusiasta y quieres hacerlo con las máximas prestaciones, pues te toca pasar por caja. Algo que existe en el mercado de los smartphones o del PC por ejemplo.
Puedes jugar en Xbox One, Xbox One X, Series X, PC o en tu móvil a través Project xCloud. El negocio está en el software, los juegos y los servicios son los que dejan el dinero a las arcas de Sony y Microsoft. Las nuevas consolas solo son un vehículo para que los usuarios sigan pagando suscripciones y pagando por los juegos y DLC’s.
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Durante un tiempo prudente, la transición de una consola a otra será amigable para los usuarios. Gracias a esto la división de Xbox seguirá generando ingresos que se traducirán en más juegos para todas las consolas y PC que corran los juegos de Xbox Game Studios.