Nos adentramos en las profundidades del abismo de La Isla para comprobar si esta mezcla de exploración y supervivencia os puede convencer. Esto es Below.
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Ya no tendremos que preguntarnos más: ¿y donde está Below? ¿saldrá este año? El juego de Capybara Games llevaba demasiado tiempo instaurado en la más absoluta incertidumbre por parte de los usuarios, hasta casi el punto de no resultar sorprendente su lanzamiento tan…inesperado. Con el revuelo y la expectación que ha levantado a lo largo de estos años de desarrollo interminable nos ha extrañado que no se le dé más importancia por parte de los que podrían promocionarlo, ya que el juego lo merece…en parte.
No podemos negar que lo difícil está de moda. Que Dark Souls y su ascenso a la fama como AAA para el público general ha influido en una dinámica que se había perdido con el paso de los años. Desde esos juegos en 16 bit donde sudábamos por llegar al final de cada fase sin morir y sin créditos hasta la autocuración de juegos como Call of Duty o los puntos de guardado automáticos, hemos pasado a no poder pausar nuestra aventura o que el propio juego intente engañarnos constantemente, como si no fuera dificultad suficiente el estar en inferioridad de condiciones con respecto a nuestros enemigos.
Below se mueve en ese gran círculo que han delimitado los juegos tipo-souls, para ofrecernos una aventura donde la exploración, el miedo a no sobrevivir y un protagonista demasiado frágil marcarán nuestra experiencia. Y es que desde el comienzo del juego, la atmósfera es brutal. El acercamiento en barco, la lluvia mientras la cámara se acerca a nuestro primer e incauto peregrino, parece mezclar la imagen hasta el punto de no saber si estamos mirando al mar o a las estrellas, sembrando la duda y la incertidumbre en el jugador desde el minuto 1.
Llegamos a la isla. ¿que peligros nos aguardan? ¿Cual es nuestro objetivo? Descubrir eso, amig@s míos, es vuestra tarea.
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Apartado técnico
Imagino que lo primero que llama la atención de cualquiera que esté viendo las capturas es el pequeño tamaño del protagonista con respecto al escenario. La oscuridad y este tamaño de pantalla es una clave esencial respecto a la principal cualidad de Below: La exploración. La verdad, es que los 4K en Xbox One X le sientan de maravilla al título, ya que así apreciaremos con una definición más extrema todos los detalles gráficos. Capybara juega constantemente a poner un velo delante del protagonista para ocultar a simple vista nuestro progreso y proporcionar una constante sensación de estar desorientado y se plasma perfectamente en el oscuro tono de cualquiera de sus pantallas.
No obstante, cuando el juego nos quiere enseñar el escenario, lo hace con un maravilloso estilo que revela una arquitectura que recuerda mucho al célebre Monument Valley, uno de los juegos de móvil más conocidos de los últimos años. Evidentemente en este conjunto gráfico cobra vital importancia la iluminación, que será esencial para nuestra propia supervivencia. Por lo general, Below se hará más sorprendente y variado conforme más nos ahondemos en las profundidades de La Isla.
Sin embargo, no todo es oro lo que reluce, ya que esta perspectiva nos ha obligado a jugar bastante más cerca de la pantalla de lo normal, para no perdernos nada. La oscuridad usada junto al pequeño tamaño del protagonista en ciertos escenarios puede llegar a agobiarnos físicamente, al no poder discernir bien a lo que estamos jugando. Y no hablamos de que los creadores pretenden hacerlo así, es más de cuando vas a jugar y dices: “no se ve una mierda y me estoy aburriendo”.
También nos hemos sorprendido de las numerosas ralentizaciones que experimentamos durante toda la aventura. Below parece moverse con un framerate desbloqueado a 60fps, lo que permite que en la mayoría del tiempo juguemos cómodamente, pero cuando comienza a rascar se nota una barbaridad, incluso puedo afirmar que en un par de situaciones ha afectado gravemente a la jugabilidad. Algo imperdonable dada la manufactura del título, el tiempo de desarrollo y la máquina donde lo hemos probado, una Xbox One X.
Siempre nos lo dejamos para lo último, pero en Below es tremendamente importante y quizá lo mejor del título. El apartado sonoro es brutal. La música y la ambientación son sobrecogedoras, acompañándonos en los momentos de descubrimiento, de acción, de tensión, e incluso de terror. Si no fuera por su sonido, el título de Capybara podría pasar por uno más del montón, que se queda en un intento fallido de experimento. Pero por suerte, consigue ponernos el vello de punta.
