SolSeraph llega de la mano de SEGA y el ACE Team a las consolas actuales con un solo objetivo: recuperar la esencia de ActRaiser.
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No son muchos los juegos que nos han permitido controlar al mismísimo Dios en los últimos 30 años, pero uno de ellos no sólo nos dejaba hacer cosas de “Dios”, si no también controlarlo en un escenario de plataformas 2D como si de un héroe de acción se tratara. Hablamos de ActRaiser, un juego que no es realmente tan conocido como debería pero para aquellos que pudieron probarlo es todo un clásico que realmente ofrecía algo muy adelantado a su tiempo. Lanzado en su día en Super Nintendo, sólo una insulsa segunda parte trató de recuperar la fórmula. Pero hoy y haciendo poco ruido, SEGA con ACE Team, creadores de títulos como Rock of Ages o Zeno Clash, acaban de lanzar SolSeraph.
Poco ruido porque hace poco más de un mes que sabemos de su existencia, y los fans de ActRaiser aplaudimos la propuesta, que bien parece válida hoy en día, eso sí, como un indie y no como una continuación con más pretensiones. De hecho, incluso SolSeraph desinfla la grandiosidad pasando de ser “The Master” en ActRaiser a “Helios” el ángel semidios. Por suerte, tendremos los mismos objetivos y poderes. El mundo está siendo poseído por algo llamado el Caos y está en peligro la existencia de los humanos, cada vez con menos recursos e invadidos por los monstruos que los acechan. Por eso precisamente Helios decide actuar y desde el propio terreno acaba con los enemigos más duros y desde el cielo ayuda a gestionar a los pueblos para poder enfrentarse al mal.
El resultado es más que interesante: SolSeraph es un plataformas 2D de acción combinado con una especie de título de estrategia-tower defense aligerado. Sin embargo, no deja de ser en esencia lo mismo que ActRaiser, que salió en 1990. Si, tenemos algunos toques modernos, esperables en un título de 2019, pero no consigue ofrecer ninguna innovación palpable por su jugabilidad poco fluida, el diseño de sus escenarios y el desequilibrio en su Tower Defense. Os lo contamos.
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Apartado técnico
Para ser un título de 14,99€ no se le puede reprochar mucho a SolSeraph. Es resultón gráficamente, funciona bien y seguramente esté por encima de la media pero tiene algunas sombras importantes que podían haber subido grandes enteros al título, como por ejemplo, usar 60 fps en vez de 30 para los segmentos de plataformas. El título, incluso en Xbox One X se nota tosco en movimiento, con una tasa de frames estable pero que da la sensación de ser poco fluida, algo que con su diseño jugable no le beneficia en absoluto.
Con respecto a la resolución, no podemos quejarnos, ya que el juego luce muy bien e incluso sus escenarios, efectos y diseño artístico son agradables a la vista y el oído, pues las melodías del mismo (al menos que sepamos la de la introducción) están compuestas por el autor original, Yuzo Koshiro, que ya fue elogiado entonces por la tremenda calidad de la banda sonora de ActRaiser. Aunque hay algunas cinemáticas sueltas, la mayoría de la historia la viviremos a través de las conversaciones de los poblados, en forma de texto, que por suerte, está traducido al español.
Jugabilidad
Realmente no nos habría importado muchos de los “meh” de SolSeraph si no hubiera fallado en lo esencial. Su jugabilidad hace aguas en cada uno de sus escenarios en los que manejamos a Helios, debido a un diseño de niveles un tanto extraño. Parece que los enemigos aparecen más para molestar intencionadamente y por sorpresa al jugador provocándole un daño casi insalvable, que nuestro héroe haga gala de sus dotes de movimiento las cuales, a pesar de ser variadas, acaban en un exceso del uso del arco, eso sí, sabiamente limitado.
Los enemigos, algunos de los cuales están muy bien diseñados y ocupan gran parte de la pantalla, ofrecen un combate pobre en escenarios injustos en los cuales no tendremos escapatoria. Resulta curioso ver que aunque dispongamos de un dash, doble salto e incluso un escudo celestial para cubrirnos, nos sea físicamente muy complicado deshacernos de un simple troll montado a lomos de su montura. Y si hablamos de los jefes de final de fase, el segundo de ellos nos ha llamado especialmente la atención por el escenario, anormalmente mal diseñado, con pinchos en el suelo, ramas para subirnos mal colocadas, y un boss cuyo movimiento no termina de ser el adecuado para establecer una posición. Al final… usamos el arco.
