Damos otra vuelta por La Zona, esta vez en Xbox Series X, donde Chernobylite gana enteros.
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Hace pocos meses que Generación Xbox ya se dio un paseo de las manos del compañero Javier Bassols por la versión de La Zona que propone The Farm 51 con Chernobylite. La experiencia, que podéis leer aquí, fue altamente interesante, sin embargo, algunos problemas técnicos de salida empañaron la valoración final. Las bases estaban sentadas en nuestro anterior texto, pero para esta versión de Xbox Series X y S os contaré mis impresiones no sólo sobre la mejora, sino sobre el título al completo, ya que siempre se ha dicho que las cosas se pueden ver diferentes dependiendo del punto de vista.
Para ponernos un poco en antecedentes, The Farm 51 ya probó suerte, y tuvo éxito de crítica pero no de ventas con el interesante Get Even junto con Bandai Namco, un título que comparte mucho más de lo que parece con Chernobylite. No por la trama o la ubicación, ni mucho menos, pero si por la manera de tratar la ambientación, la soledad y el misterio con la que tratan ambos juegos sus propuestas. Lugares oscuros, opresivos, edificios en ruinas, abandonados por el tiempo y la ausencia de una sociedad estable. Un caldo de cultivo que ya contenía Get Even y que es fácilmente extrapolable a La Zona y su abandono por la civilización desde el accidente de Chernobyl.
Un accidente que tras aislar una increíble proporción de terreno, incluso una ciudad entera, Pripyat, del resto de la humanidad, aporta el halo de misterio suficiente que junto a la radiación es capaz de fabricar cuentos interminables de pesadilla. En Chernobylite la propuesta es curiosa, pues somos Igor, un científico brillante que estuvo trabajando en su día en la propia central de Chernobyl, hace 30 años y que desde entonces, perdió el contacto con la que era su pareja y compañera, Tatiana. Esta se nos aparece continuamente en nuestra realidad y eso le arrastra a aventurarse en La Zona para buscar respuestas. ¿Por qué su presencia? ¿Murió, desapareció sin dejar rastro o está viva en alguna especie de dimensión?
De nuevo, el componente investigador interviene, pues Igor contratará a un pequeño equipo de mercenarios que le ayudarán en su tarea. Como era de esperar, la misión no sale como el quería y buscan una base desde la que asentarse y seguir investigando. Ampliar el equipo, localizar recursos y encontrar más datos perdidos en La Zona será nuestro principal objetivo, para lograr lanzar otro intento exitoso de asalto a la propia central. Chernobylite nos cuenta precisamente eso, como Igor se prepara para esta nueva intentona. Y permitidme adelantaros que la ambientación, gracias al apoyo de la tecnología de Xbox Series, es de las que quitan el aliento.
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Apartado Técnico
Una de las premisas sobre la que se cimenta Chernobylite es que muestra el entorno de La Zona con un realismo fotográfico. A través fotogrametría, The Farm 51 ha conseguido recrear las principales áreas más conocidas del entorno de la central de Chernobyl hasta el punto de conseguir que nos movamos por ella. El viento que mece la vegetación, la misteriosa música, los extraños sonidos y el constante acompañamiento del contador geiser se unen a un apartado gráfico de alta calidad para tratarse de un título prácticamente de corte independiente.
Porque la ambientación es absolutamente genial. La complejidad de la vegetación, los edificios fotorealistas y un tratamiento increíble de la iluminación, con el añadido de Ray Tracing para el modo Calidad en Xbox Series X, dan un resultado a todas luces indiscutible. Lo que quizá es discutible es la insuficiente calidad del modo Rendimiento, a 60 fps, pero que pierde mucha de la calidad debido al uso de una resolución 1080p, demasiado poco ambiciosa y que dada la dinámica más pausada del título, casi ni merece la pena recomendar.
Dicho esto, las mejoras de Chernobylite, en el apartado gráfico quedan en el modo Calidad, donde veremos mejores sombras, mejores texturas, mejores efectos visuales y volumétricos, mejor distancia de dibujado, el cambio respecto a la anterior generación es palpable, a la vez que los 30 fps se mantienen sólidos, aunque seguimos casi “sintiendo” pues parece que a veces se escondan delante de nosotros, algunos pequeños fallos gráficos, que si bien no molestan, sí que en cierta ocasión llegan a inquietarnos por el propio ambiente en el que nos movemos.
Las animaciones más bien básicas, el movimiento algo limitado de nuestro protagonista cuando atravesamos la zona y unos enemigos que aparentan inteligencia pero que son fáciles de engañar, nos sacan un poco de la experiencia, pero teniendo en cuenta todo el conjunto, Chernobylite consigue ese extraño halo indie encantador que te atrapa sin remedio.
Jugabilidad
Si buscas acción pura y dura o piensas que vas a avanzar solo a tiros, te equivocarías bastante con Chernobylite. La ambientación es la que impone el tono de la jugabilidad. Un entorno hostil, peligroso, extraño y por momentos, desconocido, nos tendrán en constante tensión mientras buscamos nuestros objetivos en cada una de las incursiones que hagamos en La Zona. Los avances por la misma serán lentos, pero seguros, usando en pocos momentos el botón de esprintar, pues los peligros son constantes y poco previsibles hasta que los tengamos encima.
