Estoy seguro de que muchos os acordaréis de los pelotazos que anunciaron desde Microsoft en los eventos del E3 2018 y 2019, cuando tiró de billetera para sumar a sus Xbox Game Studios una retahíla de nuevas adquisiciones, entre las que destacaban: Ninja Theory, Obsidian, Playground Games, Compulsion Games, Double Fine, Undead Labs e inXile Entertainment. Además, a todos esos anuncios habría que sumar no solo los estudios que ya tenían en propiedad.
Un movimiento arriesgado no solo por el desembolso económico, sino porque esta clase de movimientos puede llegar a no tener un final feliz. Por un lado está el júbilo y la alegría de ver todo lo que podría llegar a recibir Xbox de la mano de tantos desarrolladores first-party. Pero en la otra, que un gigante como Microsoft adquiera pequeños estudios puede desencadenar en una serie de decisiones que hagan que la libertad creativa, desarrollo y producción del título sea más compleja e irregular, implantándose muchas decisiones que para nada son cosa de los creativos.
La familia de Xbox Game Studios, más grande que nunca
Así, está claro que coger tantas empresas y pretender que funcionen como se espera manteniendo su propia señal de identidad dentro de una organización mucho mayor puede ser una tarea titánica, algo de lo que en Microsoft y el propio Phil Spencer han sido muy conscientes. De esta manera, el directivo reconocía que parte del paso que dieron con la adquisición de esos estudios venía dado por sus antiguas relaciones:
Si echas la vista atrás, puedes encontrar nuestro linaje en muchos de esos estudios. Por ejemplo, si tomamos el caso de Ninja Theory veréis que hicimos Kung Fu Chaos con ellos cuando aún eran Just Add Monsters para la Xbox original. Por otro lado, si piensas en nuestra relación con Tim Schafer, verás que está Psychonauts y algunos de los trabajos que realizó para Kinect. Es por ello que el paso ha sido fácil, pues ya existía una relación anterior con ellos.
Otro motivo que nos ha dado confianza para adquirir todos estos estudios es nuestra relación con Mojang, sin duda todo un acierto para nosotros. Obviamente fue una gran adquisición, con una franquicia increíble como es Minecraft. Pero además nos han enseñado muchas cosas, dado la complejidad de universo de Minecraft, como es el hecho de que esté en muchas plataformas y además esté muy dirigido por la propia comunidad. Sin duda, nuestra capacidad para integrar Mojang y todo lo que hemos aprendido de ellos nos ha dado confianza para dar el paso.
Así que toca echar la vista atrás y analizar la compra de Mojang, una compra que supondría una inversión de 2.5 miles de millones de dólares, ¡se dice pronto! El desembolso fue mayúsculo y por tanto no se podían permitir errores, así que todos los esfuerzos de ambas empresas fueron dirigidos hacia una misma dirección, y el encargado de tan encomiable tarea no fue otro que Matt Booty, actual líder de Xbox Game Studios y que ahora mismo tiene la misma tarea con el resto de adquisiciones.
Cuando Mojang entró a formar parte de Microsoft lo fácil probablemente hubiera sido decirles que el camino a seguir para mejorar sería cambiar Java por C o migrar de Amazon Web Services a Azure, además, porqué no, de algunos detalles más que se les pudiera venir a la mente, llevando todo el peso del juego a los servicios propios de los de Redmond. Podría ser un camino a tomar, y probablemente el más fácil para los americanos si quieres recuperar la inversión más rápido, pero desde luego ni Matt Booty ni Mojang veían así las cosas, siendo conscientes de que Minecraft tiene un ecosistema propio y por ende, probablemente no encajaría tan bien en un sistema más corporativo.
Con toda esta base de fondo, la jefa de Mojang, Helen Chiang, explica los puntos sobre el enfoque que adoptaron en su momento para Minecraft:
El enfoque que tomamos para la adquisición vino de Matt. Muchas veces ves grandes compañías que compran compañías más pequeñas y es fácil perder la magia de eso que compraste. Por ello, era realmente importante que esta adquisición tratara de mantener todo ese talento que ya había dentro del estudio y asegurarse de que continuaran fomentando ese espíritu creativo. No se trata solo de resultados comerciales, sino de construir una base de confianza. Como podéis imaginar, había una gran brecha entre la cultura corporativa del estudio y de Microsoft, así que se trataba de asegurar que la confianza entre ambas no perjudicara a Minecraft.
Matt integró a Mojang y ayudó a preparar el escenario para adaptarse al cambio, al igual que está haciendo con todas las nuevas adquisiciones. Sin duda, esto no solo sentó las bases para las próximas adquisiciones de Microsoft sino que también, cuando miras LinkedIn y GitHub, te das cuenta de que existe ese enfoque mínimamente integrado. En este punto realmente tuvimos que volcar todos nuestros esfuerzos para que las bases que quedaran definidas fueran lo más convenientes para mantener la capacidad creativa.
¿Qué opinas del futuro de Xbox Game Studios?
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