Destiny 2 renueva toda su maquinaria con la llegada de la primera gran expansión anual. Bungie vuelve a sorprendernos con Los Renegados.
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Ya estamos aquí otro año más con el análisis correspondiente de la versión de Destiny que toca en el mes de septiembre. Desde la locura del primero, allá por 2014 y pasando por El Rey de Los Poseídos en 2015, Los Señores de Hierro en 2016 y Destiny 2 en 2017, todos con sus mas y sus menos han marcado el ritmo de los millones de aficionados que han jugado a la nueva saga de Bungie, apadrinada por Activision. Pero no vamos a hacer un repaso por toda la trayectoria del estudio ni siquiera por la propia saga, ya que Los Renegados es una expansión que siendo exactamente lo mismo -es decir, Destiny-, si que nos presenta un panorama distinto y más completo.
Es evidente que con cada nueva expansión, Bungie cuenta con otro intento más de satisfacer a sus apasionados fans del juego. Con sus más y sus menos, este MMO Light, como se nos ocurrió definirlo el año pasado en el análisis del juego base, tiene una base sólida sobre la que mantenerse: su excelso y perfeccionado gameplay. Si te gustó pegar tiros en cualquiera de las entregas desde 2014, estamos seguros de que con eso no tendrás problema alguno. Por lo que toca pasar a la siguiente cuestión: ¿porqué debería retomar Destiny 2? o ¿porqué debería de jugar a Destiny 2? El objetivo del análisis será explicaros todas las novedades de Los Renegados junto a estas preguntas, para conformar una conclusión. Así que allá vamos.
Comenzamos con la historia, en la cual como todos habréis visto en los vídeos de promoción del juego, todo se centra en que Cayde-6 muere. No hay giros de guión ni sorpresas detrás del trailer, en la primera misión, acompañaremos al líder de los cazadores porque su amiga Petra Venj, encargada de la Prisión de los Ancianos, se ve superada ante un motín que se ha producido. Cayde-6, con su habitual desparpajo y tremenda eficacia se encarga de todos con nuestra ayuda, pero los 8 barones Renegados lo consiguen superar en una de las mejores cinemáticas de toda la saga. Ese motín en realidad era una tapadera para encubrir un intento de escapar de Los Renegados, Caídos sin Kell que fueron repudiados por los suyos y absorbieron Eter para transformar sus cuerpos y habilidades.
Los Renegados trae una nueva era de Destiny
Detrás de todos estos, se encuentra su líder, el insomne Uldren, hermano de la Reina Mara Sov, la cual vimos en el primer Destiny, en el Arrecife, su territorio. Allí es donde se encuentra la prisión de los Ancianos y la nueva gran zona a explorar: Las Costas enredadas. Después de la muerte de Cayde-6, Zabala, Ikora y nuestro guardián discuten sobre la manera de actuar, en la que nuestro avatar toma una determinación: La venganza. De esta manera, nos lanzaremos a vengar a nuestro amigo con la ayuda de Petra Venj en un intento de eliminar a Uldren y a sus Barones.
Esta trama, no sólo es más madura que las anteriores, por el evidente toque dramático, si no que también elimina al único personaje que ponía el punto humorístico a Destiny, con lo que el juego gana en seriedad y deja atrás esa época inicial con personajes como FailSafe, que resultaban algo ridículas por momentos. Destiny 2: Los Renegados nos presenta la mayor actualización de contenido hasta la fecha, muy posiblemente incluso por encima de El Rey de los Poseídos en su día.
Apartado técnico
Poco podemos hablar en este apartado que no se sepa a estas alturas. Destiny 2 tiene una factura técnica excelente, pero más aún por su faceta artística que lleva desde 2014 poniendo en nuestras pantallas los paisajes más bellos que nos podamos encontrar en esta generación y en Los Renegados hemos seguido quedándonos con la boca abierta ante todo lo que hemos podido ver. No sólo se trata de los nuevos escenarios, incluso los nuevos enemigos resultan más sorprendentes, al atacar producen un fuego que parecen usar intensamente el sistema de partículas, si no que además, contaremos ya con una resolución 4K nativa a 30fps en Xbox One X (un auténtico espectáculo) y de 1080p y 30fps para Xbox One S. Lo hemos probado en ambas y el gameplay es perfecto, sin bajones ni tearing ni popping ni nada parecido.
