Analizamos uno de los FPS más interesantes del catálogo de Xbox One. Ha venido sin hacer ruido, pero una vez lo veas en tu televisor, no dejará de sorprenderte.
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Sangre, vísceras, violencia absurda, pero sobre muchas otras cualidades, también se encuentra el humor. Estamos hablando del gore, de como categorizar un producto cuando lo llamamos gore o «tiene gore». Probablemente muchos renieguen de la casquería y los borbotones falsos de cualquier miembro amputado, pero otros llevamos desde jóvenes viendo como por ejemplo, la saga Saw se iba degradando pasando de una película interesante y tensa a una auténtica orgía de gore sin sentido, Sam Raimi pasaba de dirigir una de las películas más asquerosas de todos los tiempos como Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro, a la trilogía de Spiderman o el propio y venerado Peter Jackson pasaba de una película gore absurda titulada Mal gusto (Bad Taste), a dirigir la archiconocida trilogía de El señor de los Anillos.
A lo que nos referimos es que la calidad y el buen hacer puede estar oculto bajo un manto de sangre y miembros cortados, como es el caso de Flying Wild Hog, los creadores de esta saga, que no ha tenido el éxito que realmente merece: Shadow Warrior. Y es que está bien ver que por fin un ninja con su katana es capaz de hacer el auténtico baile de miembros que nos esperamos y no se quede en algo bonito y simbólico. El protagonista socarrón de este juego, llamado Lo Wang no es precisamente un miembro honorable de un clan japonés de ninjas. Le gustan las bromas, le gusta el sexo, le gusta presumir de su superioridad y le gustan las armas grandes y matar sin piedad a quien se le ponga por delante…si consigue algo a cambio.
Aunque la trama sea algo prescindible, porque no ofrece grandes novedades salvo continuar la historia del primero -que ya os avisamos que no hace falta pasarselo, salvo un par de anécdotas que no entenderemos-, en esta ocasión Lo Wang continúa su trabajo habitual de asesino a sueldo y se encuentra con que una familiar de la Yakuza tiene un serio problema. ¿Donde está la gracia del asunto? Que la pobre muchacha ha sido poseída por un espíritu oscuro y su cuerpo se está degradando rápidamente y a su maestro sólo se le ocurre salvar su mente introduciéndola en la tuya, para que termine conversando contigo como si se tratase de una Cortana impertinente.
Hay que tener mucho «Wang» para jugar a Shadow Warrior 2 - ¡Comparte!
A partir de ahí solo nos quedará emprender un obligado periplo para salvarla. Pero no os preocupéis, todo es diversión por el camino: Armas, espadas, y más armas y más espadas. Y muchos enemigos para usarlas y dejarlos hechos trocitos por el mapa. Pero Shadow Warrior 2 es más ambicioso que el primero…
Apartado técnico
Antes de empezar a describir los gráficos para que se os caiga la baba -no hay nada más que echar un vistazo a las capturas- no nos queda más remedio que reseñar lo difícil que nos han puesto algunos bugs el avanzar por el juego: nos quedamos atascados en el mapa, no podemos saltar, se bloquea en las cargas y no se guarda la partida, bajones de framerate…nos han pasado demasiadas cosas. Sin embargo, hemos retrasado algo el análisis para poder probarlo con el nuevo parche, que al menos, mejora mucho la estabilidad del juego y nos deja avanzar sin problemas.
Y es una pena, porque de la misma manera que hicimos el año pasado con Battlefield 1, podemos decir que Shadow Warrior 2 es el shooter con mejores y más espectaculares gráficos de Xbox One. No os engañamos, el juego es una absoluta delicia en movimiento, la iluminación es asombrosa y espectacular, los escenarios a veces parecen auténticas postales -para esto tenemos un maravilloso modo foto que usaremos en más de una ocasión-, y no hablemos de cuando llueve. Tremendo. Sin embargo todo esto lo veremos a los ya habituales 900p y 30fps, algo que no empaña la sensación de espectacularidad, pero que junto a la simplicidad de algunos elementos, no termina de cuajar el conjunto. Los tiempos de carga tampoco son los ideales, aunque soportables.
Los modelados de los enemigos resultan en muchas ocasiones simplones, con texturas de baja resolución y con movimientos ortopédicos, algo que no cuaja con esta belleza antes mencionada. Cuando empieza el baile mortal de sangre y visceras al mover la espada no nos daremos ni cuenta, pero si que seguro que le chirría a más de uno. Pero eso sí, probablemente nunca hayas visto unos impactos de arma blanca en un juego de 1ª persona como en Shadow Warrior 2, los enemigos sufrirán cortes, desmembraciones o agujeros enormes, y eso sin siquiera haber muerto. En ese momento entra en juego el sistema de ataque de las espadas y demás armas cortas, que incluso podremos seleccionar un modo manual o semiautomático que hará que la espada se balancee en la dirección en la que nos movemos. Y los cortes en los enemigos serán exactamente por donde pase la hoja.
El juego no está doblado al español, algo de esperar, pero sin embargo está traducido perfectamente y encontraremos todas las palabras mal sonantes que podamos imaginar que salgan del protagonista, que es un arquetipo de chulo sobrado de manual.
