La cuenta atrás para la nueva generación está cada vez más cerca de finalizar, y con ella de introducirnos de lleno en el mes de noviembre y ser espectadores de los lanzamientos de las nuevas máquinas de Microsoft y Sony, que se lanzarán el 10 de noviembre y el 19 de noviembre respectivamente. Sin duda un evento que todos los jugadores tenemos ganas de que se produzca, y a la vista están las continuas noticias por parte de ambas compañías sobre la rapidez con la que se han agotado las reservas y lo que parece ser ocasionará un stock inicial por debajo del esperado, haciendo que las primeras semanas al menos haya una gran escasez del mismo.
De todos modos, no es del éxito que están alcanzando los americanos y los japoneses con sus próximas máquinas lo que quiero tratar aquí, ni quiero abrir debate sobre la “guerra” que mantienen ambas compañías por el liderazgo, de la que más bien somos los consumidores quienes provocamos la mayor parte de bajas, y esto es una forma de hablar sobre como nos aferramos a una u otra compañía porque queremos que sea la mejor en todo. Realmente, como en todas las generaciones y en la propia vida, nada ni nadie puede ser lo mejor en todo. Los habrá más rápidos y más fuertes, más astutos o inteligentes, pero todos tendremos nuestros puntos fuertes y débiles. Pero tampoco es el caso, la cuestión es que quiero hablaros sobre porqué pienso que la próxima generación vaya a ser la mejor generación de videojuegos que se recuerde, y es solo una opinión personal y una forma de ver las cosas que muchos compartiréis, aunque probablemente otros muchos no.
En primer lugar es importante entender que cuando hablo de la mejor generación de videojuegos hay que apartar los sentimientos y la nostalgia a un lado, yo mismo sigo anclado a muchos títulos de PS One porque es la generación con la que descubrí mi amor por los videojuegos y me acompañó durante mi niñez, además de que muchos de mis títulos favoritos o que más me han marcado han salido en ella. Pero debemos pensar las cosas de forma objetiva, y entender los videojuegos como algo que evoluciona y se adapta a los nuevos tiempos, como ocurre con el cine o la música. Y que además, ser conscientes de cada generación será el punto de entrada de muchos jóvenes que se adentren el mundo de los videojuegos.
El streaming como futuro de los videojuegos
Dicho esto, creo que la oferta que existe actualmente y que se verá reforzada próximamente hará de esta próxima generación la mejor de todas, no hablo de potencia, ni de rapidez, ni de exclusivos o de servicios, hablo de la oferta que tenemos como jugadores. Recientemente Amazon ha anunciado Luna, su propia plataforma de streaming que empieza con un precio de 5,99$ y que espera rivalizar directamente con la propuesta de Google Stadia. Ambos pesos pesados que inician un camino que deberán compartir con Microsoft gracias a su recientemente estrenado xCloud. Más tímidamente está GEFORCE Now y es de suponer que Sony continúe apoyando y respaldando su servicio PS Now, el cuál parece ir un poco por detrás, pero que creo podría llegar a tener más potencial, gracias sobre todo a muchos de los títulos exclusivos que tienen en propiedad los japoneses.
Además, es importante tener en cuenta que el juego en la nube supone una gran baza de entrada para muchos jugadores, y es que no todos los usuarios tienen consolas o un PC potente para disfrutar de los videojuegos, pero el que más o el que menos tendrá un móvil actual, una televisión, un tablet o portátil con la capacidad suficiente para controlar los juegos en streaming, siempre y cuando tengan una conexión a internet decente, eso sí.
De este modo, son varias las empresas que ofrecen la posibilidad del juego en la nube, una oferta que ya de por sí es más amplia que cualquiera de las generaciones de consolas desde que tengo uso de razón, donde como máximo compitieron tres compañías. Todas estas opciones obligarán a sus respectivas empresas a dar lo mejor de sí y ofrecer unos precios competentes y acordes a lo que ofrecen si quieren conseguir suscriptores y fidelizar a sus usuarios. Y esto amigos míos, hace que los jugadores seamos más fuertes de lo que creemos, tenemos gran variedad de opciones a elegir en función de nuestra conveniencia o lo que queramos jugar, tan solo debemos expandir nuestras miras y ver que más allá hay un montón de opciones interesantes, que además en este caso al no conllevar compra de hardware o suponer solo la compra de un mando (que en muchos casos son compatibles unos con otros) harán que podamos disfrutar una temporada de un servicio, cambiar a otro y volver al que teníamos contratado según nos plazca.