Si tenemos que destacar alguna cuestión técnica es que la distancia de visionado en Xbox One X es bestial y se pueden observar a los enemigos tan lejos como den los píxeles de tu pantalla. Quizá el 4K es el culpable de estos detalles. Aunque también hemos descubierto -quizá ya por nuestra experiencia técnica-, algunos «trucos» que usa Bungie para no cargar gráficamente todo el conjunto y que difícilmente se aprecian, como una bajada de frames en los extremos laterales de la pantalla o un desenfoque continuo en los bordes que libera la carga de procesamiento.
Tampoco podemos poner en duda la calidad musical y sonora del juego, que parece haber mejorado con la actualización 2.0 (también disponible para los que no posean la expansión), en algunas armas, que suenan diferentes y la banda sonora de Los Renegados, que al menos particularmente nos ha encantado. El acorde principal tiene un toque «El último Mohicano» que seguro que muchos identificaréis rápidamente. De hecho, esta banda sonora introduce también ese nuevo componente serio incluso en la torre, ya que todos los personajes sabrán lo sucedido con Cayde-6 y te hablarán sobre ello, como es habitual, en perfecto castellano.
Jugabilidad
Hablemos de nuevo contenido. En términos jugables, Destiny 2: Los Renegados introduce un nuevo modo que mezcla el PvE y el PvP, Gambito, 9 nuevas subclases para nuestros guardianes, 3 para cada una, y cuenta con dos nuevas zonas explorables: La costa enredada y La Ciudad Onírica. Esta última sólo disponible cuando terminemos la campaña, ya que es la que contiene la mayoría de elementos end-game. Os desglosaremos todo a continuación, pero ya os podemos adelantar que parece que Destiny 2 ha repartido su estructura de misiones de manera que no todo esté centrado en asaltos-crisol y vuelta a empezar. Hay multitud de contratos disponibles, divididos entre diarios y semanales, y muchas oportunidades de subir el poder de nuestro guardián con equipamiento destructivo. Por eso, lo primero es tratar la motivación principal de un jugador de Destiny y los cambios que ha sufrido el sistema de Luz.
Como sabéis desde Destiny 2 el nivel de Poder -al que popularmente todos aún llamamos luz-, ha cambiado para hacerlo más fácil para los jugadores solitarios que no podían unirse o completar muchas de las pruebas que requerían un equipo, como la incursión o el ocaso, y para ello introdujo muchas facilidades con indicadores en el director del juego – la carta estelar -, que nos señalaban las oportunidades de conseguir este equipamiento. El problema era que resultaba demasiado fácil llegar al techo de nivel y desmotivarse viendo que el contenido era escaso si solo se trataba de explorar. Con pocos secretos, los jugadores terminaban jugando al Crisol por mero gusto y ni siquiera el Estandarte de Hierro o las Pruebas de Los Nueve proporcionaba esa motivación extra.
Ahora, el director es mucho menos invasivo, indicándonos con un icono amarillo sobre cada uno de los 8 destinos posibles la existencia de oportunidades de obtener equipamiento Destructivo. Asaltos, Crisol, eventos heroicos, contratos especiales, la propia Incursión, encontrar sectores perdidos… hay multitud de tareas que hacer que ahora no solo se resetean semanalmente, si no también diariamente. Los reseteos diarios se producen cada 4 días (es decir, que cambian cada 4 días) y los semanales, como ha sucedido siempre, los martes a las 10am PDT. Este proceso, mantiene al jugador en constante grindeo de poder, pero ahora, mucho más limitado y con algunos escalones.
Con la llegada de Los Renegados, el nivel máximo sube hasta el 50, y el de poder a un tope de 600, o al menos eso creemos, porque hasta 500 subiremos fácilmente con el equipamiento azul, pero después comienzan las dificultades, porque solo podremos obtener armas o armaduras con más nivel de poder con las actividades que hemos comentado antes que dan equipamiento destructivo o con Engramas Esenciales, unos engramas que por lo que sabemos, te saldrán aleatoriamente al eliminar a grandes enemigos. Hasta aquí todo bien, porque soluciona en parte el problema de Destiny 2 para los usuarios más hardcore, que siguen teniendo continuamente cosas para hacer o contratos para cumplir con equipamiento destructivo.
A partir de 540, según hemos podido saber, habría otra capa en la que el equipamiento llegaría con solo +1 de nivel de poder, haciendo la subida aún más lenta. De hecho, el clan donde nos encontramos, con jugadores que han echado muchas más horas que nosotros, sólo uno o dos miembros están por encima de este nivel. Dos semanas después del lanzamiento, es un buen indicativo. Sobre todo teniendo en cuenta que las actividades endgame requieren un mínimo de 530-540 de poder y muchos enemigos aparecen con poder 550, lo que automáticamente hace que la dificultad aumente.
