Analizamos Gunborg: Dark Matters, un plataformas arcade repleto de acción espacial que ofrece una experiencia dominada por la estrategia, la habilidad y los reflejos.
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Lo retro está de moda. La añoranza de épocas pasadas se ha instalado con fuerza en las tendencias del momento y a día de hoy podemos encontrar rasgos de este estilo tanto en objetos fetiche convertidos en iconos de moda por parte y magia de la querencia por lo vintage, como en grandes juegos clásicos y momentos de la historia del videojuego. Las maneras que han tenido estos últimos en recordar el pasado han sido variadas, y con diferentes resultados. De todas maneras, ¿no es agua pasada, todo esto?
Si bien, se dice que la fuerza de esta tendencia pueda deberse a que, ante una sociedad tan tecnológica, la persona busca de modo inconsciente algo singular, familiar, auténtico que le permita diferenciarse. Y el estilo “retro” responde perfectamente a esta necesidad, ya que se caracteriza por productos y diseños que apelan a la nostalgia, a los recuerdos… por lo que facilita ese acercamiento a recuperar el tiempo pasado.
Porque en eso consiste Gunborg: Dark Matters, un plataformas arcade repleto de acción espacial que recuerda a los juegos de los años 80 y 90. Concretamente, ejerciendo un papel trascendental que apela a la nostalgia de los jugadores por medio de una experiencia mejorada.
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Apartado técnico
El Synthwave suena tanto a futuro como a años 80 y hasta allí hay que transportarse para encontrar sus raíces. Como el nombre ya nos pone sobre aviso, los sintetizadores son parte fundamental de este género, aunque también hay piezas complementadas por el uso de guitarras eléctricas y otros instrumentos.
A grosso modo, es un género completamente apartado de los canales de distribución de la música comercial, uno que está completamente liberado de ataduras y que juegos como Gunborg: Dark Matters aprovechan hasta las últimas consecuencias. Y lo consigue por medio de unas melodías electrónicas a la par que repetitivas que nos guían hacia la locura, o que simplemente, nos recuerdan lo cerca que estamos de ella, dado que los colores que usa se apoyan en una estética ochentera.
Una que se retuerce y que nos hace asumir una sensación de delirio, de no ser completamente conscientes de nuestros actos.
Jugabilidad
La energía oscura es, incluso para los expertos, uno de los más grandes misterios del universo. En palabras simples, representa la fuerza magnética que actúa como motor de la expansión del universo, formando una fuerza gravitacional repulsiva en el acto y de la que es muy difícil librarse. En otras circunstancias, esto podría parecer ciencia ficción. Y es por eso que título que protagoniza estas líneas contrarresta el efecto de la energía oscura usándola como un método de infusión.
Sin demasiados preámbulos, la obra desarrollada por Rickard Paulsson nos invita a abrirnos paso a través de una nave alienígena llena de viles criaturas. Y para eso, tendremos que valernos de nuestra destreza equipándonos con una hoja afilada con las propiedades antes mencionadas y un escudo que no solo nos permite desviar los proyectiles enemigos. De alguna forma, se trata de una especie de moneda de cambio. Una moneda que se debate como un arma ofensiva u ofensiva dependiendo de nuestras necesidades en el fragor de la batalla.
Después de todo, Gunborg: Dark Matters tiene una jugabilidad rápida y frenética que requiere reacciones casi inmediatas, pero con su toque de estrategia. Hay que reaccionar a toda velocidad a los movimientos rivales, pero también hay que hacerlo con cabeza. Es necesario ir perfilando un acercamiento a cada nivel, eligiendo el orden en el que vamos a atacar y las armas que vamos a intentar usar para ellos, ya que, en función de la situación unas serán más útiles que otras y, por si fuera poco, también tenemos que vigilar la munición.
Eso sí, completar los niveles con éxito sería imposible de no ser por un fantástico diseño de escenarios y unos controles que responden con soltura. De la misma forma, los enemigos están distribuidos de manera que es imposible ir a lo Rambo, por lo que hay que aprender a usar un poco la cabeza. Es por eso que, a pesar de que a priori pueda parecer repetitivo jugar unas fases que son muy similares las unas de las otras, estas funcionan tan bien en posteriores iteraciones.
En el fondo, al final estamos luchando contra uno mismo, buscando la fórmula que mejor te funciona y, además, mejorando con cada partida al mismo tiempo que aprendemos los patrones de los enemigos.
Duración
Un factor importante a la hora de tratar la dificultad en los videojuegos es lo justo o injusto del reto. Dicho de otra manera, el fracaso en el lenguaje videolúdico es una herramienta de aprendizaje que insta al jugador a comprender sus errores y buscar una solución, pero de nada sirve si lo que experimenta es debido a que el juego es injusto.
Por suerte, Gunborg: Dark Matters se ampara especialmente en la habilidad y el trabajo, y no tanto en la suerte, pues da al jugador un repertorio de habilidades para resolver los diferentes retos planteados. A este respecto, poniendo a prueba nuestras habilidades y cuando algo falle, reconsiderar nuestras opciones en el curso de la acción. Es un tipo de juego que está más ligado al concepto de mejora personal, al igual que al aprendizaje, mediante el fracaso.
Un tipo de juego que nos puede llevar completar algo más de una hora si lo hacemos todo a la perfección, pero que va añadiendo de forma gradual nuevos retos, cada vez más complejos, en forma de coleccionables que aumentan la durabilidad y la rejugabilidad.
Conclusión
La producción de un juego, todo su mundo, su proceso, desde la primera idea hasta el último retoque, el lugar en el que se mezcla la creatividad con la lógica, hace en su conjunto un escenario fantástico digno de análisis. Aunque muy breve, Gunborg: Dark Matters pone de manifiesto todo este proceso por intermedio de una experiencia dominada por la acción, la estrategia, la habilidad y los reflejos. Una experiencia que nos termina absorbiendo y que es recomendable para aquellos que busquen una mezcla jugable atractiva con estética retro.
*Agradecemos a Red Art Games el material proporcionado para poder realizar este análisis.