Jugabilidad
Below es un título de secretos, un juego de exploración en el que a cada paso que damos y cada piso que bajamos va haciendo que nuestro ceño acabe más fruncido. Todo va progresando junto a nuestro personaje y mientras más nos adentramos en las profundidades de la isla, más elementos jugables necesitaremos. De lo que parece ser un simple Zelda de 8 bits con una máscara renovada y un par de ataques disponibles, pasaremos a un simple pero complejo sistema de combate, de equipamiento y sobre todo de supervivencia.
De hecho, hasta que no morimos la primera vez, no sabremos a lo que nos enfrentaremos. Incautos de nosotros que no sabíamos nada del título, no nos gustaría revelároslo, pero no nos queda más remedio porque es fundamental para que podáis juzgarlo también vosotros mismos. En Below, cuando morimos, es PERMANENTE. Pero ojo, la aventura no termina, quien muere es ese Peregrino, así cuando esto suceda, otro llegará en su lugar de la misma manera: En su propio barco y desde el principio.
Esta característica, que bien podría encasillar el título dentro del género de los Rogue-like, condiciona la aventura, ya que cada vez que perezcamos, cada nivel cambia de forma procedural, eso sí manteniendo los atajos y nexos que vayamos descubriendo totalmente intactos. Es decir, que morir se paga caro. Empezando por que al contrario que otros títulos de corte similar, ir a por el cuerpo del anterior peregrino para recuperar sus cosas no es una opción, es obligatorio. Porque al principio de la aventura obtendremos un objeto único, una especie de lámpara que no solo usaremos para iluminar el camino, si no también para desvelar secretos y abrir puertas ocultas imprescindibles para seguir avanzando.
El mayor problema que hemos encontrado mientras jugábamos a Below realmente son los primeros compases de la aventura. Quizá las 2 primeras horas son demasiado “estáticas” y la propia índole del título le perjudique: los enemigos son demasiado fáciles y estúpidos, nuestra mayor preocupación será alimentarnos y beber agua e incluso los objetos que recogemos del suelo para craftear son demasiado estúpidos e inservibles para el reducidísimo espacio de inventario del que disponemos. Para la duración del título, que no es tampoco tan extensa, se tira demasiado tiempo pensándose el revelarnos todo el pastel.
Y es aquí, cuando vamos casi por la mitad del título cuando empezamos a flipar literalmente con la cantidad de opciones disponibles. El crafteo nos permitirá crear flechas de distinto tipo, podremos encontrar armas distintas, armaduras y cascos que nos cubran del daño recibido, pequeños animales para cazar y obtener pociones cocinadas en las hogueras, puntos de control en las hogueras que nosotros mismos fabricaremos (luz azul) con los recursos de la lámpara e incluso un mercader que nos venderá elementos exclusivos. Incluso los enemigos se cubrirán de nuestros ataques y tendremos que usar el escudo continuamente o huir para evitar la muerte.
Todo un compendio jugable que sigue sumando a la excelsa capacidad de exploración de Below. Porque conforme tengamos más equipamiento, conforme más avancemos sin usar un punto de control, más tenso y más lento será el avance, temerosos de caer en una trampa (que las habrá de sobra) o ante algunas de las sorpresas que nos depara esta misteriosa aventura. Este, sin ninguna duda, es el mayor punto de Below.
Duración
Tal y como os contábamos en el anterior apartado, Below no es tan extenso como podría parecer, pero también puede depender de lo que tardemos en pasar determinados pasajes o si encontramos rápidamente el camino al siguiente piso. Su aleatoriedad en cada mazmorra, nos obligará a buscar de nuevo los items necesarios para pasar cada vez que morimos. Y evidentemente, no se encontrarán en el mismo lugar.
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Al final, tenemos una aventura cuya duración puede estar sobre las 8-10 horas de media, pero que se puede alargar si no tienes mucha suerte o reducir hasta incluso las 5 horas si eres un experto en la materia.
Conclusión
¿La espera ha merecido la pena? Definitivamente no. Below no es el “ultimate indie” que prometía ser ni mucho menos. Sin embargo, cuenta con los ingredientes para colocarse en el primer puesto de muchos jugadores. La experiencia que ofrece de exploración y supervivencia es difícilmente igualable. Es esencial reseñar esto, ya que la necesidad del peregrino de ahondar en unas profundidades cada vez más aterradoras es algo contrario a la supervivencia. Es decir, no estamos atrapados, no estamos obligados, solo queremos saber que es lo que hay más abajo.
En sus primeros compases aburre y tarda en arrancar. Ver llegar al barco a la isla y recorrer el camino hacia el cuerpo de tu anterior congénere no es “entretenido”, es tedioso. Sin embargo, debe de serlo, porque de otro modo, no irías tan temeroso de esa profunda oscuridad que nos acecha en cada nuevo y escalofriante escenario que desvelamos. Sin ninguna duda y en la mayoría del tiempo, Below, es mágico.