Nos hemos quedado gratamente sorprendidos con este juego de terror con una estética de dibujo animado de los años 20. Así es Bendy and the Ink Machine.
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El tono sepia ha inundado nuestras pesadillas los días que hemos dedicado a jugar a este Bendy and the Ink Machine. Por si alguno no ha tenido la curiosidad de buscarlo, “Ink Machine” significa máquina de tinta, que será el elemento principal y predominante de todo el título. Os contamos que el juego es de miedo, pero, ¿como explicarlo con palabras cuando algunas de las capturas parecen tan… infantiles?
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Pues con un sencillo cóctel, que nadie ha sabido agitar hasta ahora excepto Joey Drew Studios: unos ligeros toques de Bioshock, ese aspecto creepy que ofrecían los dibujos de los años 20-30 que ya pudimos ver en el célebre Cuphead y una aventura con un gameplay ligero y cómodo pero repleto de “jump scares” que nos tendrán en tensión en todo momento. Con una historia que se mueve en un fina línea entre los terrorífico y lo divertido se encuentra Bendy and the Ink Machine – a partir de ahora llamaremos Bendy-.
En primera persona, como mandan los últimos cánones de indies de terror, encarnaremos a un ex-dibujante que vuelve a su anterior estudio inventado por su antiguo jefe, el mismísimo Joey Drew. Allí pronto nos daremos cuenta que todo ha sido corrompido por una extraña y gigantesca máquina de tinta que según entendemos en los primeros mensajes de audio que los miembros del estudio nos dejan por el camino, podría estar creando criaturas vivas a partir de la tinta. Y Bendy es el que llaman “el demonio de tinta”.
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Apartado técnico
En un primer momento, la impresión gráfica que ofrece Bendy es algo inferior de lo que vamos percibiendo conforme avanzamos. Con la cantidad de indies que están empezando a poblar este terreno de los juegos de miedo, hay muchos que no se preocupan tanto de la dirección artística como de provocarnos miedo, pero Bendy consigue sorprendernos a los pocos minutos con un evento que nos meterá de lleno en una aventura muy especial.
El tono sepia dominará en todo momento la pantalla, pero no nos ha resultado incómodo ni mucho menos e incluso nos ha permitido fijarnos en matices en las texturas como que todo parece estar dibujado con tinta y al mismo tiempo encajar en un posible mundo real de un antiguo estudio de animación. Técnicamente, excepto un pequeño problema de framerate en los primeros segundos de cada partida, va a 30fps y en Xbox One X tiene una resolución mejorada -no sabemos hasta que punto- que deja la imagen muy bien definida.
Otro aspecto que nos sorprendió nada mas empezar el título es la excelente ambientación, música y efectos de sonidos que saltan en el momento preciso para provocarnos la tensión o el susto necesarios y potenciar cada momento. Pronto estaremos maldiciendo a Bendy o a algunos de los engendros de tinta que pueblan el estudio de Joey Drew. Para satisfacción de muchos, el juego tiene los textos traducidos al español, e incluso alguno de los carteles que nos van indicando algunas zonas o funciones del escenario, también lo están, lo que denota el gran esfuerzo del estudio por traer Bendy de la mejor manera posible a España y al mercado latinoamericano.
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Jugabilidad
Como el resto de indies de terror, en Bendy and the Ink Machine, tampoco tendremos grandes inventarios que gestionar, armas de fuego o un personaje con muchas habilidades o puntos de mejora. Nuestro protagonista se moverá lento, incluso usando el botón de sprint, algo que si bien podría parecer tedioso, en este caso, la cantidad de tensión impuesta cuando estamos visitando nuevas zonas nos hacen usar la prudencia en más de una ocasión, agradeciendo este ritmo más pausado.
La aventura consiste en averiguar que está pasando en el estudio y para ello tendremos que llegar a esa máquina de tinta mientras sorteamos todos los peligros que nos encontremos, que no son pocos. Desde carteles de Bendy que aparecen detrás de las esquinas, deformes criaturas de tinta que nos matarán de un golpe y hasta algún que otro jefe final de fase con un estilo Bioshock que nos ha encantado, la verdad, estaremos entretenidos en todo momento.
Y por suerte, no estaremos solos del todo. No me gustaría desvelaros que tipo de ayuda recibiremos, porque estoy seguro de que os sorprenderéis, pero el amiguete que se ve en la captura de abajo sentado en la mesa será uno de ellos. Su nombre es Boris, y es uno de los compañeros de Bendy en las viñetas. Desde luego, los estudios Joey Drew son muy completos y recorreremos todos los departamentos, incluso un diseño preliminar de una feria ambulante de Bendy, en la que tendremos que jugar a un minijuego de habilidad para poder avanzar.
A través de una serie de audios, bastante inquietantes y que nos podrían dar información útil para progresar en nuestra aventura, sabremos como ha llegado el estudio y sus propios integrantes a sufrir la decadencia infernal que vemos en nuestra visita de cortesía, por lo que tampoco podemos decir que nos quedaremos sin saber muchas de las cosas que nos ofrece el argumento.
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Duración
Las 5 o 6 horas que dura el juego han sido totalmente suficientes para un servidor. Si he sido capaz de aguantar las agonizantes 9 horas de sustos y terror sin parar de títulos como Outlast 2, se agradece que este tipo de aventuras sean más cortas. No nos referimos a que este sea comparable o de tanto miedo como el título de Red Barrels, si no que está lo suficientemente bien contada y disfrutable para que no echemos en falta un duración superior.
Porque en relación a los extras que pueda ofrecer se queda muy corto. La propia historia no es nada rejugable a no ser que estés buscando completar todos los logros, pero en cierto momento de la misma, podremos escoger entre dos caminos, que no afectarán al final, pero si que nos proporcionarán un buen rato diferente si tienes curiosidad por saber que habría pasado. Por último, hay un capítulo final que se desbloqueará cuando terminemos el juego, pero no nos gustaría desvelaros la sorpresa.
Conclusión
Analizar Bendy and the Ink Machine personalmente me ha resultado altamente satisfactorio. Sin embargo, escribir el análisis ha sido muy complicado. Descubrir este tipo de títulos tan interesantes es una de nuestras tareas y sin duda Bendy es uno de ellos. Su mezcla de terror con aventura, la estética tan poco habitual y el propio desarrollo de la historia nos ha agradado pero no podemos contaros muchos sin desvelaros muchas de las cosas que nos han sorprendido precisamente de su estructura.
No obstante, no podemos negar tampoco que el juego no ha tenido apoyo, ya que desde estar editado por Maximum Games y Rooster Teeth e incluso contar con una versión en físico para Xbox One, sus aproximadamente 28€ de coste nos acercan más a ese indie de alto presupuesto que merece la pena echar un vistazo.
Quizá no es perfecto y tiene muchos aspectos mejorables de su gameplay: la manera en la que están tratados los impactos con el arma que llevemos están muy mal hechos, hay un fragmento de la aventura que nos ha parecido muy prescindible, haciendo de recadero -literalmente hablando-, e incluso el final podría haberse resuelto de una manera de mayor dificultad, que pudiera ser un reto más complicado. Pero después de todo, la sensación no es agridulce y no podemos negarlo, ese ligerísimo toque especial que nos ha recordado a Bioshock, ha terminado de convencernos.
*Gracias a Joey Drew Studios por habernos proporcionado el material para la review.