BlackMill Games nos llevan tiempo prometiendo que Verdun traerá la verdadera y cruda Primera Guerra Mundial en forma de shooter multijugador. Alguna promesa parece que han incumplido.
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Que la Primera Guerra Mundial es una de las menos exploradas en el ámbito del videojuego es algo evidente, la falta de un enemigo real en una guerra en la que todos eran buenos y todos eran malos al mismo tiempo, no te deja mucha opción a la hora de contar historias que te hagan confraternizar con uno de los contendientes. Battlefield 1, referencia inevitable para este título, tomó la decisión de orientar su campaña de esa manera, un compendio de épicas mini-historias que nos situaban en cada uno de los bandos disponibles (eso sí, normalmente del lado del Triple Entente y no del Eje). Aunque la evidente orientación del título al apartado multijugador si que no te da este problema, como hace directamente el juego que nos ocupa, Verdun, un shooter multijugador simple y moliente.
Una de las cosas que más nos ilusionaban, al mismo tiempo que temíamos, era que el uso de armas primitivas le imprimiera otro ritmo a un juego como un shooter multijugador, dejando al jugador la responsabilidad de no fallar el primer tiro, porque la cadencia de las mismas era realmente baja y un fallo podía resultar fatal. Battlefield 1 no conseguía transmitir esa sensación, ya que apostó por una acción rápida que no aburriera a los jugadores, con un resultado espectacular pero finalmente bastante alejado de lo crudo que resultaría una guerra en esa época.
Sin embargo, Verdun pretende todo lo contrario: simulación balística, movimientos pausados y un predominio de las batallas en trincheras, con mapas bastante más reducidos que recuerdan a los antiguos y limitados shooters multijugador. Vamos a ver hasta que punto consiguen el objetivo deseado, ya que cuenta con algunos aspectos interesantes que puntualizar.
Apartado Técnico
Cuando entramos en el terreno de estudios independientes y lanzamientos de bajo precio, hay una variedad inmensa de configuraciones o elecciones gráficas para representar lo mejor posible lo que el estudio quiere plasmar. Ya sea a través de filtros, con un diseño diferente, o la ya manida estética pixel-art-8-bit-delos90, el desarrollador adapta sus recursos lo mejor posible. En Verdun, parece que han ido en ese tema a lo fácil. Ya que a pesar de tener sus virtudes como shooter multijugador, gráficamente es un desastre y hace aguas por donde lo mires.
Empezando por la sensación de juego del montón de PS2 que te recorre la espalda como un sudor frío desde que lo enciendes y ves los primeros menús y terminando por los exagerados clippings, animaciones ortopédicas en incluso problemas en el control, todo en Verdun parece estar mal construido. No nos gustaría hacer sangre, pero de verdun (quería hacer la broma, sorry), que técnicamente es nefasto. Aunque vaya a 1080p, el framerate es inconsistente, y en un título con este aspecto es algo ya totalmente inadmisible.
El realismo que tanto publicitan o con el se justifican, no tiene que ver con unos personajes lentos, que se atrancan en cualquier lado o una sensación constante de ir «andando por el aire». Nos ha molestado especialmente y en exceso el sonido que produce el propio jugador, que debe de estar mal calibrado o algo y da la sensación continuamente de que te están persiguiendo por detrás. Hemos probado con varios auriculares y pasa lo mismo, directamente te anula la capacidad de detectar a alguien que viene por detrás. En un juego en el que un tiro o un toque con la bayoneta te mata, es bastante delicado.
Como ya nos hemos metido en el sonido, seguiremos diciendo que a pesar de contar con la típica música militar de shooter genérico de la segunda guerra mundial en los menús, no arregla unas pantallas de carga absurdamente tardonas, o batallas que suena vacías, faltas total de emoción, unas bombas sueltas de vez en cuando, un avión de reconocimiento que pasa…y encima las armas en vez de sonar potentes como rifles antiguos que son, suenan a escopeta de feria, dando la sensación de estar jugando con muñequitos en vez de estar jugando a un crudo juego de guerra. Al menos, los cuerpos de los caídos no se desvanecen, y cuando llevemos un rato en la misma batalla, las trincheras se llenarán de cadáveres, algo que si nos ha parecido muy interesante.
Jugabilidad
Después de tanta negatividad, conviene decir las virtudes del título, que aunque pocas, si que ha encandilado a muchos usuarios de PC, que llevan disfrutándolo oficialmente desde 2015, con muchas actualizaciones de contenido gratuitas. Esto es porque su modo principal multijugador, Frentes de Guerra, está especialmente bien pensado, más por su presentación que por la partida en sí, que no deja de ser un modo de control de zonas al estilo del modo Asalto de Battlefield 1.