La próxima generación en consolas también apostará fuerte
Al margen del juego en la nube, también hemos asistido al nacimiento de las nuevas consolas. Por un lado Sony llega con un impulso demoledor gracias al éxito cosechado con PlayStation 4 y sus exclusivos, además de haber firmado ya acuerdos de exclusividades temporales para su PS5 tan potentes como Final Fantasy XVI y Ghostwire Tokyo (curiosamente ahora propiedad de Microsoft). Sony además es una de las veteranas en la escena de los videojuegos y ya ha demostrado tras cuatro generaciones que sabe como fidelizar y tener a sus usuarios contentos.
En otra de las esquinas del ring, Microsoft ha logrado sobreponerse a todos los errores cometidos con el lanzamiento de Xbox One y ofrecen dos opciones de juego que a mi modo de ver son bestiales, por un lado la potencia bruta de Xbox Series X y por otro, sacrificando los 4K pero manteniendo el resto de ventajas de la nueva generación y un precio muy coqueto, Xbox Series S. Cuando hablo de precio coqueto hay que mencionar que son 299€, que es el precio al que se mantiene una PlayStation 4 Slim a dos meses de estrenarse la nueva generación.
Por si todo lo anterior pareciera poco, los de Redmond abrazan sus nuevas máquinas con Game Pass, xCloud, acuerdos con EA para unificar sus servicios con EA Play y un sistema de compatibilidad que es la envidia de todas las consolas. Sin duda, una apuesta muy fuerte y que se ve respaldada por los usuarios y sus ahora 23 estudios de desarrollo (tras la compra de Bethesda por parte de Microsoft), que desde el día uno de lanzamiento sacarán sus títulos en el servicio de suscripción Xbox Game Pass. En resumen, la apuesta de los americanos es Xbox como ecosistema, uno que abarca todos los palos posibles. Tal es la contundencia que están mostrando Phil Spencer y su equipo que incluso en Japón han agotado todas las reservas de sendas máquinas en apenas unos minutos, algo que hace un año podría parecer impensable dado el poco poder de marca que tiene Microsoft en el país del sol naciente, un mercado que sin lugar a dudas siempre se le ha resistido.
Finalmente, los de Kyoto sigue arrasando con su sistema Nintendo Switch, a la cuál no sólo le quede recorrido para rato, y es lógico cuando ya se adelantó la segunda parte de Breath of the Wild, sino que se espera que su sucesora siga sus mismos pasos y sea totalmente compatible con ella. Solo el tiempo dirá si estos pronósticos se cumplen, lo que sí está claro es que Nintendo siempre está ahí y tiene muchas opciones a repetir el éxito que ha sabido cosechar esta generación.
El mundo del PC sigue siendo una gran opción: Tiendas y servicios
No menos importante, estos últimos años hemos visto la aparición de Epic Games Store en PC, la cuál irrumpió a base juegos gratuitos mensuales en el mundo de los compatibles poniendo un serio rival frente a Steam, que ya desconocía desde hacía mucho lo que era tener una competencia fuerte en su mismo mercado. Además de la Microsoft Store, que si bien en ventas es muchísimo menos fuerte que sus rivales, se beneficia de su servicio de suscripción Xbox Game Pass para ofrecer una amplísima variedad de juegos sin coste adicional.
En mi vida de jugador nunca había presenciado tal cantidad de opciones para jugar, el panorama es alentador dado que opte por una consola o por un PC, veo que puedo decidir que quiero y veo que todas las opciones son igualmente válidas. Más allá de una marca, puedo decidir que quiero jugar en cada momento. Este escenario que muchas veces parece que no es el ideal porque “nuestros favoritos no ganan”, es realmente el escenario en el que ganamos nosotros, los jugadores. Hemos visto a Microsoft aprender de sus errores y ofrecer buenos servicios a sus usuarios a precios razonables, y veremos como el resto de compañías no tendrán más opción que bajar de las nubes y seguir esos mismos pasos, no en lo que deban ofrecer, sino en el afán de superación y de hacer las cosas mejor. Esto nace de buscar opciones que sean atractivas para los usuarios, donde busquen no solo ofrecer muy buenos productos sino tener un amplio catálogo, opciones de juego, servicios, precios económicos y un largo etecétera.
Todo eso llegará, y todo gracias a la competencia que suponer tener un montón de compañías fuertes que buscan su trocito de pastel en una de las industrias que más dinero llegan a mover a día de hoy. Además, como usuarios y con el crossplay cada vez más extendido, podremos escoger libremente la plataforma donde queremos jugar sin preocuparnos de cuál es la que tienen la mayor parte de nuestros amigos, algo que sí se valoraba esta generación y la anterior. Por mi parte, no puedo tener más ganas e ilusión por vivir y ver todo lo que está por llegar próximamente. Más allá de una “guerra”, la próxima generación promete ser el mejor escenario posible para disfrutar de los videojuegos.