Analizamos Ashen para Xbox One. La aventura de A44 nos lleva hacia unas bastas tierras asoladas por la oscuridad ¿lograrás llevar la luz?
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Tiempo ha pasado desde que se presentará por primera vez en un E3 de Microsoft Ashen. El juego de la antaño Aurora44 que ahora se llama A44 Games supo sorprender con muy poco material en su trailer de presentación. Y es que ha sido precisamente en 2018 cuando realmente hemos podido saber cuales eran las intenciones del estudio con Ashen y todo lo que este RPG quiere y puede llegar a ofrecer.
Comenzamos por lo básico, la trama. El Ashen es una criatura sobrenatural con poderes extraordinarios, similar a una deidad. Cuando hace milenios uno de estos seres decide posarse sobre la tierra que habitamos, se crea la luz y con ello la prosperidad y civilizaciones. De este hecho surgen varias criaturas y entre ellas, se encuentran los humanos. Sin embargo cada cierto tiempo el Ashen se agota y debe volver a recuperarse, iniciando así un letargo que da todo el dominio a los seres de oscuridad. Y ahí es donde estamos nosotros, con el inminente despertar del Ashen el mundo vuelve a brillar, pero los seres oscuros no desean que esto suceda.
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Junto a Bataran y varios compañeros más, tendremos que recuperar el orden y ayudar en todo lo posible a que la deidad recupere sus fuerzas. Y no será fácil ya que estamos en un mundo hostil y cargado de peligros y criaturas o enemigos que no nos lo van a poner fácil. La luz juega un papel importante y hay que saber llevarla con nosotros.
Apartado técnico
Sin paliativos, Ashen es un juego que entra por la vista muy fácilmente. El diseño artístico de este juego es sin duda uno de los mejores que hemos recibido en todo 2018. Gracias a los tonos acuarela y texturas coloristas y exentas de grano podemos encontrar entornos muy preciosistas que satisfacen el ojo del espectador. Sin embargo no todo son colores bonitos, las zonas oscuras y ese tono grisáceo que se respira consigue trasladarnos a una atmósfera agónica, digna de la situación que estamos viviendo.
El líneas generales, hay poco que reprochar al juego de A44 Games. Los diseños sin cara corren a cargo de la artista Heather Penn, y su trabajo en el juego le otorga ese toque especial que lo hace destacar entre otras muchas propuestas similares. Además, el uso de Unreal Engine 4 es algo que ha favorecido al juego y su manejo de la iluminación. Este sin duda es un buen punto a favor que puede sumarse a su extensa lista de bondades.
Por desgracia no es oro todo lo que reluce, si bien es cierto que en los artístico el juego brilla, el apartado sonoro me ha parecido muy descuidado y esto consigue que al juego se le reste épica. No hay una banda sonora a la altura de muchas de las circunstancias que acontecen durante la trama, y tampoco hay una variedad de elementos sonoros que aporten y ayuden a estar dentro del universo de Ashen.
Jugabilidad
Habíamos esperado por mucho para saber qué era y como se jugaba a este juego. Muchos otros análisis ya han catalogado a este Ashen de un Souls-Like, y lo cierto es que es así. Si has jugado a Dark Souls o cualquier juego que beba de la fuente de inspiración que irradia Miyazaki, te resultará demasiado similar. A veces hasta de una manera algo descarada.
¿Es malo que Ashen viva a la sombra de Dark Souls? Mi respuesta es que no, para nada. Es cierto que en lugar de almas aquí tenemos escoria; en lugar ‘Estus’ aquí tenemos un Calabacino, pero lo que personalmente ha conseguido ver esa diferencia con el juego de From Software es la dificultad. En Ashen la penalización por errar es menor, lo cual agradecerán aquellos que quieran un reto y no desesperar. Diría que la dificultad está mejor medida, incluso y la IA enemiga se comporta de una manera bastante coherente, aunque predecible.
Así pues los primeros compases del juego pasan por crearnos un personaje para ayudar a la gente a lo largo de misiones en el mundo. Estamos ante un RPG con casi todas las de la ley. A diferencia de otros títulos Ashen es quizá menos ambicioso en este tipo de elementos y si bien podemos personalizar algo, no cuenta con detalles tan básicos como la venta de objetos. Esta sería una lista de características que definen la jugabilidad del juego de A44.
- Puedes subir el nivel de las armas. Pero no de las armaduras.
- Puedes guardar objetos en un baúl.
- Puedes comprar objetos. Pero no puedes venderlos.
- Puedes equiparte accesorios para subir tus estadísticas.
- No puedes subir de nivel al personaje a placer.
En general el título juega mucho con la dificultad, la narrativa y las zonas oscuras que es donde lo pasaremos peor. Ashen castiga mucho las zonas donde hay poca luz dado que no podremos utilizar ni un escudo ni un arma a dos manos dado que deberemos sujetar la lámpara que nos iluminará la mazmorra. Tenemos la opción de soltarla en el suelo para combatir, pero nuestro radio de visión será muy limitado y alejarte de la lámpara significará no ver nada y básicamente morir.
Sin embargo hay un punto en contra, y es que está planteado para ser jugable desde el lado cooperativo. Si bien es cierto que puedes jugarlo solo, como es mi caso, la IA aliada es bastante torpe y se queda atorada en diferentes lugares lo que llega a frustrar pues hay zonas donde necesitas que te ayude a abrir puertas… y tú la ves ahí, atascada con una piedra o mirándote como si no fuera con ella la cosa. Así que si quieres avanzar deberás jugarlo en cooperativo. Su particular sistema de emparejamiento es bastante bueno pues puedes dejar la partida abierta para que entre cualquiera o cerrarla a través de un código multijugador que darás a tus amigos.
Por lo demás, nada que no hayamos visto en Dark Souls, zonas similares a las hogueras, posibilidad de recuperar las almas que pierdes volviendo a la zona, etc. Algo que me ha gustado y le da un toque positivo es ver como crece tu poblado conforme avanzas en la historia, un punto que anotarse.
Duración
Ashen puede completarse en aproximadamente 15 horas. Incluso si haces las misiones secundarias de tus acompañantes, que prácticamente son obligatorias si quieres subir de nivel y cogerle el gusto. Estas misiones secundarias suben de nivel también a nuestros acompañantes por lo que cuando viajes solo, te hará falta que estos tengan ataque y vida suficiente, como decía la IA aliada es bastante torpe.
Una vez superado siempre puedes volver a jugarlo, y acceder a zonas desde distintas partidas cooperativas puede ser un plus.
Conclusión
Ashen es un juego que ha quedado a medio camino entre lo que parecía que prometía y lo que ha acabado ofreciendo. Es un buen juego en líneas generales, pero prácticamente carece de personalidad propia al haber heredado casi todo el gameplay de la obra magna de Miyazaki. Es inevitable compararlo con las ideas del creativo japonés, y a veces la sensación de Déjà vu es tan grande que costará no confundirlos. Más allá de un diseño peculiar y conseguido y una trama diferente que me ha parecido soporífera, Ashen no tiene mucho más que darnos.
Si te gustan los juegos estilo Souls-Like te encantará Ashen, es menos desafiante pero tiene todos los ingredientes para ser uno de tus más jugados. La propuesta de A44 Games conseguirá enamorar a todos aquellos que lo estaban esperando con ganas. Sin duda una grata sorpresa para el catálogo de Xbox. Pese a contar con varias luces y sombras, en lo jugable cumple con creces.