Ayer mismo tuvimos una de las sorpresas inesperadas de la próxima generación. NBA 2K21 soltó la bomba: La versión estándar de Xbox Series X costará más cara que la de Xbox One. En este caso, sólo 5 euros más, hasta llegar a los 75€, pero para norteamérica si que hubo un aumento de los 60$ habituales a 70$, una subida muy pronunciada. Y al margen del enfado de los usuarios con 2K, la ausencia de Smart Delivery para la versión de Xbox One, y algunas lindezas como que con la versión de 100€ de Xbox One te dan gratis la de Xbox Series X, parece ser que en general, muchos distribuidores apuntan a subir precios.
Lo cierto, es que si lo miramos desde la lógica más pura, en 2020 los juegos a 69€ de estreno nos siguen pareciendo caros, pero viendo la evolución de los precios de todos estos años, la realidad es que deberían de costar al menos 80€ para equipararse a niveles del valor del dinero hace 10 años. Este artículo de Gameindustry afirma que los estudios se enfrentan a aumentos de costes de producción de entre un 200% y un 300%, por lo que este nuevo paso parece prácticamente inevitable.
Por tanto, también es inevitable que el usuario comience a buscar opciones mas económicas, que reduzcan su gasto lo máximo posible, sin renunciar a novedades. Y para eso, Xbox Game Pass es perfecto. Un catálogo en constante renovación, que añade títulos con menos de un año desde su lanzamiento e incluso con estrenos “day-one”, incluidos bombazos como Forza Horizon 4, Gears 5 o el futuro Halo Infinite. El valor del servicio de Microsoft es enorme, pero esta subida de precios de las novedades para la próxima generación, aumenta exponencialmente esta virtud.
Xbox Series X y Microsoft, beneficiados indirectos de esta subida
Porque no solo se benefician de esto servicios como Xbox Game Pass, PS Now, Origin Access o EA Access. En este caso, si nos situamos en la posición de salida que una consola de nueva generación debe soportar, añadir un sobrecoste a los nuevos juegos (con los que seguro quieres estrenar tu consola), es un peso importante para el usuario. Pero, ¿y si te digo que todos los juegos de la pasada generación funcionan perfectamente, y por sólo 10€ al mes podrías acceder a casi 200 juegos, incluidas novedades para tu nueva consola? Seguro que la balanza comienza a decantarse para un lado.
Esta es otra de las ventajas con las que podría comenzar su aventura Xbox Series X -y Xbox Series S más intensamente- , anotándose otro tanto de cara al usuario. Recapitulando, Xbox Series X sería más potente, con más catálogo inicial, un servicio accesible como Xbox Game Pass y un precio, que si se equipara al de su homóloga de Sony, daría un motivo de enorme peso para comenzar la próxima generación de la mano de Xbox.