Cada nueva exploración se saborea, se palpa, se disfruta con la música, la tensa paz que proporciona la vegetación salvaje que ha cubierto todo, es una experiencia de la que seguro podrán disfrutar jugadores que recuerdan con nostalgia la soledad de los primeros STALKER o incluso de los últimos Fallout. Sin embargo, de nuevo no debemos dejar de recordar las dimensiones del título de The Farm 51, algo que una vez hayamos visitado todas las zonas disponibles, nos daremos cuenta. Una disposición tipo HUB con misiones es la estructura del juego, la cual está llevada de manera muy inteligente.
Dividido por días y desde nuestra base, cada uno de ellos decidiremos donde ir y donde mandar a nuestros compañeros (no os preocupéis porque el número es reducido), para hacer misiones opcionales para obtener comida, munición o medicina. En esta misma base, casi como un juego de estrategia se tratara, tendremos que ir construyendo partes para ir accediendo a tecnología y ciertas comodidades. Electricidad, calidad del aire y sobre todo el confort irán demandando más módulos, los cuales necesitarán, efectivamente, de un sistema de recursos.
Precisamente al principio, puede resultar algo tedioso tener que ir recogiendo cosas que aparentemente no sirven para nada, pero varias misiones después, te aseguro que te arriesgarás a meterte en un edificio altamente radioactivo solo por encontrar comida o varias unidades de productos químicos, para poder seguir ampliando tus necesidades. Los combates no son nada del otro mundo, pero también resultan interesantes, e incluso podremos asomarnos a las esquinas para apuntar mejor, pero nada de mirillas, con una pantalla totalmente limpia de indicadores salvo la brújula superior.
Y ciertamente tiene detalles curiosos e interesantes, como poder adquirir habilidades a través de los compañeros que se nos unen. Hablando con ellos, podremos acceder a una especie de mini-tutorial donde aprenderemos esa habilidad. Es algo muy light y casi superfluo, pero no deja de ser divertido ver que se han tomado la molestia y no solamente que nos aparezca un “+1” en nuestro listado de habilidades y ya.
Pero todo esto gira en torno a la historia de Igor y tenemos dos elementos importantes que resaltar, el asalto final, que tendremos que preparar y las investigaciones en las que podremos ir avanzando buscando pistas, en ocasiones en caminos opcionales dentro de La Zona, para posteriormente reconstruir una historia que nos resuelva parte del misterio de Tatiana o del inquietante Stalker Oscuro que amenaza nuestros objetivos. Para ello, nuestro personaje se verá obligado a tomar decisiones importantes, que cambiarán el desarrollo y al mismo tiempo harán que la percepción de nuestros aliados cambien respecto a nosotros, afectando a nuestra relación con ellos. Además, el título se permitirá el lujo de darnos algún susto que otro, con una aproximación a veces incluso algo “survival horror”.
No sólo eso, conforme más tardemos en llegar a este objetivo, La Zona irá cambiando cada vez más. La chernobylita, el preciado objeto que posee propiedades extraordinarias, también corrompe el lugar, si tardamos mucho, todo será cada vez más difícil: Más soldados enemigos, más zonas radioactivas y seguramente más criaturas extrañas aparezcan en nuestro camino. Una interesante manera de aportar variedad a una posible rejugabilidad.
Duración
En nuestra experiencia, que nos hemos tomado con bastante calma, la extensión de Chernobylite se ha ido por encima de las 18-20 horas, pues hemos intentado no dejarnos nada atrás y disfrutar de una partida calmada pero intensa. Sabemos, como hablábamos arriba, que el título es realmente rejugable, porque el desarrollo puede cambiar conforme a nuestras decisiones, pero no sabemos hasta que punto podría afectar al final. Por eso, lo mejor es que lo comprobéis por vosotros mismos. Sin duda, merece la pena.
Conclusión
Si recuerdas con añoro el primer STALKER, que ahora prepara su segunda parte, estoy seguro de que como mínimo, te gustará Chernobylite. Sin embargo, este, en lugar de ofrecer un mundo abierto estilo RPG, se ciñe a un presupuesto mas contenido, dividido por zonas, no tan grandes como podría parecer en un principio, pero que como suelo decir, cumplen perfectamente su objetivo. Tampoco quiere ir más allá y quizá de momento, no nos haga falta más.
Porque esta actualización para Xbox Series X lo hace más bonito, mejora sus problemas de rendimiento, añade un modo 60 fps para que la experiencia como FPS sea más fluida, pero con lo que de verdad acabas disfrutando es con su genial ambientación y lo interesante que se vuelve su argumento. No será el GOTY, pero sin duda puede convertirse en ese título que una vez lo terminaste, lo recordarás con cariño diciendo: “Joder, que bueno era Chernobylite, ojalá una segunda parte con más presupuesto”.
*Gracias a All In! Games y a The Farm 51 por proporcionarnos el material para la review