Un juego con la estela espiritual de Zelda llega a revivir sensaciones a Xbox One, aquí nuestro análisis de Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas.
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Durante la generación anterior y lo que llevamos de esta, los juegos protagonistas o los que acaparan más miradas son aquellos que cuentan con un argumento o historia muy adulta y madura, donde todo tiene un prisma oscuro, o bien, las armas y elementos futuristas tienen una gran presencia, dejando de lado juegos coloridos donde todo empieza con una antigua amenaza que vuelve para que podamos destrozarla a golpe de espada. Pocos juegos consiguen desmarcarse hoy en día y conseguir esto que comentamos, y aunque en Xbox podemos presumir de tener juegos de la talla de Ori and The Blind Forest o Sunset Overdrive, la verdad es que echamos de menos más juegos así en el catalogo que añadan más variedad a esos ya mencionados juegos donde la violencia gratuita es el principal aliciente.
Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas llega de la mano de Cornfox & Bros. para añadir ese colorido que muchos jugadores tanto echamos en falta, donde un peligroso ser mecánico amenaza con destruir el mundo, y nosotros, el hijo de un gran aventurero, ahora desaparecido, tendremos el deber de luchar contra esta fortaleza andante, y para ello deberemos de explorar un mar lleno de islas desconocidas con varias tareas a realizar. Pero vamos a ser sinceros, desde el principio este juego os va a recordar poderosamente a uno el cual su popularidad se remonta a los años de la NES, y ese juego no es otro que The Legend of Zelda. No sabemos si con Oceanhorn tratan de homenajear de alguna forma al titulo de Nintendo o si por otro lado han visto que en otras consolas como Xbox, títulos de este calibre escasean y han querido aprovechar esa laguna, pero de lo que si estamos seguros es que el resultado final es, cuanto menos, interesante.
Apartado técnico
Como ya hemos comentado, el aspecto visual del juego cuenta con un abanico con muchas gamas de colores, aunque predominan los azules, sobretodo cuando estamos en alta mar navegando con nuestro barco y los marrones y verdes cuando estamos en tierra firme. Todos los elementos tienen formas cuadriculadas al más puro estilo Minecraft, aunque también encontraremos elementos con otras formas geométricas, como rocas y vasijas que podremos agarrar y lanzar, incluso cráneos que habrán tirados por el suelo. Mas allá de esto, el diseño de los elementos así como su calidad gráfica es más bien sencilla, no encontraremos grandes texturas, pero esto no tiene porque ser malo precisamente. De hecho, hay algunos detalles que si no te fijas puedes pasarlos por alto, como el hecho de que según por donde pasemos, nuestro héroe anónimo levantara el polvo al pisar si el terreno es arenoso y si es rocoso ese polvo no aparece. Como decía, es un detalle pero es algo que deja ver el mimo con el que se han hecho las cosas. Dentro de su sencillez, algo que también tiene un buen acabado es el agua, la cual es muy presente en el título, y que da sensación de estar siempre en movimiento, incluso pudiendo reflejarnos en ella aunque deformados por el leve oleaje.
Uno de los puntos fuertes del título es sin duda su música, ya que Oceanhorn cuenta con compositores del nivel de Nobuo Uematsu y Kenji Ito, y si no los conocéis, os diremos que han trabajado en la música de juegos como Final Fantasy, Lost Odyssey y Super Smash Bros. entre muchos otros. Y la verdad es que se nota, ya que si conocéis la obra de estos genios de la música, solo con las primeras notas que suenan en el juego, es posible que una nostalgia se apodere de vosotros al menos por unos segundos. Luego, esa música os sigue a todas partes haciendo que la experiencia de explorar mar y tierra y el trabajo de derrotar enemigos sea mas placentera. No solo la música es de un alto nivel, si no que el resto de efecto de sonidos, como pisadas (como ya hemos comentado arriba), el sonido del agua o los distintos efectos de sonido como la rotura de vasijas o los golpes de espada están bien conseguidos y muy diferenciados entre unos y otros. También destacar que aunque el juego únicamente está traducido, solamente en las escenas cinemáticas por llamarlas de alguna manera, los personajes usan su voz al hablar, en el resto del juego los diálogos son en bocadillos y los NPC no emiten sonido alguno.
Como punto, decir que aunque hemos encontrado un numero muy reducido de bugs, están presentes, y aunque la mayoría no dan problema alguno, es posible que en algún momento te encuentres con que debes reiniciar un punto de control porque nuestro pequeño aventurero se ha quedado entre roca y roca y es imposible salir, algo que resulta bastante molesto, pero que al ser altamente improbable que pase, tampoco lo podemos catalogar con una gravedad muy elevada. Algo que también nos ha dejado con un poco mal sabor de boca es que durante las ya mencionadas «cinemáticas» se puede comprobar como, a excepción de algunos personajes, el acabado de algunos elementos como la boca de los habitantes de las islas son mas bien tirando a pobres. De hecho, la sensación que da al verlos de cerca es que son replicas de los avatares de Xbox Live, algo que quizá no es la mejor sensación de todas.