Con respecto a la campaña en sí, mezcla las típicas misiones de campaña con exploración por todo el universo de Destiny, debido a que para localizar a los Renegados tendrás que tener el favor de La Araña, un caído que nos recuerda mucho a Jabba el Hutt, de Star Wars, que nos dará un tipo nuevo de contratos que se renovarán semanalmente y nos llevarán a la caza de enemigos para conseguir nuevo equipamiento, como el nuevo tipo: el Arco, mucho más versátil y poderoso de lo que pudiera parecer a primera vista. Las nuevas ubicaciones, sobre todo en la Ciudad Onírica, que se abrirá solo cuando terminemos la campaña, son ESPECTACULARES. Y si en el Rey de los Poseídos teníamos una nueva gran zona llena de secretos y actividades, ahora tenemos dos nuevas y una solo dedicada a este menester.
En concreto, una de las cosas que también ha cambiado es la manera de Infundir el equipamiento, para las que necesitaremos materiales de cada planeta. Pero OJO, porque esos mismos materiales son los que suben el nivel del vendedor de cada planeta, así que, de momento, os recomendamos encarecidamente que no los canjeeis, u os quedaréis sin poder infundir vuestra arma preferida en algún momento dado.
El Pozo Ciego es otra de las nuevas actividades endgame muy al estilo del Protocolo de Escalada, que introdujo la expansión de Osiris o la Corte de Oryx, donde debíamos usar runas de distinto nivel para acceder a una sala donde enfrentarnos a grandes enemigos. Esta se sitúa en La Ciudad Onírica y la podemos localizar a través del mapa fácilmente. El problema que tiene esta actividad, es que su dificultad es muy elevada y viene casi diseñada para que 6 guardianes se enfrenten a ella, pero lo malo es que al estar en un emparejamiento tipo patrulla de 3 jugadores, tendremos que rezar para que el azar nos meta a algún grupo mas que nos ayude, dejando un poco el tema en manos de la aleatoriedad.
Lo que si que ha sido un acontecimiento importante ha sido la nueva RAID, llamada El Último Deseo. Ésta se activó el pasado 14 de septiembre y como siempre sucede, miles de guardianes se lanzan a enfrentarse a ella para ser los primeros en conseguirlo, con un seguimiento mundial e incluso con Bungie retransmitiendo a los que iban más avanzados. En esta ocasión, han tardado en batirla 18 horas, una barbaridad si tenemos en cuenta las últimas, lo que es signo de su alta dificultad. Lamentablemente, solo hemos podido acceder a la primera parte la incursión y os podemos contar poco sobre ella (nuestro nivel de poder solo era de 520), pero lo que si os podemos contar es que por primera vez en Destiny, la acción de unos pocos jugadores a repercutido en el resto.
Desde que derrotaron al jefe final de la Raid, llamado Riven, toda La Ciudad Onírica se ha visto afectada por los poseídos e incluso ha aparecido un nuevo asalto disponible, que estéticamente nos parece uno de los mejores que hayamos jugado jamás en Destiny. Una auténtica pasada, lo decimos muy en serio. De hecho, los análisis de antes del 14 de septiembre no han podido probarlo siquiera.
En definitiva, han arreglado tantas cosas, que resulta complicado enumerarlas. No solo debido a la nueva expansión, también gracias al parche, por lo que incluso los poseedores del juego base, notaréis enseguida los cambios. Pero esto, evidentemente, no es todo.
Duración
Para hablar de duración, debemos ceñirnos primero a la nueva campaña principal, que podría contener en torno a las 6-7 horas hasta llegar a Uldren, sin embargo, precisamente ahí no acaba la cosa. Luego debemos desbloquear La Ciudad Onírica, tenemos nuevas misiones allí, más patrullas, sectores perdidos, etc… que alargan mucho esta cifra. Pasarán más de 20 horas hasta que alcances ese nivel de poder en el que empiezas a avanzar lento. Y eso, sin contar con el excelente modo Gambito.
La música, el modo de prepararnos para cada lucha, el nómada, todo nos ha gustado de este nuevo modo que combina el PvE y el PvP de una manera tremenda. Es una partida 4 contra 4 en la que cada grupo se enfrenta a enemigos de la IA en zonas diferentes y separadas. Cada enemigo eliminado suelta unas motas de luz que debemos de recoger e insertar en nuestra «banca», si caemos, perdemos las motas que no hayamos metido en la banca. Pero la interacción entre los equipos viene rápido, porque si metemos 5 motas seguidas, cerraremos la banca del equipo contrario y le mandaremos un bloqueador, un enemigo especial que tendrán que derrotar para abrir de nuevo su banca. Mientras más motas seguidas metamos, más grande será el bloqueador, poniéndoselo difícil al otro equipo.
