Análisis de Mundaun

Mundaun es una joya indie del survival horror con unos gráficos espectaculares y varios aspectos cargados de originalidad.

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Antes de empezar el análisis de esta aventura desarrollada por Hidden Fields y publicada por MWM Interactive tengo que advertirte que si estás planeando un viaje a los Alpes suizos, puede que quieras esperar a jugar este título hasta cuando ya hayas regresado o tu experiencia de paz en las montañas nevadas puede verse ligeramente alterada. Especialmente a la noche.

Mundaun nos lleva a un viaje por una aldea suiza que parece ser de ensueño para descubrir cuál fue el destino del abuelo del personaje que encarnamos. Desde las primeras escenas de la introducción sabremos a través de una carta, que el anciano, un soldado retirado, pereció en un incendio en la granja que habitaba y en la que nuestro protagonista pasó mucho tiempo en su infancia tras la muerte de sus padres.

Algo en la epístola enviada por el sacerdote de la aldea no parece estar del todo correcto a ojos del protagonista, por lo que decide trasladarse al lugar para ver con sus propios ojos qué sucedió. La investigación se tornará casi literalmente en una pesadilla a los pocos minutos de empezada la historia y el camino del descubrimiento nos llevará por varios lugares de la zona resolviendo puzzles e intentando sobrevivir en una historia que nos mostrará el presente y el pasado que se interconectarán para dar sentido a esta maravillosa narrativa.

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Apartado técnico

El género del survival horror nos ha aportado distintos ingredientes característicos de ciertos juegos dotándolos de una originalidad tan grande que les dio una identidad propia. Así podemos pensar en la mansión de las primeras entregas de DOS de Alone in the Dark, la niebla y el sonido de la estática de Silent Hill, la soledad que se sentía con el eco de los pasos en la Mansión Spencer del primer Resident Evil y así puedo estar horas enumerando distintos arquetipos. En el caso de Mundaun esa particularidad que le brinda un toque muy personal son, sin dudas, los gráficos.

Cada escenario del título está modelado como si fuera un bosquejo en lápiz: personajes, escenarios, elementos, menús, absolutamente todo fue pensado de esa forma por quien fuese casi que el único desarrollador de la producción: Michel Ziegler. El talentoso creativo pasó la friolera de casi seis años desarrollando el juego y muchos de esos días los invirtió construyendo este apartado gráfico tan particular que hace que muchas veces te recuerde a algún instante oscuro de tus sueños.

El proceso gráfico totalmente en 3D consistió en crear mapas de texturas usando plantillas existentes que Ziegler utilizó para dibujarlas encima a mano para escanearlas y colocarles varios de los objetos en 3D que utilizamos en la producción. Insisto en que el aspecto gráfico es sublime en todo sentido, suma muchísimo a la ambientación y creo que es inseparable de la aventura en sí misma.

El aspecto visual descansa sobre la sólida estructura igual de cuidada del sonido. Cada escenario y, en especial, ciertas secuencias cuentan con una música de corte clásico estupendo para la época en la que transcurre el juego y para aportar más agobio, tensión y terror en el jugador. Otro de los elementos que son dignos de mencionar es el de la radio. A medida que avancemos en el juego iremos descubriendo diversas frecuencias que podremos utilizar para sintonizar distintas estaciones en aparatos que reproducen música de distinto tipo y hasta entrevistas.

Párrafo aparte merecen los diálogos o los comentarios que iremos oyendo en el transcurso de nuestro juego, ya que están completamente hablados en romanche, una lengua románica suiza poco usual que quienes presten atención podrán confundir con una mezcla de francés, italiano, español y hasta alemán. Creo que pocos juegos han prestado tanta atención a este tipo de cosas y vale la pena destacarlo.

La localización al español está a ala orden del día por lo que si tus clases de romanche no tuvieron un efecto muy enriquecedor en cuanto a conocimiento, no tienes de qué preocuparte.

Jugabilidad

Mundaun no se aparta demasiado de la jugabilidad propia del género del que forma parte. Nuestro camino nos llevará por distintas áreas en donde deberemos buscar, siempre desde una perspectiva en primera persona, llaves y otros elementos para resolver ciertos puzzles que nos permitirán avanzar en la aventura. El desafío de estos enigmas tiene una dificultad moderada y ninguno te va a llevar a los alarmantes extremos de la ansiedad para resolverlos, sin embargo, tampoco se quedan cortos en su diversidad.

