Deep Silver, Techland y Koch Media en España nos traen esta versión remasterizada de Dead Island, con mucha calidad, pero poco acierto, porque llega demasiado tarde.
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Curiosamente, a pesar de mi predilección con los juegos de zombies, la primera vez que tuve en mis manos Dead Island para Xbox 360, me resultó un juego demasiado insulso, repetitivo y que a pesar de lo bien que se veía, era demasiado rígido. Intenté centrarme en lo entretenido que resultaba machacar a los zombies pero la cantidad de juegos disponibles en ese momento me impidió mantener las fuerzas que me permitieran seguir adelante con el apocalipsis de la isla de Banoi.
Por eso, cuando finalmente Deep Silver anunció esta colección definitiva me propuse darle la oportunidad que entonces no pude, sobre todo por ver con claridad la semilla que sembró la magnífica Techland que germinó con un Dying Light a principios del año pasado, que este año ha recibido precisamente una reedición que incluía todos los DLC´s y que casualidad, vehículos, como en Dead Island.
Partiendo de la parte que Dying Light es uno de mis juegos preferidos del género, que este remaster de Dead Island haya salido casi un año y medio después que su secuela que lo mejora prácticamente en cada uno de los aspectos, no hace nada más que perjudicar seriamente la sensación que nos produce volver atrás en el tiempo y darnos cuenta que no todo son gráficos y efectos de iluminación. Estamos hablando de un juego de 2011 y se nota la evolución. Aparte de que en su día, no es que cosechara muy buenas críticas, a pesar de su ya casi legendario trailer, que prácticamente te hace levantarte del asiento cada vez que lo ves, para luego darte cuenta que ni siquiera sale en la versión final del juego.
Pero bueno, seamos positivos y vamos a intentar sacar el jugo de todo lo que nos ofrece este remaster, que no es poco, y que con las novedades de su motor gráfico, se convierte junto a Dying Light, en una de las mejores opciones en Xbox One para machacar muertos vivientes a base de machetes, mazas, bates de baseball o incluso espadas. Despedazarlos y patearlos hasta que dejen de moverse sigue siendo un placer.
Apartado técnico
Es donde han querido centrar todas las novedades de ambas remasterizaciones con un buen trabajo de conversión a la nueva versión del motor gráfico de Techland, el Chrome Engine en su versión 6, lo que equipara los gráficos de Dead Island a los del más reciente Dying Light, dándole un aspecto mucho más next-gen de lo que hubiera supuesto una mejora de texturas, resolución e iluminación estándar, que es lo que se viene dando en los remasters más vagos.
En este caso notaremos al instante la resolución 1080p, pero todo a 30fps, ya que tenemos todo un listado de mejoras gráficas, que otorga el nuevo motor, y que no permite llegar a los 60fps:
- Texturas nuevamente renderizadas con una resolución y calidad superiores
- Nuevo sistema de iluminación fotorrealista
- Sombreado basado en principios físicos
- Nuevo suavizado de líneas (antialiasing)
- Modelos del juego mejorados
- Efectos HBAO y de movimiento
Con todo esto, parece que las novedades se han centrado exclusivamente en el tema gráfico y casi que en los demás aspectos no notaremos mucha diferencia entre ambas versiones. Incluso la interfaz de juego se ha actualizado para que Dead Island y Dead Island Riptide tengan un aspecto más similar. Pero no todo es maravilloso, porque mantienen muchos de los fallos de los originales, como el más que molesto clipping, que te puede costar más de un disgusto. Los modelados del juego siguen pareciendo arcaicos y las animaciones de los NPC muy básicas, frente a la de los zombies o las del propio jugador, que están mucho más trabajadas. Este vídeo de los chicos de Digital Foundry os mostrará las enormes diferencias entre un motor gráfico y otro:
[youtube cod=”zuBAnySobc0″]
Además, nos ha resultado realmente curioso que Dead Island adolece del mismo problema que tenía Dying Light con el tema de retomar la partida después de un encendido rápido de la Xbox One, en el que notaremos que la tasa de frames se resiente un poco en entornos muy cargados. No es tampoco nada escandaloso, son sólo puntuales y evitables si no practicamos la técnica de apagado rápido para seguir con la misma partida.
Jugabilidad
Como hemos comentado, pocas novedades jugables hemos encontrado tanto en Dead Island como en Riptide, de hecho, hemos visto como han perdido la oportunidad de otorgar al primero de las novedades de Riptide, que facilitaban la navegación entre misiones, inventario e incluso mostrarnos las recompensas que nos iban a dar si aceptábamos una misión determinada. Dead Island mantiene todos sus fallos que lo podían hacer más tedioso: Un viaje rápido mal pensado, unas misiones muy planas, haciéndonos creer que somos una especie de poderoso guerrero que es capaz de limpiar cualquier zona de enemigos y a la vez que seamos el recadero de Banoi, llevando zumitos, analgésicos, vendas, alcohol y demás objetos sin importancia que nos minan la moral.