Aún con todo, no es que sea precisamente difícil, ya que incluso sufriendo daños pudimos derrotarlo con relativa facilidad, por lo que la dificultad no es una cualidad de SolSeraph que simplifica todo en exceso, incluso en su segmento estratégico. El movimiento de Helios tampoco ayuda, ya que entre los 30fps y la sensación de querer emular en exceso el ciertamente pesado manejo del ActRaiser original ha resultado en una sensación de pesadez del personaje que no concuerda con su propio status de semidios. A Helios quizá le sobran unos kilitos.
Estas fases de plataformas y acción son sólo una parte a la que podremos acceder si intentamos desbloquear una región determinada o librar al pueblo de las malignas zonas que respawnean enemigos sin parar. Porque desde una perspectiva isométrica, con nuestro ángel casi como si fuera un cursor (muy acertadamente representado, por cierto), intentaremos ayudar a hasta 5 pueblos diferentes del mal que les acecha. Pero todo no lo tendremos que hacer nosotros, si no que les “indicaremos” como hacerlo.
Aquí entra la parte de Tower Defense, que en un principio se hace muy entretenida, pero pronto resulta monótona, ya que el asegurar recursos y usar nuestros poderes divinos para hacerlo (haciendo que llueva, haga sol, etc…) resulta muy sencillo. Las casas nos darán trabajadores, los trabajadores necesitan comida, los edificios, que habrá básicos para la gestión de los recursos, otros avanzados y otros para la defensa, necesitarán madera para construirlos. El objetivo principal es evitar que las -irritantes- oleadas de enemigos consigan destruir nuestra hoguera, el centro principal del pueblo. Mientras establecemos las defensas y les asignamos los trabajadores, la historia del pueblo se irá desarrollando y deberemos expandirnos para poder abrir el camino a Helios e ir desbloqueando las distintas fases de cada región, hasta llegar liberarla por completo.
No nos malentendáis, no es que no me hayan gustado, de hecho, siempre alabo esa simplicidad y no tanta complicación en un juego que pretende ser muy directo, si no que hay varios detalles que no nos han convencido. El timing de las oleadas es excesivo, la gestión de recursos es extremadamente simple y los enemigos solamente andan por unos pasillos que con las estructuras defensivas precisas, dejarán de preocuparnos en poco más de media hora. Es entretenido, pero su jugabilidad ofrece cero profundidad.
Duración
Todo depende de lo que tardemos en hacernos con la estrategia indicada para liberar las distintas regiones. Habrá algunas desérticas que necesitarán agua para sembrar las granjas, otras heladas que necesitarán de ganado en vez de campos, etc… pero aún así, todo está centrado en el combate, tanto en la secciones de plataformas como en la defensa de los pueblos. Helios incluso podrá invocar una especie de héroe con más puntos de vida para ayudarlos, gracias a una barra de energía que recargaremos al ir derrotando a los enemigos.
Quizá nos podremos atrancar algo más en las secciones que manejamos a Helios, pero gracias a los checkpoints y el mecanismo de “acierto y error” para librarnos de los enemigos que aparecen de la nada antes de que lo hagan, nos ayudarán a solventar estas dificultades. En una decena y media de horas deberíamos de poder tenerlo terminado sin mayor problema.
Conclusión
El problema de SolSeraph no es que tenga el peso de tener que mantener el tipo del legendario ActRaiser. Eso lo hace estupendamente y renueva el clásico lo necesario para que apetezca revivir la experiencia. El problema es que algunas de las mecánicas de los 90 las repite como si fueran algo bueno y realmente necesitaba un empujón más en todos sus apartados. Se nota una falta de ambición, presupuesto o llámenlo como quieran, pero digamos que es un juego que va a lo que va.
Aún así, con todos sus defectos es un juego muy entretenido y seguro que aquellos que no busquen complicaciones, y sobre todo, no hayan visto nunca ActRaiser, se quedarán bastante satisfechos con la experiencia. Como hemos comentado más arriba, por 14,99€ contiene lo justo y necesario para ser una inversión muy válida de tiempo y dinero.