El primer DLC de TMNT: Shredder's Revenge lleva a las tortugas y sus amigos a los confines interdimensionales donde la diversión y los golpes no faltan.
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La llegada de TMNT: Shredder’s Revenge marcó una suerte de revival de la franquicia creada por Kevin Eastman y Peter Laird a mediados de los siempre gloriosos años 80. El juego se presentó como una versión moderna de los beat ‘em up tradicionales de las cuatro tortugas que Konami supo llevar a las recreativas de todos los rincones del planeta y, en algunos casos, a las consolas de sobremesa más populares de su tiempo.
De hecho, para capitalizar el brutal éxito del juego de DotEmu y Tribute Games, la propia Konami lanzó un recopilatorio de éxitos de las Tortugas titulado TMNT: The Cowabunga Collection que no hizo más que exaltar este regreso mutante al mundo de los videojuegos, e incluso ya se augura la llegada de otra producción, mucho más oscura por su historia, que estará basada en la genial novela gráfica “The Last Ronin” en la que el futuro de las tortugas y de la humanidad entera, es mucho menos feliz y risueño que lo que se muestra en las distintas series animadas.
Un año después de Shredder’s Revenge llega el primer DLC del juego para dejar en claro que, al menos en este caso, más es mejor. El agregado incluye un contenido muy amplio y muy interesante.
La historia de esta expansión aparece en el modo supervivencia y tiene que ver con los queridos Neutrinos, estos adolescentes de la Dimensión X que podíamos rescatar en el juego base, que informan a los héroes que Destructor ha robado unos cristales con los que no solo quiere dominar el mundo, sino todas las dimensiones.
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Apartado técnico
Desde lo estético, todos los personajes adquieren varias paletas de colores distintas, algunas de ellas se pueden utilizar sin haber adquirido el DLC como parte de una actualización gratuita que llegó al juego, y la inclusión de dos rostros nuevos para la producción como lo son Usagi Yojimbo (o Miyamoto Usagi en su propio cómic), un personaje que insistí en ver cuando hice mi análisis del juego base, y Karai, que si bien no fue parte de la serie animada original (en la que se inspira el juego) sí fue una de las antagonistas/aliadas centrales de la serie televisiva de 2003.
En materia de sonido, el estupendo compositor portugués Tee Lopes volvió para dejar nuevas pistas musicales que le dan más vida a los nuevos escenarios que podremos visitar en las distintas dimensiones a las que viajaremos para derrotar, una vez más, al malvado Destructor.
Las nuevas paletas de colores le aportan una dinámica visual muy interesante llevando a los personajes a versiones anteriores con diseños que datan de la era de los 8 bits y repasan las historia de las distintas ediciones de las tortugas y sus amigos con diseños de 2003, 2013 y más, algo que los fans apreciarán muchísimo.
Jugabilidad
La estrella del DLC es el modo supervivencia o Survival Mode que mezcla lo mejor del beat ‘em up con un agregado roguelike que puede sonar un tanto raro en este formato, pero que al jugarlo tiene muchísimo sentido, principalmente porque hará que quieras jugar una y otra vez hasta cumplir con todos los objetivos de cada escenario y hacerte con toda la colección de cristales.
Este modo de juego incluye cinco dimensiones, mis favoritas son una de 8-bits con marcado diseño con esta estética y Mirage (mal traducida como Espejismo si el juego se coloca en español) que hace honor a las épocas de los cómics de las tortugas que salían con el sello original de Baird y Eastman llamado Mirage Studios y que ostenta un diseño de viñetas en blanco y negro y con algunos colores contrastantes.
En cada uno de estos niveles habrá que completar ciertas piezas de determinados cristales, esto se realiza derrotando algunos enemigos y al culminar cada ola de enfrentamientos. Aunque el jugador muera, en el próximo intento podrá hacer uso de las ventajas adquiridas propias de la suba de nivel, por ejemplo, más vidas, más barra de energía o de golpe especial, etc. Si esta temática les suena conocida, es por otro juego donde Dot Emu también tuvo participación: Streets of Rage 4, particularmente su DLC.
La estructura es repetitiva, es verdad, pero la variante de los enemigos y la posibilidad de escoger una bonificación aleatoria cuando se finaliza el round invita al jugador a jugar una y otra vez, no solo por el componente de combate sino también por la estrategia. Y es que antes de la siguiente batalla se deberá elegir entre una de dos opciones de premio, algunas son cristales, otras pueden ser energía, distintos power-ups o hasta la posibilidad de mutar en algunos de los villanos clásicos de la tira, aunque solo reducidos a tres: Bebop, Rocoso y Destructor.
Al mutar, estos personajes obtienen su propia barra de energía (bastante pequeña) lo que puede ser un respiro si la salud del personaje principal elegido se ve comprometida y a su vez se vuelve interesante luchar en la piel de algunos de estos villanos, aunque los movimientos son bastante más limitados que los de los personajes principales.
A su vez, los escenarios, independientemente de las dimensiones, tienen algunas características que aparecen de manera aleatoria y que afectan a la jugabilidad, sacando al jugador de cualquier tipo de monotonía. De esta forma, tendremos por momentos viento que cambia de derecha a izquierda modificando nuestros golpes, enemigos que explotan al ser derrotados, misiles, flechas y hasta meteoritos que caen desde el cielo, formaciones rocosas que emergen de la tierra en distintos puntos para producir daño y hasta la irrupción de soldados pie en motos y hasta en coches para arrasar con todo lo que esté en pantalla.
Duración
Cada fase puede durar unos 30 segundos, por lo que el agregado nuevo podría decirse que es corto, de cualquier forma, desde que se llega a enfrentar a Destructor en la dimensión final, el camino puede ser corto o largo, dependiendo de las opciones del propio jugador, e incluso, del capricho de la IA que puede no disponibilizar ningún tipo de bonificación suculenta en cristales por un buen tiempo.
Dicho esto, la dificultad en los primeros niveles de cada personaje hará que el jugador tenga que jugar una y otra vez para alcanzar los objetivos, si bien esto puede parecer tedioso, la magia de cómo está realizado este DLC hace que sea absolutamente todo lo contrario y se disfrutan a tope cada una de las partidas.
Conclusión
Estamos ante un DLC que sigue bañándose en el encanto del juego base y a su vez suma calidad y un desafío totalmente renovado que llevará su tiempo dominar, pero que sabe conquistar el corazón de los jugadores golpe a golpe, pizza a pizza. Lo único inquietante es no saber si tendremos más contenidos adicionales a futuro, pero por el momento, lo que llegó es más que suficiente. ¡Cowabunga!
*Agradecemos a DotEmu el material para el análisis.
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Apartado técnico85/100
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Jugabilidad85/100
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Duración80/100
Lo bueno
- La inclusión de Karai y Usagi es todo un acierto
- Las nuevas paletas de colores
- El diseño de algunos de los escenarios nuevos
Lo malo
- Hubiese sido bueno que se incluyesen más villanos a utilizar
- Una ampliación del modo historia no hubiese estado mal