Analizamos Solo: Islands of the Heart, el título desarrollado por los madrileños Team Gotham que nos hará realizar un viaje interior.
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Si hay algo que me guste más que tener entre manos un título para analizar, es poder tener entre manos un proyecto de nuestra tierra. En esta ocasión, el estudio madrileño Team Gotham nos presenta su juego Solo: Islands of the Heart, un título que busca dar un paso más allá rompiendo la cuarta pared e involucrándonos en su narrativa, en la que la historia de nuestra vida será la protagonista.
Así, Solo: Islands of the Heart es un camino de introspección en el que nuestra experiencia pasada y presente en un tema tan recurrente como es el amor, nos hará tener un viaje a través del cual se intenta que nos conozcamos mejor a nosotros mismos, así como la idea del mundo en pareja que tenemos.
Solo: Islands of the Heart nos propondrá para ello un juego de puzles que tendremos que ir resolviendo, con el fin de que nos conozcamos un poco mejor a nosotros mismos.
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Apartado Técnico
Team Gotham se ha echado el resto para ofrecer una estética que no dejará indiferente a nadie. Con un apartado gráfico sencillo pero cuidado, Solo: Islands of the Heart nos muestra un mundo colorido, preciosista y acogedor en el que tendremos que movernos para poder progresar en nuestra aventura.
Los escenarios, simples pero muy cuidados, transmiten calma, paz y tranquilidad, sensaciones que se encuentran muy bien acompañadas por una banda sonora elegante, sencilla y relajante, que pretende ser un hilo conductor de una experiencia que pretende llevarnos al rincón más profundo de nuestros pensamientos.
En definitiva, Solo: Islands of the Heart nos enseña que muchas veces menos es más y que no se necesitan grandes recursos para ejecutar a la perfección una idea.
Jugabilidad
Como decíamos al principio, Solo: Islands of the Heart nos ofrece una aventura en la que para avanzar tendremos que resolver puzles. Mecánicamente el juego se distribuye en tres archipiélagos en los que habrá faros que tendremos que encender, los cuales iluminarán una serie de tótems que nos plantearán preguntas y abrirán nuevos niveles para continuar nuestro camino.
Para llegar tanto a los faros como a los tótems, tendremos que superar los accidentes geográficos del nivel utilizando una serie de cajas con diferentes características. Combinándo estas bajas entre ellas, conseguiremos llegar a nuestro destino. Sin duda, lo mejor de Solo: Islands of the Heart en este aspecto es la libertad que ofrece a la hora de resolver estos puzles, ya que no hay un único modo de solucionar el rompecabezas que se nos plantea. Ante esto último, solo hay dos excepciones, en dos niveles subterráneos que tendremos que conseguir crear una sombra determinada en el suelo, mecánica que rompe con la linealidad habitual de los rompecabezas.
Solo: Islands of the Heart nos muestra un mundo colorido, preciosista y acogedor
Sí tengo que poner un par de “peros” al gameplay. Por un lado, en ocasiones la cámara nos jugará malas pasadas y no sabremos muy bien dónde estamos colocando las cajas, algo que se soluciona fácilmente. Por otro, en ocasiones el control no es demasiado preciso, y requerirá de varios intentos poder poner la caja en el punto exacto que queremos, algo que sucede más frecuentemente al final de la aventura, cuando los puzles requieren algo más de delicadeza.
Pero la “chicha” de Solo: Islands of the Heart no es su gameplay (muy adictivo y bien llevado) sino el trasfondo de la aventura. Cada tótem que logremos alcanzar nos hará una pregunta personal sobre el amor y la vida en pareja: qué estamos dispuestos a sacrificar, cómo vemos nuestro futuro en pareja, la importancia del sexo en una relación…
Al final, se trata de un viaje introspectivo que nos hará plantearnos algunas cosas sobre nosotros mismos. Además, al finalizar la aventura se nos hará un pequeño resumen de nuestras elecciones, dibujándose así una personalidad que nos resultará familiar si hemos sido honestos en las respuestas. La idea en general es buena y bien llevada, aunque es cierto que poco aportará a aquellos que tengan muy claras sus prioridades en el ámbito amoroso, si bien podrá dar en qué pensar a más de uno.
Me veo en la obligación de decir, sin embargo, que en su afán de intentar ser “profundo” o “trascendental”, Solo: Islands of the Heart puede pecar a veces de empalagoso y llegar a ser un poco cursi, lo que se pasa fácilmente por alto teniendo en cuenta lo poco común que es este tipo de contenido en el mundo de los videojuegos.
Para aquellos que todos estos temas del amor y la pareja sean secundarios, siempre quedará un juego de puzles con buena banda sonora y buen diseño de niveles, lo que dice mucho en favor del proyecto de Team Gotham.
Duración
Solo: Islands of the Heart no es un juego largo en absoluto y lo podremos completar en 4 o 5 horas sin ningún problema. Los puzles son en su mayoría sencillos y una vez entendidas las mecánicas de cada caja los conseguiremos resolver con relativa facilidad, lo que no quita que podamos atascarnos alguna vez.
En cuanto a su rejugabilidad, Solo: Islands of the Heart no tendría ninguna más allá de completar las tareas secundarias que nos proponen los habitantes de las islas, tales como hacer fotografías, alimentar algunos animales o construir caminos para que algunos seres pueden volver a su casa, siempre y cuando no lo hayamos hecho en nuestra primera partida.
Sin embargo, un ejercicio curioso podría ser realizar de nuevo la aventura, contestando las preguntas que se nos proponen tal y como lo hubiéramos hecho en otro momento de nuestras vidas, o con parejas anteriores a la actual. El resultado podrá mostrarnos tanto nuestra evolución en el área sentimental como comprender cómo hemos llegado hasta donde nos encontramos hoy en día. Un pequeño reto que recomiendo sin dudarlo.
Conclusión
Solo: Islands of the Heart es un juego diferente, que pretende hacernos pensar y conocernos mejor, planteando una serie de cuestiones que seguro que más de una vez nos hemos hecho en nuestra vida.
Además, el juego de Team Gotham nos deja un título de puzles bien llevado y original, con libertad a la hora de resolverlos, en un juego donde sus apartados visual y sonoro acompañana a la perfección a la experiencia.
Por los 19’99 euros que cuesta, sin duda merece una oportunidad.
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