Hoy hemos entrado por fin en el mes de noviembre, mes elegido por Microsoft para lanzar su nueva generación de consolas. Por un lado tenemos Xbox Series X, la consola más potente jamás creada, y por otro lado la que nos ocupa el día de hoy que es Xbox Series S, la consola más pequeña que ha fabricado nunca Microsoft.
Si bien es cierto que la mayoría de focos se los está llevando Series X no podemos subestimar en ningún caso a su hermana pequeña, y es que gracias a su arquitectura será capaz de mover los juegos con un rendimiento espectacular a menor resolución que Series X. El apartado que más ‘polémica’ ha generado de esta consola está en su SSD, y es que su tamaño útil es de 364 GB, aunque Microsoft no parece estar muy preocupado por ello.
El SSD de Xbox Series S es suficiente para el público al que está destinada
En una entrevista para la revista EDGE Jason Ronald ha hablado sobre este tema, asegurando que Microsoft analizó los datos de los usuarios objetivo de esta nueva consola y es por eso que se sienten ‘confiados’ de la elección del tamaño del SSD:
Al observar los patrones de los jugadores, hay de todo tipo: algunas personas juegan de diez a quince juegos al mes; otros jugadores elegirán jugar solo un juego, y lo juegan religiosamente. Entonces, obviamente, en ese caso, no cambian de juego todo el tiempo. Algunas personas pueden elegir juegos más pequeños y querer saltar entre ellos. Así que definitivamente miramos los datos y confiamos en los 512 GB de la Xbox Series S.
Queda muy poquito para que por fin demos el esperado salto de generación, y es que Xbox Series X|S llegarán el próximo martes 10 de noviembre. Estad atentos a Generación Xbox donde os daremos nuestras impresiones de varios juegos corriendo en ambas máquinas.
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