Pero no sólo eso, hay un portal que se abrirá en determinados niveles que permite que solo un miembro del equipo a la vez invada el terreno enemigo y los moleste mientras se encargan de su tarea. El speaker de la partida está constantemente informándonos de todo en perfecto castellano, lo que nos ayudará enormemente saber en que estado nos encontramos. Cuando lleguemos a las 75 motas, tendremos que eliminar a un enemigo Primordial, una especie de superboss que viene bien acompañado, entrando en la fase final de la partida. En ese momento, el portal se abrirá continuamente y cada muerte de nuestro equipo que consiga el contrario en la invasión, curará al Primordial. Una auténtica locura que permite muchas estrategias para llevar cada partida a buen puerto.
Para los que no sean muy apasionados del Crisol y hayan preferido siempre el PvE, es un modo ideal que supone una alternativa que no sea el temido PvP, en el que puedes recibir cera de los jugadores más expertos.
Y no se nos puede olvidar un detalle que los amantes del Grimorio y del Lore de Destiny sin duda agradecerán. Todas las nuevas historias y logros que vayamos conseguiente y antes nos daban puntos de Grimorio, ahora se llaman Triunfos, y nos permitirá desbloquear nuevas historias ocultas sobre la trama que podremos leer en nuestro menú del juego. Nada de irse a la app (que por cierto, imprescindible la companion para hablar con tu clan) o a la web. Y Las Colecciones, que guardarán cada nueva arma o armadura independientemente de la clase que sea para que la puedas crear tantas veces como quieras, con el correspondiente gasto de material, por supuesto.
Conclusiones
Primero, comenzamos con lo malo. Los enemigos, a pesar de los nuevos Desterrados, siguen siendo los familiares: Caídos, Cabal, Vex, Poseídos, todos son los mismos, no esperéis nada absolutamente novedoso, pero si que hay ciertas variantes y bosses que seguro no esperáis. Y por otra parte, no es relativo al juego, pero si que afecta a su compra. Destiny 2: Los Renegados requiere que tengas el juego principal con las dos expansiones, algo que en su día costaba 99€. La única edición disponible para comprar en las tiendas, al menos para Xbox One, es la edición Legendaria, la cual por los habituales 69,99€ incluye todo lo lanzado hasta la fecha, es decir: Destiny 2 + Expansión Osiris + Expansión El Estratega + Expansión Los Renegados.
Para un usuario nuevo, es un espectáculo lo que contiene con sólo pagar 69€. Es una compra brutal con contenido para meses sin cansarte. Pero para los veteranos, es una putada absoluta. Y es un gran problema cobrar a tu fan base el precio de juego entero, en vez de los ya caros 39,99€ que costaría en solitario. Y es que la política al respecto es NEFASTA. No sabemos como se desarrollará de ahora en adelante el contenido ya que se supone que el Pase Anual, que también hay que pagar aparte, tiene 3 actualizaciones de contenido que no incluyen nuevos planetas propiamente dichos, si no equipamiento y actividades exclusivas, para que el resto de usuarios sigan recibiendo igualmente contenido gratuito, que Bungie detalló hace unos días y podéis ver aquí.
Si eres fan acérrimo de Destiny, todo lo anterior te dará exactamente igual. Las nuevas subclases son una pasada, podrás ser desde un misil humano o un escudo de balas con el Titán a hacer una especie de Kame-Hame-Ha con el hechicero. Así hasta 9 subclases distintas que también nos costará desbloquear. El juego sigue siendo excelente, han arreglado muchas de las cosas decepcionantes del juego base y al contrario que sucedía con las dos expansiones anteriores, ahora si que se nota una expansión real del juego.
Tiene horas de sobra, contenido de sobra, modos de sobra, desafíos, secretos, contratos, easter eggs, curiosidades, más lore, más dificultad…es complicado abarcar todo sin subir las palabras de la review. Comprar Los Renegados, es dinero bien gastado, si prefieres pensarlo así. Desde luego, si este estilo de juego es lo tuyo, tendrás de sobra hasta 2019, fecha en la que llegarán Anthem o The Division 2 a disputarse este puesto. De momento, Destiny 2, gracias a Los Renegados, vuelve a ser el REY.
*Gracias a Activision por habernos proporcionado el material para el análisis.