Para encontrar la llave de un vehículo, por ejemplo, deberemos accionar una maqueta de camiones (a la que previamente deberemos ponerle pilas) y sincronizar el estacionamiento de los transportes en un punto exacto, en otro caso tendremos que reproducir ciertas notas musicales golpeando unas figuras de carne, etc. Todas las formas, colores y sabores de misterios se hacen presentes aquí.

Las herramientas necesarias para ir explorando todos los puntos tétricos del juego se despliegan en un menú que puede ser un poco tosco en un principio pero que luego de unos minutos se vuelve más afable, aunque es cierto que podría estar un poco más trabajado.

El guardado automático de la partida no lo es tanto, me explico: la función está habilitada, pero la partida se guarda solo cada 15/20 minutos a no ser que te encargues de hacerlo por las tuyas accionando los relojes de diseños muy extraños que podrás encontrar esparcidos a lo largo de todo el juego. Eso sí, debes acordarte de este detalle o puede que pierdas muchos minutos jugados por un descuido.

En Mundaun la mayor parte de la exploración será a pie, pero también tendremos a nuestra disposición un vehículo con el que podremos alcanzar zonas más alejadas y en el que deberemos recolectar heno en ciertos lugares para completar algunas de las misiones o bien habilitar áreas con la frecuencia de la radio de esta especie de camión. Estas partes de conducción le dan también un toque de originalidad y evitan la monotonía de recorrer a pie varios trazados.

No contamos con un mapa tradicional que nos permita realizar un seguimiento en vivo de nuestra posición en el lugar, pero las pistas que iremos siguiendo para avanzar en las diversas áreas son muy simples de seguir por medio de fotos y anotaciones propias del protagonista.

Otro toque único y muy poco usual que aporta esta producción al género son algunos elementos de RPG que incorpora, por ejemplo en las opciones de diálogos que tendremos con los distintos personajes que nos iremos encontrando y que no solo nos ayudarán sino que nos darán elementos únicos de la historia, incluso el mismísimo enemigo principal. En este mismo marco y a base de exploración, podremos aumentar también tres cualidades de nuestro personaje; la salud, el manejo de armas y la resistencia al miedo. Estos tres elementos los mejoraremos preparando café con distintos elementos, y recolectando información sobre armas y combate en general.

El miedo es un factor preponderante incluso en la psiquis del protagonista que en un principio se quedará paralizado ante ciertas situaciones que escapan a su comprensión. Esto me pareció un detalle muy bueno, solo que no terminó de hacerse bien. Es decir, desde el propio inicio el personaje habla con un viejo malvado que le provoca que una de sus manos quede quemada y con ella pueda abrir paredes y áreas inaccesibles. Sin embargo, el protagonista no reacciona de forma adversa con esto, no hay referencia alguna a este detalle, lo cual contradice la lógica que se quiere imponer sobre el pavor mismo.

El juego transcurre en diversos momentos del día y como es lo típico, durante las horas de sol todo será mucho más tranquilo que en el momento en el que la oscuridad se cierna sobre el poblado. Allí es cuando varios tipos de criaturas saldrán de su descanso para atacarnos. Tendremos varias armas a nuestra disposición desde rastrillos que se rompen tras su uso hasta fuego y rifles, pero tranquilamente puedes pasarte el juego sin tener que atacar a un solo enemigo. Simplemente esquivar y correr lograrán el efecto buscado: la supervivencia.

Duración

Aproximadamente unas 9 horas serán suficientes para terminar la historia del juego, pero Mundaun cuenta con un total de cinco posibles finales lo que eleva la rejugabilidad hasta elevar la cantidad de horas de juego hasta cerca de las 25, ya que para encontrar el mejor final se requerirá de una atención específica al detalle de la historia y a elegir las opciones indicadas.

Conclusión

Mundaun puede ser un juego que no le vuele la cabeza a los más veteranos del género, pero no me cabe la menor duda que ese mismo público se enamorará del título apenas unos minutos después de empezado. Una atmosfera cargada de soledad y misterio adornada por una estética impecable y original les dará a todos los jugadores una buena experiencia de terror con varios sustos en distintos momentos.

El juego se encuentra disponible en Xbox One, Xbox Series X, Xbox Series S (consola en la que se realizó el análisis) a través de la retrocompatibilidad, PC, Nintendo Switch, PlayStation 4 y PlayStation 5.