Kazuma Kiryu, el gran Dragón de Dojima, vuelve de la muerte para una gran historia especial para los fans de la saga.
Echa un vistazo a estos otros análisis
- Análisis de Indiana Jones and the Great Circle – El juego que marca el camino a Xbox
- Análisis de Parcel Corps, una experiencia arcade diferente y divertida
- Análisis de Microsoft Flight Simulator 2024 – Un aterrizaje con viento cruzado
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Pasaron ya siete años desde la aparición de Yakuza 6: The Song of Life, el título que parecía darle un fin a la historia de Kazuma Kiryu, el mítico y querido por todos Dragón de Dojima, pero desde Ryu Ga Gotoku decidieron que el personaje vuelva a aparecer en la IP con una historia tan sólida como las del resto de la saga, aunque mucho más corta de lo que usualmente nos tienen acostumbrado los nombres de este estudio desarrollador.
En esta entrega, Kazuma Kiryu habrá abandonado su nombre y estará rebautizado como “Joryu”, tras una muerte ficticia en Hiroshima fabricada por los siempre complejos Daidoji para así salvaguardar a los seres queridos del Dragón de Dojima y para tener bajo su puño al temible ex-yakuza. Las cosas se complican ni bien comienza el título con la irrupción de la Alianza Omi y el secuestro de uno de los allegados de Kiryu, que tendrá que volver a las siempre cambiantes calles de Sotenbori en Osaka para buscar respuestas e intentar escapar de las garras de los Daidoji sin poner en riesgo al hogar de niños que quiere proteger.
Like a Dragon: Gaiden – The man who erased his name nos llevará por varios estadíos emocionales en una narrativa sólida y que nada tiene que envidiarle a las entregas anteriores con personajes icónicos como Akame, a la que será imposible no apegarse y villanos muy malvados a los que será imposible no odiar, como a esos matones que le tiraban piedras a un perro en la primera entrega.
Acompáñame a recorrer las calles de Osaka y salvar al bueno de Kiryu de las garras de su propio destino, uno que siempre ha sido increíblemente cruel con él. Si puedes, toma un palo o algún cuchillo, es muy posible que lo necesitemos a la brevedad. Estas calles son muy peligrosas.
Suscríbete al canal de GX en Youtube
Apartado técnico
Visualmente, el juego es todo un portento en comparación con el resto de la saga, quizás no tanto con lo visto en Yakuza: Like a Dragon, pero sí con las entregas anteriores. Particularmente, las localidades que se muestran en el juego se ven impresionantes con una iluminación realmente espectacular en los distintos momentos del día en que pueden recorrerse y en las animaciones tanto del personaje principal como las de los NPCs que recorren las atiborradas calles y tiendas del lugar. Estas características también se trasladan a otros puntos del mapa, como El Castillo, que además propone otro tipo de efectos en diversos puntos de su geografía.
Algo que llama la atención también es que las interacciones con las chicas de los cabarets ahora son con mujeres reales en HD y no de la misma manera que se había realizado hasta esta entrega.
Otra de las marcas distintivas de la saga es la calidad del sonido y aquí dice presente una vez más con una actuación sobresaliente (como siempre) de los actores de doblaje japoneses (por ahora, las voces en inglés no están disponibles y llegarán con un parche en una fecha no determinada) que hacen que toda la narrativa se sienta muchísimo más real, por descabellada que pueda parecer en ciertos puntos.
Adicionalmente, la música acierta en cada uno de los puntos de la historia para dar más dramatismo a ciertas situaciones o causar el efecto contrario en las partes de comedia, que no son pocas. Otro infaltable de esta IP es el minijuego del karaoke que incluye una amplia gama de temas musicales para el deleite del protagonista y del jugador por igual.
El juego está muy bien localizado a nuestro idioma, algo fundamental para este juego por la relevancia que tienen sus diálogos en todo momento y por lo difícil que es trasladar ciertos aspectos y referencias culturales niponas nuestra idiosincrasia occidental.
Jugabilidad
Esta entrega de Like a Dragon vuelve a la mecánica tradicional de combate de la saga y se aleja del combate por turnos que ofreció Yakuza: Like a Dragon. El regreso a las bases viene con un estilo de combate nuevo llamado “Agente” que es el conjunto de movimientos que utilizan los Daidoji y permite utilizar varios artilugios en el fragor de la lucha, como un adminículo que atrapa a los enemigos y los arroja, conocido como la “Araña”, un dron que puede realizar distintos tipos de ataque y más.
