Por fin nos llega a Xbox One, el ambicioso indie, Owlboy, y llega dispuesto a repetir de nuevo el éxito cosechado en PC. Uno de los mejores indies que jugareis este año.
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Cuando hablamos de desarrollos largos parece que siempre los asociamos a infortunios, cambios y demás adversidades que acaban lastrando de una manera u otra al producto final, juegos como Spore (8 años en desarrollo), Duke Nukem Forever (15 años en desarrollo) o Too Human (9 años en desarrollo) pueden ser considerados como ejemplos de desarrollos largos con malos resultados -aunque siempre habrá alguien a quien le guste por supuesto-. ¿Dónde meteríamos entonces Owlboy? Entraría más bien en el grupo de los Prey, Diablo 3 o Final Fantasy XV, cuyos largos desarrollos han dado unos buenos resultados… o al menos unos más satisfactorios.
Owlboy nos llega a Xbox One un año y medio después de su lanzamiento en PC, donde ya por aquel entonces recibió excelentes críticas tanto por parte de la prensa especializada como de los usuarios, vendiendo la nada desdeñable cifra de 500.000 unidades solo en esta plataforma, pero ¿qué tiene Owlboy que lo hace tan especial?
Lejos de lo que pueda parecer, Owlboy no va de un héroe elegido, ni de un valiente joven que se topa con el mal y quiere detenerlo, no. Otus es un aprendiz de búho, pero el pobre muchacho es mudo, su maestro le desprecia por ser demasiado vago y sus compañeros de hermandad se burlan de él. Solo tiene un amigo en toda la aldea y es también muy similar a él en cuanto a conducta. No vamos a contaros nada mas de él, deberéis descubrirlo vosotros mismos, solo os podemos decir que Owlboy no es una historia heroica, es una historia sobre la madurez.
Apartado Técnico
Si hay una palabra que define perfectamente este juego es, bello, y es que estamos seguros de que cuando lo juguéis en algún momento diréis un… -¡ostras tú, que bonito!-. Un trabajo tanto de diseño de decorados, como de personajes y animaciones que es sencillamente de quitarse el sombrero. Y es que pese a ser un juego 2D, se nota el mimo con el que está creado todo, el cambio de la noche al día, las animaciones de Otus que pese a no hablar vemos como esta triste, alegre, asustado, o impresionado, al igual que sus compañeros de viaje, el diseño de las fases y otros muchos detalles que os van a encantar.
Owlboy está estructurado como un mundo semi abierto perfectamente diferenciado entre zonas, de las cuales encontraremos, las típicas fases de lava, bosques, cavernas en la más absoluta oscuridad, zonas heladas o interiores de barcos.
En cuanto al sonido, las melodías son prácticamente todas de una calidad y gusto excelente, al igual que los efectos de sonido, que pese a que ningún personaje habla, todos ellos tienen varios efectos que logran transmitir perfectamente las sensaciones de los personajes. Por contra y pese a lo increíble de su banda sonora, si hemos de ser un poco exigentes, existe algún tema que no pega demasiado con la zona, dejando un resultado un tanto extraño.
Jugabilidad
Pese a ser un juego del tipo Metroidvania, Owlboy no es un juego plataformero, es más, el 90% del juego lo haremos volando. Otus, al ser un búho, posee esta capacidad que se activará al pulsar dos veces el botón de salto, rodar tanto en el aire como en tierra y hacer giros para aturdir a los enemigo o devolverles sus proyectiles. Y ¿como derrotamos a los enemigos entonces?, nuestro alado amigo cuenta con otra sencilla habilidad en la que se apoya la base de la acción del juego: Otus puede agarrar objetos y personajes para atacar a los enemigos, ya sea arrojando los propios objetos o llevando a sus amigos en brazos.
Cada compañero de Otus tiene una habilidad concreta, uno tiene una pistola con una cadencia de disparo rápida y largo alcance, pero de poco daño, otro con un alcance más corto, pero poderoso y con la habilidad de quemar algunos objetos y alguno más que no os vamos a desvelar. Toda estas armas son mejorables cuando lleguemos a cierta cantidad de monedas que iremos recogiendo de cofres y unos aros que deberemos traspasar volando. Para usar tanto estos como los objetos de curación, deberemos agarrarlos con el gatillo izquierdo y para disparar usaremos el joystick derecho para apuntar junto con el gatillo derecho para realizar dicha acción.
Otro detalle que realmente nos ha encantado es que pese a estar dividido por niveles, eso no quiere decir que se desarrollen de la misma manera, y es que, aunque en prácticamente todas las fases tenemos unos jefes de mitad de nivel o de final de fase, no todos se basan en atacarles para derrotarles, en algunos deberemos huir, en otros tendremos que pulsar un interruptor que tiene en su posesión… etc.
Para llegar a ellos, en cada nivel nos esperan unos puzzles no muy complicados pero que dan cierto aire de variedad al juego, zonas cerradas en las que nos atacaran hordas de enemigos, fases de infiltraciones (muy bien planteadas, aunque sencillas) o laberintos oscuros en los que deberemos localizar la salida mientras intentamos que no nos maten los enemigos que asedian la oscuridad ahuyentándolos con distintos elementos que proporcionen algo de luz.
El conjunto de todos estos elementos y algunos más que nos dejamos en el tintero para que los descubráis vosotros mismos forman una base jugable sencilla pero muy bien ejecutada, eso sí, no esperéis un juego muy difícil ya que peca de ser bastante sencillo durante gran parte del juego, al menos así nos ha resultado en nuestra experiencia.
Duración
Owlboy no es que sea demasiado largo y este es quizá su mayor inconveniente si buscas una aventura extensa. En unas 8 horas o menos lo tendremos acabado sin el mayor de los problemas. Luego, las búsquedas secundarias como unos misteriosos medallones que hay desperdigados por el mapa, los cofres de monedas para tener todas las mejoras, o unos simpáticos pingüinos puede hacer que el juego se alargue un par de horas más.
Conclusión
Ya lo hemos dicho, la palabra mimo le viene que ni pintada a Owlboy, ha sido un trabajo largo y duro para una pequeña empresa, pero os podemos asegurar que el resultado es tremendamente satisfactorio. Una historia sobre la madurez, con momentos tensos, momentos de partirse de risa y momentos tristes.
Si a todo lo que hemos hablado, añadimos que el juego esta en perfecto castellano, solo nos queda recomendaros encarecidamente este juego, del cual no os vais a arrepentir en absoluto, pese a no ser demasiado largo ni demasiado difícil, la experiencia final es realmente satisfactoria. Ha tardado un año y medio en salir en Xbox One, si, pero la espera ha merecido mucho la pena.
*Gracias a D-Pad Studio por habernos proporcionado el material para la review.