Jugabilidad
Aunque pueda parecer lo contrario, la profundidad de Shadow Warrior 2 es inaudita para un juego de su estilo. Normalmente la acción sin pausa y por decirlo así «estilo Doom«, no ha tenido nunca tanta personalización disponible y tanta microgestión. La mayoría del tiempo la pasaremos matando, sin duda, y es lo mejor del conjunto. Pero también tendremos que gestionar objetos, habilidades, mejoras, el dinero, de una manera muy light, pero con mucha opción desgranada.
La base del juego es simple: Tenemos una base muy extensa y abierta donde podremos comprar objetos, acceder a nuevas misiones y un terreno para explorar muy interesante. No siempre será la misma, ya que las circunstancias de la historia harán que vaya cambiando. Pero la característica más relevante de esta base es que cada vez que nos adentremos en cualquier misión que nos lleve a otro mapeado, con un simple botón siempre podremos volver en solo un par de segundos a esta base, ya sea para recargar o cualquier otro motivo.
Estas misiones podrán ser principales -de historia-, secundarias -relacionadas con la historia, pero irrelevantes- o misiones de caza, que nos permitirán visitar las extensas zonas de cada mapeado buscando objetivos para eliminar. Aún no lo hemos nombrado, pero os lo vamos adelantando, todo estará disponible para jugar en cooperativo con hasta dos compañeros más. ¿Pero a este juego le falta algo?
Como habéis podido ver prácticamente nuestro argumento principal para explicar el juego incluian las diversas armas disponibles. Y es que el arsenal, aún después de haber completado el juego, nos parece muy extenso, con mucha variedad: arcos, rifles gauss, espadas, escopetas, lanzacohetes, lanzagranadas, etc.. y cada uno totalmente diferente en diseño al anterior, es decir, de las 7 escopetas diferentes que hemos encontrado todas son distintas: una automática, otra parece demoníaca, otra es una recortada con un impacto brutal, etc. Realmente hay un trabajo detrás porque cada arma se comporta totalmente distinta a cualquiera de la misma clase.
Pero no hace falta cambiar siempre al arma más poderosa, porque para eso tendremos las gemas y 3 huecos para mejorar cada arma. Daño, daño elemental (hielo, fuego, electricidad y veneno), ataques críticos, velocidad de movimiento…muchísimas variables que modificar, que sin llegar al nivel de locura random de Borderlands, si que nos parece muy conseguido. De hecho, habrá distintos tipos de gemas incluso algunas que modificarán el tipo de disparo de las armas o las harán duales, con una gema conseguiremos manejar una escopeta en cada mano. Con sus propios inconvenientes, claro está, el daño es brutal, pero el tiempo de recarga aumenta mucho.
La profundidad de Shadow Warrior 2 es inaudita en un juego estilo Doom - ¡Comparte!
Además, el sistema de experiencia para ganar puntos con los que conseguir habilidades, se basará en el karma, y mientras más enemigos matemos seguidos sin que nos maten, más rápido y fácil subiremos de nivel, recompensando un poco el atacar con cabeza dentro de la locura que se puede montar en cada enfrentamiento, aunque Lo Wang es bastante resistente y tiene habilidades curativas o para empujar a los enemigos gastando maná. Incluso tendremos el agarre de oscuridad, una especie de estacas infernales que salen del suelo para dejarlos atrapados y poder pegarles agusto.
Duración
Si buscáis una experiencia rápida e indolora, de nuevo os equivocaréis, porque Shadow Warrior 2 tiene una duración atípica, y por poco que queramos se nos irán de las manos las 15 horas de juego y sin entretenernos mucho en las múltiples tareas que hacer. Además, cada uno de sus mapeados son mini mundos abiertos que podremos explorar libremente para buscar nuevos objetos escondidos. Sin dar spoilers, hay un determinado momento del juego donde se abrirán unas pruebas, bastante complicadas, donde nos encerrarán con monstruos en espacios cerrados y solo podremos salir si los eliminamos a todos. Superar estas pruebas abrirá unas nuevas personalizaciones de las armas e incluso podremos combinar gemas para poder fabricar unas más potentes.
Y eso sin contar el antes mencionado modo cooperativo. Y es que podremos disfrutar de la aventura junto a tres amigos más, con una dificultad ajustada y en el que el caos y la sangre serán todavía mayores y más divertido.
Conclusión
En definitiva, Shadow Warrior 2 nos ha sorprendido a muchos niveles que no esperábamos. Dentro de lo lineal que aparenta ser, deja en vergüenza a muchos títulos AAA de hoy en día, y todo por sólo 39,99€. Personalización, diversidad de armas, una jugabilidad super entretenida y el tono jocoso en general que se trae el protagonista te puede alegrar perfectamente la semana. Los enemigos también están sometidos a esta personalización, y resistirán un determinado daño elemental o podrán ser gigantes. No sabemos lo que nos vamos a encontrar, porque tampoco faltarán los jefes de final de fase.
*Gracias a Devolver Digital por habernos proporcionado el material para la review.
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