Jugabilidad
Cuando decíamos que el juego nos recuerda poderosamente al más que conocido The Legend of Zelda es por algo, y esta es la parte en la que el plagio o homenaje, depende del prisma con el que lo miréis, se hace mas latente. Con unos comandos de lo más sencillos y accesibles, al principio tendremos la sensación de ser una maquina de matar incansable con nuestra espada y nuestro escudo en mano. Los enemigos tampoco suponen un reto mas allá de que algunos serán más grandes y tendrán más salud y entonces, lo único que tendremos que hacer es dar más golpes de espada o si lo preferimos, podremos tirarles rocas o bombas para acabar antes con ellos. Incluso podremos hacer uso de un ataque giratorio que consume un poco de resistencia, pero con el cual podremos acabar con varios enemigos al mismo tiempo si nos encontramos un poco rodeados.
Sobre los indicadores, tenemos una barra de corazones que indican la vida que nos queda y la cual tendremos que ir vigilando ya que no nos indicarán de ninguna manera sonora si nos queda poca vida o no, algo que nos puede jugar alguna mala pasada y que podremos rellenar rompiendo algunos recipientes o cortando algunas plantas, de los cuales a veces saldrán algunos corazones. ¿Os suena? Debajo de esta se encuentra la barra mágica, la cual rellenaremos de la misma manera, pero en lugar de corazones, lo que nos devolverá el poder mágico serán unos recipientes llenos de aceite. La magia que podremos utilizar no sera innata, ya que tendremos que encontrar unas tablas que nos otorgaran el poder y contar con las 5 tablas conllevara conseguir un logro, así que es un aliciente para seguir explorando el juego en busca de obtenerlas todas, aunque hay dos de ellas que son obligatorias y que encontraremos queramos o no. Ya hemos mencionado la resistencia, que se recarga automáticamente si necesidad de encontrar ningún objeto, y esta tiene varios usos. El primero, es para embestir, y se consumirá de forma voraz. También haremos uso de esta resistencia al bloquear el ataque de los monstruos y enemigos con el escudo y al usar las botas, las cuales nos permitirán saltar y dar volteretas.
También encontraremos puzles en el juego, aunque por desgracia la exigencia es mínima y no tardaremos mucho tiempo en descifrarlos, pues la gran mayoría consisten en mover una caja aquí y la otra allá para poder pasar o en presionar botones de forma correcta para abrir el camino. La navegación por el océano es anecdótica, porque aunque la usaremos continuamente, no es mas que un piloto automático el cual nos lleva de una isla a otra y en la que únicamente tendremos que disparar si nos encontramos con una mina acuática por el camino o con algún que otro calamar gigante. Como nota, me gustaría añadir que los distintos arquetipos de enemigo que hay no cuentan con protecciones adicionales con los cuales tendremos que buscar un punto débil, con lo cual el combate durante todo el juego es poco más que plano y sin dificultad. Solo los jefe finales tienen puntos débiles los cuales, después de destruirlos, podremos acceder al punto débil con el que podremos acabar con ellos.
Duración
Como últimamente en la gran mayoría de juegos, la duración de este es relativa. Para empezar, hay que recordar que estamos ante un juego de mundo abierto aunque dividido por zonas, en este caso islas. Si al entrar en cada isla le damos al botón menú, veremos una serie de tareas que hacer las cuales nos conducirán a conseguir un logro, lo cual también ayudara a completar la isla, es decir, conseguir todos los objetos de misiones secundarias por ejemplo. En nuestro caso, sin apenas pararnos a explorar mucho las islas en busca de cofres, objetos ocultos y secretos, con un 75% del juego total completado, hemos tardado poco mas de diez horas en acabar el juego.
Cabe remarcar que de las misiones secundarias, no hemos completado ninguna al 100% para hacer este análisis, incluso hay algunas que son difíciles de encontrar ya que hay que entablar conversación con algún habitante del mundo en concreto o interactuar con algún objeto en particular. Algo que no alarga directamente la duración del juego pero que puede incitarnos a jugar más por el simple hecho de llegar al nivel máximo en el gremio de aventureros, en el cual subiremos de nivel gracias a unas gemas de color azul que conseguiremos tanto al derrotar enemigos como escondidos en cofres, y además también los recibiremos en grandes cantidades si completamos las tareas que comentábamos antes, que pueden ser tan sencillas como leer diez carteles o tan complicadas como derrotar a todos los tipos de enemigo que hay en el juego. Como veis, la experiencia se puede estirar hasta donde uno quiera, y esto siempre es una buena noticia.
Conclusión
Si crees estar ante un espejismo, no, no estas soñando. Este juego agarra el concepto de los juegos de Zelda y los plasma quizá de la mejor manera que han sabido para traerlo a nuestra Xbox One aportando un tipo de juegos de los que escasean en el catalogo de la consola. Sin ser una autentica revolución y quizá siendo peor en algunas mecánicas que intenta imitar del espejo en el que se mira, Oceanhorn: Monster of Uncharted Seas es un título que nos trasladará a épocas donde lo importante es el juego en sí y la diversión que nos proporciona este.
Hemos recalcado en varias ocasiones que este es un juego con demasiadas similitudes con el que tiene de protagonista a Link, algo inevitable, ya que tenemos la sensación de jugar a algo sin identidad propia, y pese a esto, hay elementos como el argumento central del juego o mecánicas como las de la magia consiguen desmarcarse un poco y adoptarlos como propios.
Pros | Contras |
* Composición musical. | * Algunos detalles visuales. |
* Sistema de gremio. | * Recuerda demasiado a Zelda. |
* Relación duración-precio. | * Jugabilidad plana y sin dificultad. |
*Gracias a FDG Entertainment por habernos proporcionado el material para la review.