Si, Riptide está un poco más optimizado en este sentido, y lo que nos empujará a hacer más misiones alternativas es el poder coger más experiencia y subir de nivel, algo muy necesario si no queremos que un par de infectados nos den matarile con un par de golpecitos. Pero por otra parte, si nos centramos sólo en las misiones principales, el juego es perfectamente disfrutable e incluso veremos como el reto es mayor, haciéndonos sudar en algunos enfrentamientos y tenerle un miedo algo más “real” a los muertos vivientes. Cuando aparece un Ahogado o un matón, siempre nos pondrán las cosas muy complicadas.
Como hemos comentado, el principal problema de Dead Island viene para quien ya haya podido jugar a Dying Light, infinitamente más agil, mejor depurado, con misiones más trabajadas y variadas, que hacen que la primera iteración de Techland con el apocalipsis zombie de mundo abierto parezca un juego de niños y demasiado simplón. Sin embargo, si nunca has jugado y te gustó mucho Dying Light, seguramente disfrutes con esta colección definitiva, que nos sigue trayendo muchas maneras de masacrar a no-muertos, y nos lleva a través de una aventura que tiene más argumento de lo que podemos ver con las cinemáticas.
Pero el colofón, el punto diferenciador, el realmente divertido, es que se puede disfrutar de un cooperativo para 4 jugadores que a pesar de convertirse el algo cada vez más común, hace la aventura mucho más entretenida, amena e incluso coherente, con los personajes hablando entre ellos…eso sí, en perfecto inglés subtitulado al español. El hecho de que haya 4 personajes para elegir cada uno con habilidades diferentes que potencian Armas Blancas, arrojadizas, pesadas o de fuego, hace que nos identifiquemos con cada uno de ellos, ofreciendo la posibilidad de hacer estrategias cada vez que nos enfrentemos a algún complicado desafío. Incluso la exploración se vuelve más entretenida con amigos.
Duración
El punto más diferenciador en este tipo de recopilaciones, ya que el concepto de mundo abierto de Dead Island y de Riptide, los convierten en unos auténticos comehoras, que pueden alargar muchísimo la experiencia, aunque si nos queremos centrar en la historia principal, podemos llegar a las 20 horas de campaña para cada uno de los juegos, sin pararnos mucho en las numerosas secundarias, solo algunas que nos apetezca hacer porque nos pille de camino. Y si hablamos de recorrer las islas de Banoi y Palanoi en compañía, mucho mejor.
Y además, tendremos que añadir el plus de los DLC’s aparecidos hasta la fecha para Dead Island y Riptide, con mención especial a Ryder White, uno de los personajes del primero, que tiene una mini-campaña medianamente trabajada, que nos solucionará muchas de las incógnitas del argumento del juego, este personaje no podrá subir de nivel ni mejorar habilidades y centrará la mayor parte de su aventura en manejar armas de fuego.
Y…llegó el momento que muchos esperaban, ya que con los dos Dead Island tendremos una versión arcade llamada Dead Island Retro Revenge, que nos ofrece un juego completamente distinto con una estética desenfadada que parece más sacada del trailer de Dead Island 2 que de estos mismos títulos. Para aquellos, que como yo, pensaban viendo las capturas que es un brawler al estilo Final Fight, que cierren la boca y pasen al modo “ceño fruncido”, porque se trata del típico Run&Dash que estamos acostumbrados a ver en los móviles, eso sí, con infinitamente más estilo, sin ser Free-to-play, y dividido en fases tradicionales.
Retro Revenge nos hará pasar muy buen rato, si tenemos 5 minutos o nos gusta la estética, totalmente calcada a las de las recreativas de los 90. Con power-ups, variedad de enemigos, un sistema de golpeo de objetos para lanzarlos a los enemigos que nos permitirán subir nuestra puntuación y ser muy creativos a la hora de sacar todas las estrellas de cada fase, este añadido se puede contar como un juego completo, superando a muchos de los títulos independientes que podemos encontrar en la store de Xbox. Aunque, antes de que lo preguntéis, no, no se puede comprar suelto.
Conclusiones
Muchos piensan: “Buah, otro remaster más del montón“, y están bastante equivocados. Por suerte, Techland no ha tratado de hacer el perro, y han remozado con su nuevo motor gráfico los dos juegos al completo, lo que le da un aspecto mucho más actual que el típico tándem 1080p 60fps y subir la resolución de las texturas para que no canten a alta resolución. Un gran acierto, ya que esta edición definitiva tiene horas de sobra para hacernos disfrutar a todos los aficionados a los juegos de zombies, y una grandísima oportunidad para los que se lo perdieron en su día, como un servidor.
Incluso si Dying Light y su grandísima expansión The Following, os dejaron con ganas de más, podéis echarle un vistazo, con las limitaciones jugables que tiene un juego de 2011, que por desgracia, las sigue teniendo todas. Pero para compensar, nos han incluido el entretenido Dead Island Retro Revenge y encima el pack completo sale por 39,99€, algo bastante raro en la actualidad, por desgracia.
Como consejo de novato, no os desaniméis si el primer Dead Island se hace algo tedioso al principio, en cuanto lleguéis a la parte de la iglesia y la ciudad, el juego sube enteros por momentos. Por suerte, Riptide, comienza mucho mejor con un ritmo que te mete rápidamente en la trama, pero…cuidado, si nos da por empezarlo antes que el original, al principio nos enseña un hermoso vídeo donde nos spoilea toda la primera aventura. Si, es un poco troll.
*Gracias a Koch Media por habernos proporcionado el material para la review.