No nos gusta hacer sangre, pero de verdún que técnicamente es nefasto - ¡Comparte!
En el menú podremos ver un mapa con las distintas batallas en curso y las patrullas que están interviniendo en ellas, para poder unirnos a la que tenga hueco (máx. 4 jugadores), o incluso crear nuestro equipo y partida, para poder elegir entre las numerosas facciones disponibles y dentro de ellas, al especialista que queramos. Entre esas 4 clases siempre estará la de líder de la patrulla, que será el único capaz de ordenar ataques de artillería, lanzar gas sobre las trincheras enemigas y potenciará la experiencia obtenida por su patrulla si se encuentran cerca de él.
Hablando de experiencia, a pesar de resultar algo confuso, hemos visto como jugadores tendremos una barra de experiencia y niveles para desbloquear armamento y clases, pero que una vez estemos dentro de una partida, será complicado y casi inaccesible de gestionar de ninguna manera, algo un poco inexplicable. Más que nada porque la emoción en Verdun comienza cuando entramos en una partida de 32 jugadores en un Frente de Guerra, momento culmen del juego, que lamentablemente no consigue mantenerse mucho, a pesar de contar con una correcta gestión de la conexión y estabilidad de las partidas, sin lag aparente.
Es cuando cogemos nuestro arma cuando realmente Verdun te pone las cartas sobre la mesa, ya que el manejo a pesar de estar visualmente algo extraño, las sensaciones si que resultan realistas y será muy complicado acertar un tiro, requiriendo una habilidad especial del jugador y buenos reflejos, además de acostumbrarnos a cada una de las armas, que se comportan de manera diferente. Precisamente tendremos más de 30 distintas, entre rifles, ametralladoras, pistolas y tipos de granadas, todas ellas bastante bien recreadas. Aunque los rifles son buenos a larga distancia y matan de un tiro, las pistolas marcarán la diferencia a corto alcance, ya que podremos descargar un cargador y llevarnos a 2 o 3 enemigos por delante fácilmente.
Saliendo del modo Frentes de Guerra, también tendremos otros 3 disponibles: Desgaste, que es el típico combate a muertes por equipos; Combate con rifle, un deathmatch clásico pero solo con rifles y Defensa de patrulla, el único modo de un solo jugador en el que tendremos que aguantar oleadas de bots (totalmente inútiles y con una IA nula), al más puro estilo Horda, con un solo mapa disponible. Al final, el 95% de los jugadores se concentraban en el modo Frentes de Guerra, así que era algo inútil buscar partidas en el resto.
Duración
Como cualquier otro juego centrado en el multijugador, depende de cada uno y de la intensidad de las partidas engancharnos más o menos tiempo. Lástima que la parte técnica tire por los suelos estrepitosamente todo lo conseguido o intentado con la jugabilidad, la variedad o los mapas, que ofrecen un juego en trincheras que resulta más que curioso e interesante.
Verdun tiene un brillo oculto que un serio pulido técnico podría sacar fácilmente a relucir - ¡Comparte!
El desbloqueo de armas y habilidades es lo único que mantendrá al jugador pendiente de mejorar en cada partida, ya que mientras mejor lo hagamos, más rápido subiremos de nivel.
Conclusiones
Como en anteriores ocasiones, un servidor que es fan de los shooters, estaba deseando de ponerle la mano encima a este Verdun, que a juzgar por los vídeos parecía tosco pero con un multijugador muy entretenido. Esta es otra de esas veces en la que una imagen no vale 1000 palabras. En los trailers os muestran partidas llenas de jugadores, con sonidos potentes y música épica y en la práctica nos hemos encontrado la versión «económica» de todo eso: errores gráficos, todo demasiado simple, controles sin fluidez ninguna…todo empaña el objetivo del juego.
No estamos cómodos sentenciando a un juego que encima ya cuenta con una comunidad decente en PC, pero en Xbox One, el apartado técnico es un poco vergonzoso y directamente podemos decir que funciona mal. Es una lástima porque en el fondo, hemos pasado unas buenas horas entretenidos y creemos que el juego tiene un brillo oculto que un serio pulido técnico podría sacar fácilmente a relucir.
Eso sí, como único, lo es. No conocemos muchos shooters multijugador basados en trincheras como fue realmente la 1ª Guerra Mundial. El más cercano es Battlefield 1 y juega en otra liga diferente a todos los niveles. Esperamos que con parches vaya funcionando algo mejor.
*Gracias a Blackmill Games y a M2H por habernos proporcionado el material para la review.