La propuesta de Spyral House con Troll and I, se queda a medio camino y no cumple con el mínimo exigido, aunque sobre la mesa tenía y pone buen
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Lo primero que se nos viene a la cabeza cuando escuchamos la palabra troll, es aquella persona que publica mensajes provocadores o fuera de contexto que por desgracia encontramos a diario en las distintas redes sociales o comunidades virtuales, intentando desquiciar al resto de usuarios con sus constantes idas y venidas. Quizás los mas pequeños tengan asociado al troll como un ser entrañable, pequeñito, colorido y lleno de ternura tal y como nos mostró la película de animación que se estrenó el pasado mes de Noviembre en los cines. Pero la “realidad” es muy distinta, el Troll es conocido gracias al folclore escandinavo como la temible criatura salvaje que raptaba a los humanos para convertirlos en sus esclavos en el mejor de los casos. Un engendro gigantesco que nada tiene que ver con las últimas versiones de los cuentos de hadas.
Tal vez es por eso que el estudio indie Spyral House con la ayuda de Maximum Games y Badland Games para su distribución en España, ha decidido retomar la esencia de uno de los seres mitológicos que propagaban el terror entre los niños, con una historia que pretende aunar las dos facetas mas conocidas de estas bestias: La temible y la amigable. ¿Quieres saber que nos encontraremos en esta aventura? Os lo contamos con todo detalle.
Todo empieza con una negociación en un despacho, donde un hombre llamado Eugene ofrece una gran cuantía de dinero por capturar a un Troll que se ha avistado en zona de Escandinavia . Eugene quiere al Troll cueste lo que cueste, ya sea vivo o muerto y es ahí donde entra en escena un cazador llamado Nico, que pese a su escepticismo ante semejante avistamiento, no duda en preparar a todo un equipo de hombres y trampas con los que dar caza a dicha bestia.
5 años mas tarde de la negociación que se llevó a cabo, nos trasladamos una pequeña aldea de Escandinavia. Allí descubrimos a Otto, un joven preocupado por la seguridad de su madre y la inquietante presencia de los cazadores que andan rastreando los alrededores. En un intento de salir a cazar jabalíes para traer algo de comida a casa, nos vemos sorprendidos por un estruendo que proviene de nuestra aldea, al llegar para ver que es lo que había sucedido, nos encontramos todo en llamas y a nuestra querida madre atrapada en ellas. Nuestro orgullo de hijo nos empuja a rescatarla superando todo tipo de obstáculos que nos arrastrarán finalmente al hallazgo de un paradero sospechoso, donde un gigantesco Troll nos defenderá del ataque de unas extrañas y pequeñas bestias. Ahí es donde empieza nuestra aventura con Troll and I.
Apartado Técnico
Lamentablemente nos encontramos ante un quiero y no puedo, demasiada sencillez y deficiencias técnicas que emborronan un apartado artístico del que podrían haber sacado mucho mas partido. Los fps del juego están desbloqueados, manifestando un continuo baile de fluidez que variará en función de lo que hagamos, si movemos la vista hacia el suelo notaremos como los fps aumentan considerablemente, en cambio el movimiento natural de cámara apunta a 30fps con caídas espontáneas, al que sumamos también el movimiento de la misma con un efecto blur excesivo que llega a ser incluso molesto.
La aparente ambición de Troll and I le ha pasado factura en un insuficiente apartado técnico - ¡Comparte!
Mucho tearing a la par que un popping bastante agresivo, mostrando de manera exagerada algunos elementos como montañas o rocas enormes que aparecen por arte de magia. Las texturas son muy simples y en ocasiones muy pobres, de la misma manera que la iluminación en algunos casos hace bastante difícil la exploración de algunas zonas. También nos encontramos con una serie de fallos durante el juego que nos obligarán a empezar de nuevo la última zona de guardado, ya que, en algunas ocasiones nos hemos visto atrapados debido a ciertos bugs que presenta el juego, ya sea en un bucle infinito donde nuestro personaje cae o bien dejando de funcionar algo tan importante como el cambio de personaje o las propias ordenes de equipo.
La música del juego es bastante modesta, aportando pequeñas pinceladas de armonía a la aventura. El apartado sonoro a veces va a destiempo y en ocasiones da la sensación de que se han dejado pistas de audio en el camino, dejando escenas prácticamente vacías e insulsas sin un sonido que acompañe a lo que está sucediendo. En resumidas cuentas, el aspecto gráfico del juego esta poco cuidado y podría pasar perfectamente por un juego de la generación pasada.