El otro estilo de combate es el Yakuza, mucho más agresivo que el anterior y, quizás, mucho más efectivo para el combate uno contra uno y con ataques mucho más poderosos. Independientemente del estilo que se seleccione todos tienen un punto en común que es la barra de Heat tan conocida por los fans de la saga, que permite ataques únicos y de alto poder destructivo en ciertas ocasiones y se puede cargar como Dios manda: dando mamporros a diestra y siniestra. Cuando se hayan acumulado varias barras de este estilo, al presionar los gatillos se puede hacer uso del modo Extreme Heat, que vuelve a Kiryu casi invencible y añade una buena cantidad de movimientos por tiempo limitado.
En cada uno de los combates tendremos a disposición un vasto menú de objetos con el que atentar contra la humanidad de nuestros adversarios, porque siempre es muy satisfactorio partirle a alguien una bicicleta, un cono o hasta una motocicleta en la cabeza.
La acción del juego transcurre, en su mayoría, en la ciudad de Sotenbori, conocida también por los fans de la saga, y aunque el mapa puede resultar un tanto pequeño en esta ocasión, cada rincón de esta urbe de Osaka rebosa con actividades pare realizar y personas con las que hablar. Casi en cada calle tendremos a disposición restaurantes con las más diversas ofertas, tiendas para comprar, bares para tomar y, por supuesto, grupos de enemigos a los que enfrentar y que arrojarán dinero al ser eliminados, un bien que también se puede utilizar para ampliar las habilidades de los distintos estilos de combate de Kiryu y otras características más.
La mayoría de las misiones secundarias de esta entrega están relacionadas con Akame, una señorita que se dedica a la compra y venta de información en toda la ciudad y una pieza central de la historia del título. Expandir la Red de Akame será primordial para obtener ciertos beneficios como ítems exclusivos, y esto se logra con puntos que se van acumulando al realizar distintas acciones que ayuden a la gente de Sotenbori o simplemente comiendo en distintos sitios.
Sumadas a la red de Akame tendremos infinidad de otras actividades interactivas que realizar por toda la ciudad. En Sotenbori, además de deleitar al público con nuestra estupenda voz en los ya mencionados karaokes, podremos entretenernos de otras formas, ya sea jugando a los dardos, al billar, al Mahjong, al shogi, en carreras de coches eléctricos en miniatura disfrutando de alguna partida en las recreativas clásicas que incluyen juegos como Virtua Fighter 2, Sonic the Fighters, Fighting Vipers 2 y el nunca antes visto en consolas Daytona 2 que llega bajo el nombre de Sega Racing Classic 2 para sortear cualquier escollo legal de licencias. A su vez, se pueden disfrutar de grandes clásicos de la Sega Master System, lo cual es toda una pasada.
Adicionalmente podremos encarar distintos combates dentro del Coliseo del Castillo. Aquí incluso se pueden reclutar algunos NPCs para que peleen junto a Kiryu y así poder avanzar en los distintos niveles de la competencia para desbloquear premios, ganar dinero y enfrentarse a los cuatro reyes de la competencia.
Duración
En la introducción indiqué que era uno de los títulos más cortos de la saga, pero esto no significa que el juego sea corto, de hecho, estamos hablando de una producción que puede demorar hasta unas 15 horas o más en terminarse, y al menos 6 más en culminar todas las historias secundarias, esto sin contar el tiempo que, indefectiblemente, se invertirá en diversos minijuegos.
Conclusión
Concebido originalmente como un DLC, quizás por eso el tamaño más reducido, y desarrollado en apenas seis meses por Ryu Ga Gotoku, Like a Dragon: Gaiden – The man who erased his name es una dignísima entrega de la saga, y aunque tal vez no agrega alguna novedad significativa, ver a Kiryu en acción por las calles japonesas es siempre algo extraordinario, como lo es también el hecho de que una saga ya tan longeva no se sienta pesada o repetitiva.
Esta continuación de la vida del Dragon de Dojima es infaltable para todos los fans de Yakuza/Like a Dragon, aunque no la recomiendo para todos aquellos que no hayan jugado a las entregas anteriores por la cantidad de spoilers que van a encontrar incluso en la historia principal.
Un dato interesante es que al terminar la historia, el juego habilita una demo especial de Like a Dragon: Infinite Wealth lo cual es otro gran punto a favor para hacerse con el título de salida.
*Agradecemos a Sega el material para este análisis.
[appbox microsoftstore 9pbn7f8m4ns5]
-
Apartado técnico85/100
-
Jugabilidad80/100
-
Duración78/100
Lo bueno
- El apartado gráfico y el sonoro.
- La narrativa es una maravilla.
- El regreso del estilo beat 'em up.
Lo malo
- Los que no hayan jugado a la saga, estarán totalmente fuera de este juego.
- La IA aliada en los combates en equipos dista de ser la mejor.
- Un modo foto no hubiese estado mal.