Analizamos Road to Ballhalla, un divertido juego donde tendremos que guiar a una bola a través de peligros para alcanzar el Ballhalla.
Echa un vistazo a estos otros análisis
- Análisis de Indiana Jones and the Great Circle – El juego que marca el camino a Xbox
- Análisis de Parcel Corps, una experiencia arcade diferente y divertida
- Análisis de Microsoft Flight Simulator 2024 – Un aterrizaje con viento cruzado
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Road to Ballhalla es otro juego más donde cogemos un objeto y debemos llevarlo a la meta sin morir. En Xbox 360, existió un arcade llamado Marble Blast Ultra que nos ponía en la «piel» de una bola que tenía que llegar a la salida pasando por distintos tipos de superficies además de saltos y habilidades especiales que hacían de este un título bastante divertido. Si echamos la vista atrás tenemos otros ejemplos como Kula World de PSX y el clásico de todos, el genial Marble Madness. Todos estos tenían algo que les hacía especiales, un entorno diseñado en 360º, el citado cambio de superficie… por eso este Road to Ballhalla no parece que sea algo especial, sin embargo, tiene algo que nos atrae y que al mismo tiempo nos ha agradado gratamente.
Apartado Técnico
En cuanto al apartado gráfico no hay demasiado que destacar, es un juego bastante sencillo en este aspecto donde prima sobre todo el colorido y las físicas de la bola en cuestión. Sinceramente no tenemos mucho que contar, los fondos no son más que cambios de color en tonos por nivel y los distintos diseños de cada fase que es sencillamente increíble lo imaginativos que pueden llegar a ser.
En donde destaca es en el apartado sonoro, porque está muy vinculado a la jugabilidad y es que el ritmo en Road to Ballhalla lo es todo. Y cuando nos referimos a todo, es que todas las composiciones visuales y jugables «bailan» al son de la música electrónica que suena durante todo el juego. Por lo que tenemos por un lado un apartado gráfico discreto (que no malo) y otro sobresaliente que es el sonoro.
Jugabilidad
El apartado jugable de Road To Ballhalla es tan simple de explicar que con 5 palabras quedaría resumida. Pero es bueno intentar profundizar un poco en por que este juego es tan divertido. Como hemos dicho al principio, el concepto de: «lleva la bola a la meta» puede dar mucho juego de por sí, ya que según como queramos plantearlo pueden darse muchas situaciones, no solo por pericia del jugador, sino que se unen muchos factores que hay que tener presentes durante el juego. Aquí la suerte no es una de ellas, ya que gran parte del juego premiará más vuestra habilidad como jugador, vuestro oído, y vuestra vista. Aunque parezcan que no tienen mucha correlación entre ellas, la verdad es que ninguna puede vivir sin la otra en Road To Ballhalla y os vamos a detallar el porqué:
- Habilidad: Este es quizá el más obvio de todos, lo necesitamos para poder pasar al milímetro por según que trampas que te plantea el juego, seguir ciertos caminos sin equivocarte para no perder el acceso a algún mecanismo que haya en el escenario o el calcular el tiempo que necesita tu bola de reacción ante alguna trampa láser colocada en el escenario
- Vista: de las 3, está sin duda es la menos importante de ellas, pero muy necesaria a la hora de cumplir ciertos mapas ya que es muy posible que estén llenos de trampas que a simple vista no puedes superar o algún camino invisible que no has visto y que te puede ayudar en según qué situaciones.
- Oído: La última y más importante de las tres es sin duda el oído. Como hemos dicho en el párrafo dedicado a ello, en Road To Ballhalla necesitamos estar completamente pendientes de la música del juego, ya que ella es la que nos marcará el ritmo en el 90% de las trampas y ayudas de las que dispondremos durante el juego. Una de ellas (la más común de todas) son unas baldosas de color rojizo que siguen el ritmo de la música y que cuando están encendidas pueden llegar a dañar nuestra bola, o algunos cañones que lanzan rayos láser que tambien siguen dicho patrón, he incluso en algunas ocasiones, nuestra bola es invencible durante unos segundos mientras duran esos compases y así facilitarnos la solución de algún mapa en concreto.
En cuanto al resto de apartados jugables y de diseño de escenarios, todos ellos están llenos de trampas, y de una serie de orbes, hay unos de color naranja y otros azules. Los orbes naranjas son puntos, que si los vamos reuniendo, nos permitirán abrir otros niveles, junto a otras condiciones necesarias. En cada nivel tenemos un total de 10 puntos que podemos conseguir, 5 de ellos dependen de que recojamos el 100% de esas bolas naranjas, los otros 5 dependerán de las veces que muramos, así si morimos 5 veces solo podremos obtener 4 puntos, y así sucesivamente.
Esto es muy importante de cara al avance del juego ya que si no reunimos un número concreto de puntos no se nos desbloqueará el siguiente nivel por lo que tendremos que volver a entrar en esa fase que se nos ha «cruzado» tanto para intentar conseguir más puntos. Afortunadamente, una vez completados todos los niveles podremos acceder a unas fases bonus que nos ayudaran a arañar algunos puntos.
Desgraciadamente, los puntos para pasar de nivel son bastante altos a partir del 3º por lo que tendremos que farmear bastante si queremos continuar la historia, algo que seguramente no guste a todo el mundo. Además, hay algunas fases que son terriblemente complicadas y que más de una vez tirareis el mando de pura rabia.
Duración
Este apartado es sin duda muy ambiguo, ya que aquí depende más de nuestra pericia que de si es largo o no, ya que si eres muy hábil es posible que en 2 horas y media lo tengas completado. Road to Ballhalla está dividido en 4 niveles, y estos divididos en varias fases, niveles de bonus y pruebas de tiempo, en estas últimas puedes batirte con el resto de jugadores del mundo para lograr el mejor tiempo posible en terminar una fase. Además, este tipo de juegos suelen ser bastante rejugables ya que son títulos arcade muy desengrasantes que siempre pueden llegar a apetecer de vez en cuando jugar.
Conclusiones
Desde luego Road to Ballhalla no va a pasar a los anales de la historia de los videojuegos como uno de los mejores. Sin embargo, es curioso como este juego logra que tengas cierta complicidad, puede sonar raro lo que decimos, pero acabas empatizando con él. Quizá sea por los numerosos mensajes que aparecen por el escenario (en inglés) que te vacilan o te dan consejos, hasta el punto de que te pueden llegar a pedir que des la vuelta a tu mando y tu como un tonto lo acabes haciendo y otras muchas cosas.
En definitiva, lo importante es que nos ha divertido mucho el tiempo que nos ha durado y eso hoy en día es algo muy a tener en cuenta cuando jugamos a un videojuego, y por los 14,99€ que cuesta en la store no podemos pedirle más.
*Gracias a Tiny Build por habernos proporcionado el material de la review.