Jugabilidad
Quizás el apartado mas reseñable juego, donde gracias a su jugabilidad asímetrica y el modo cooperativo a pantalla dividida, podremos disfrutar de esta aventura en buena compañía. Mediante una rueda de comandos situada en el botón RB de nuestro mando, podemos acceder a las distintas funciones: Montar en el troll, ordenar que nos siga o se quede quieto y cambiar de personaje, sin duda esto último es la esencia de Troll and I. El manejo de ambos personajes es bastante fácil e intuitivo y deberemos combinarlos para acceder a ciertas zonas complicadas que necesitarán de esa unión.
El juego ofrece un escueto sistema de crafteo, pudiendo combinar los distintos objetos que encontraremos repartidos por la zona, transformándolos en poderosas armas como lanzas explosivas que nos permitan acceder a lugares bloqueados, teniendo que fabricarlas con el material correspondiente al color de las rocas que bloquean nuestro camino. Si bien es cierto la fabricación de armas aporta diversidad al juego, echamos en falta algo más de variedad en cuanto a fabricación u opciones de las mismas, no obstante se agradece la inclusión de estos elementos.
En nuestra aventura encontraremos dos tipos de enemigos que intentarán frustrar el rescate de la madre de Otto a la vez que pretenderán dar caza a nuestro ya amigo el troll: Los Ahky, unas bestias que aparecerán a través de las grietas, unos portales subterráneos, a los que lanzaremos enormes rocas para tapiar y evitar que los enemigos sigan incordiándonos. Los otros enemigos serán los cazadores a las ordenes del ya conocido Nico, estos serán mas complicados de eliminar, teniendo que optar por el sigilo, donde gracias a un indicador en forma de ojo sabremos si somos visibles o no para poder acabar con la vida de nuestros enemigos sin saltar las alarmas, ya que de ocurrir tal cosa, será casi imposible salir ileso de tal percance y tendremos que recurrir a las plantas medicinales que encontraremos en el bosque para regenerar nuestra vida.
A nuestro paso, encontraremos también diferentes campamentos de cazadores, donde poder conseguir objetos coleccionables como las páginas de un diario que nos revelarán algo mas sobre la historia de estos hombres, o potenciadores que usaremos para mejorar las distintas habilidades que poseen tanto Otto como el troll.
La IA enemiga deja mucho que desear y es que podremos matar incluso al lado de otro enemigo sin que este reaccione ante nuestro ataque, por mucho que esté de espaladas, debería escuchar la agonía del compañero que tiene a menos de un metro. Eso si, no esperéis encontrar en Troll and I un sistema de combate que os atrape, lamentablemente no puede presumir de variedad y terminarás perdiendo el interés en atacar a tus enemigos, eso si, cuando toque atacar no harás otra cosas que aplastar y vapulear con el troll a todo el que intente acercarse a Otto.
Duración
En un entorno explorable como se presenta el juego, con los distintos coleccionables que nos obligaremos a conseguir de la misma manera que los logros, nos durará entorno a las 10 horas. Tiempo que podríamos acortar de no ser por ciertas complicaciones que por momentos desesperan, como los puntos de guardado. Donde al no saber a ciencia cierta que es lo que tenemos que hacer, deambularemos por la zona precipitándonos al vació en alguna ocasión, teniendo que repetir otra vez una serie de acontecimientos.
El juego carece de mapa o algún libro guía que nos indique el objetivo tenemos que cumplir, siendo algo tedioso en ocasiones cuando no sabemos lo que hay que hacer. Sin embargo dispone de una pequeña ayuda si nos quedamos estancados en algún momento, tan solo con pulsar el stick analógico izquierdo (cuando nos lo indique), nos mostrará nuestro objetivo señalizado con un ojo.
Conclusión
Troll and I nos deja un sabor agridulce que por desgracia tira mas hacia el agrio. Una propuesta interesante que nos gusta, pero se desvanece con el paso de las horas, donde no encontramos una historia que atrape al jugador y la que tiene es mas bien pobre y carece de interés. La duración y la jugabilidad no están del todo mal, nutriéndose de variedad por momentos, pero no consigue explotar lo que tiene y termina por ser insulso.
El modo cooperativo aporta algo de frescura, amenizando las partidas si tenemos alguien a nuestro lado con quien jugar. Gráficamente se queda corto y da la sensación de estar jugando a un juego de Xbox 360, con una gran cantidad de bugs y fallos técnicos que sumados a una buena propuesta que no convence, nos distancian mucho de los 49,99€ que cuesta el juego.
*Gracias a Badland Games por habernos proporcionado el material para la review.
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