Hacemos un repaso por las diferentes opciones que puede facilitar Windows 11 a los gamers gracias a sus implementaciones con Xbox.
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Aunque el pasado 24 de junio se anunció la llegada del sistema operativo de nueva generación de Microsoft, Windows 11, con el paso de los días y las semanas vamos conociendo más detalles de cómo va a ser uno de los cambios más importantes en PC de la compañía. Sobre todo porque el abanico de novedades que trae es cuanto menos pintoresco a nivel visual. Para algunos una delicia con respecto a Windows 10 y para otros un auténtico dolor de cabeza, pues tendrán que volver a adaptarse a los retos que plantee en novedoso sistema. Y entre ellos ya destacamos las grandes novedades para el sector gaming. Los juegos parecen tomar una nueva dimensión.
Y eso es gracias a la consola de la compañía. Muchos de los avances implementados en la nueva generación han tenido una gran respuesta por parte de jugadores y clientes, hasta el punto de querer implementarlos ahora en los computadores. Hablamos, por supuesto, del Auto HDR, del Direct Storage y del acceso a la app de Xbox que se va a permitir en Windows 11. En ellos hay que incidir especialmente, si bien lo que quieren saber sus usuarios es si esos cambios van a ser destacables. Si va a haber una diferencia real, en la práctica.
Pensemos por un momento en una serie de videojuegos clásica de Xbox. Escojamos Hitman y pensemos en sus gráficos y sus posibilidades. ¿Habría una gran diferencia con respecto a la slot basada en el videojuego Hitman ejecutada en un navegador con el nuevo Windows 11? La realidad es que ambas plataformas van a compartir diversas tecnologías que convierten a los videojuegos en auténticas realidades virtuales paralelas controladas por el usuario. ¿Y eso nos deja claro algo? Básicamente que toca esperar para ver por nuestros propios ojos esos cambios. Mientras tanto, nos ponemos los dientes largos conociendo más sobre las nuevas herramientas.
Nuevos brillos, nuevas realidades
Esa nueva forma de vivir la imagen en el juego va a corresponder al Auto HDR. Donde en la mayoría de los juegos incide el SDR que es la función estándar, el HDR se presenta como un nivel superior. Ya fue incluido en las Xbox Series X y S cuando fueron presentadas, pero ahora también estarán disponibles en los ordenadores con Windows 11.
Esta herramienta permite que los videojuegos cuenten con una gama de brillos y colores mucho más amplia que hasta la fecha, de forma que se puedan adaptar mucho más a la realidad y puedan aportar mayor capacidad de profundidad a la imagen. Los títulos deben haber sido creados con un Direct X superior al 11 para poder incluirlo. De hecho, todos ellos lo tendrán automáticamente con el nuevo sistema. Y aunque el Auto HDR puede provocar una superposición de las capas como hemos visto en algunos juegos de la nueva generación, siempre es un aspecto positivo pues la mejoría no afecta al rendimiento de la CPU.
La velocidad como premisa
Precisamente en el rendimiento de la CPU es en el que Microsoft ha prometido trabajar, pues todos estos cambios pueden conllevar una ralentización en la computadora que anularía cualquiera de sus efectos. Y aunque esto sea algo que es bastante fácil de prometer y no tanto de cumplir en cualquier servicio de actualización tecnológica, Windows 11 parece ir en serio con ello.
Direct Storage es la tecnología que la compañía va a utilizar para que los juegos puedan cargarse lo más rápido posible y que la tarjeta gráfica no se atasque en la búsqueda de proyectar la mejor imagen. Los largos tiempos de carga deberían terminar y la visualización de los gráficos debería permanecer intacta al igual que cuando se hace con calma. Y todo ello sin que nuestro equipo se resienta.
Esto es algo que sí que será interesante comprobar de primera mano. Las consolas Series X y S demostraron haber reducido con bastante precisión los tiempos de carga de encendido y apagado del equipo con respecto a Play Station, por ejemplo. Sin embargo, en la instalación de los juegos salían perdiendo a pesar de poseer el Direct Storage.
Catálogo de juegos en mano
Y esto último es quizá algo esperado por todos los usuarios y comprensible a la hora de entender la relación entre Windows 11 y Xbox. Y es que la app de Xbox estará presente en el nuevo sistema operativo para que los clientes puedan acceder a todo el catálogo y puedan disfrutar de ellos. Con Xbox Game Pass, presentado también en ese evento promocional creado por Microsoft, se paga una suscripción con la que se consiguen beneficios en este aspecto.
Lo que sí que es una promesa es que se puedan ejecutar juegos desde la nube a través de un navegador o de la propia aplicación en la que están trabajando. Es algo que no está confirmado al 100%, pero que debería ser una realidad. Y para los más temerosos, los mandos y demás complementos de Xbox serán perfectamente compatibles. Lo podremos ver en la actualización gratuita para final de año que va a llegar a los equipos que ya cuenten con Windows 10.