A vueltas con el DLC

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Cuando hace unos años se instauraban las diferentes tiendas en linea de las diferentes consolas del mercado, nada hacía presagiar que ese avance vendría acompañado de esas siglas tan temidas por muchos como son las de «DLC» (DownLoad Content) o contenido descargable. No quiero decir que no fuera el siguiente paso «lógico» dado la comodidad de poder lanzar contenidos para los juegos una vez lanzados y que los jugadores pudieran tenerlo al instante en nuestro disco duro con un simple «click» y una tarjeta de crédito agregada en nuestra cuenta, porque esos contenidos la gran mayoría de veces son de pago.

Primero debemos diferenciar entre tipos de DLC, porque con tanta cantidad que hemos tenido es muy común confundir las siglas y meter todos los contenidos en el mismo saco, ya que personalmente no veo el parentesco entre el contenido por ejemplo de la «expansión» de Bioshock 2 (La guarida de minerva) un DLC que por duración, ampliación de historia y precio se podría considerar como una pequeña expansión que vale la pena, comparado con un pack de colores para los trajes de nuestro juego de lucha recién adquirido. Esta claro que me podéis decir que «cada uno tiene sus necesidades» y eso no lo discuto, pero viendo lo que puede aportar uno y otro, no me parece justo meter todos en el mismo saco y «rajar» cada vez que veamos las temidas siglas «DLC» en cualquier juego del mercado, porque hoy por hoy me cuesta mucho recordar juegos que no tenga ningún contenido extra previo pago.

La cosa se sale de madre cuando la ampliación o longevidad que pueden aportar esos contenidos se convierten en una lucha para que los minoristas puedan incentivar las reservas en sus cadenas, creando una verdadera confusión, porque casi todas las franquicias tienen una promoción diferente y en muchos casos para conseguir el de la tienda contraria solo nos quedaría comprar el juego dos o más veces para conseguir todo el contenido que han ido repartiendo, u bien esperar que todo ese contenido que han diseccionado acabe en un más que posible «pack de lanzamiento» en nuestros bazares en unos pocos meses o semanas. La cosa es que con estas maniobras y el anunciar contenidos antes de que el juego este en el mercado han hecho que muchos jugadores de todo el mundo se muestren reticentes ya no de comprar el contenido, si no que directamente no compren el juego de lanzamiento y esperen a la más que probable (Game of The Year Edition) versión en la que vendrá hasta el último DLC que haya salido para el juego ademas de los parches lanzados, (en el caso de que los tuviera) y en resumidas cuentas una versión mejor y más pulida del juego que se lanzo en su momento y con todo el contenido extra en el mismo disco.

Con estas lineas me siento algo responsable de haber alimentado al «monstruo» sin ser consciente de hasta que punto podría repercutir en el futuro de los videojuegos la masificación de este tipo de contenidos y prácticas, que al menos por mi parte he tenido saturación y pereza de comprar el juego de turno sabiendo que para poder disfrutar de todo el contenido que lancen, o bien tendría que aportar más dinero por mi parte, o esperar que la versión «GOTY» este en las estanterías de la tienda para hacerme con ella sin esa pereza y desgana que provoca el abuso de los contenidos descargables en muchas ocasiones.

Si queréis hacer reflexiones sobre esto solo tenéis que dar una vuelta por las diferentes tiendas virtuales para comprobar que hay juegos que parece que tengan más contenido para descargar que el propio juego físico, y eso es lo que las propias empresas deberían ver para que en los siguientes años los jugadores no acaben teniendo pereza por hacerse con su juego por estas prácticas, que con tanto abuso podría ponerse en su contra, y donde ellos ven una rentabilidad enorme acaben viendo el fondo de la caja en favor de otras desarrolladoras que hacen que esta práctica sea solo una alternativa para de verdad ampliar y mejorar la experiencia del juego que han creado y no diseccionar el juego para poder ir vendiendo partes del mismo en los meses posteriores al lanzamiento.