Spy Chameleon nos trae un estilo de juego basado en los colores del mando de Xbox.
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Volvemos nuevamente con una propuesta made in spain; nuestros amigos de Unfinished Pixel nos traen una propuesta simple, rápida y efectiva en todos y cada uno de sus aspectos. es quizá un juego que a un servidor le ha pillado por sorpresa, apenas había oído hablar de él y hoy por fin puedo contaros lo bien que parece estar funcionando.
El juego nos pone en la piel del Agente RGB, un camaleón capaz de cambiar de color para adaptarse al entorno y esconderse de los radares y enemigos que pueblan las zonas de misión a las que tendremos que enfrentarnos. El objetivo es salir airoso sin ser detectado en una mezcla de sigilo y sincronización de movimientos en su justa medida y con un diseño de niveles que merece la pena ver.
El proyecto no esconde sus intenciones; no intenta ser un juego triple A y tampoco intenta camuflar carencias bajo la etiqueta “juego de culto” como quieren hacer otros estudios independientes. Todo está creado desde la pasión, sin florituras y directo al grano, algo que me ha hecho cogerle más cariño al juego.
APARTADO TÉCNICO
El juego de Unfinished Pixel se basa en el motor gráfico Unity que tan buenos resultados está dando en esta generación, especialmente a desarrollos independientes como el que nos ocupa. Como decía al inicio de este análisis, el juego no busca ser tan ambicioso como otros desarrollos en este aspecto y lo que hace lo hace de manera muy correcta.
Comenzamos por el diseño, sin duda uno de los puntos más subjetivos que puede haber en un videojuego. Por lo general, entre por los ojos bastante bien pero peca de tener poca variedad de enemigos. e cierto que su fuerte está en las alarmas y sensores, pero bien se podría haber ampliado el espectro de enemigos con nuevos robots que patrullen la zona o con habilidades y comportamiento diferentes. También encontramos escenarios muy repetitivos; sin embargo, nuestro agente espía si que se sitúa en el centro del diseño, destacando siempre por encima del resto, algo que parece intencionado.
Si hay que mencionar que aunque los trazos de diseño para los escenarios pueden ser muy reincidentes, en lo que respecta a la composición de niveles en si, no hay nada que objetar. Cada nivel presenta un aumento progresivo de la dificultad excelente, siendo posible completarlo de varias formas en algunas ocasiones. Sin duda algo que en un juego de estas características se agradece; la multitud de situaciones puede servir para que otros juegos tomen nota.
El juego corre a 60 fotogramas por segundo y eso es algo que se agradece, se nota mucho la fluidez de nuestros movimientos. Es importante porque conforme vamos avanzando en nivel, la agilidad es un factor que va a influir y mucho para salir airosos de nuestra particular caza de moscas. En determinados niveles la precisión en los movimientos es crucial.
Por último, hacer una leve mención a la banda sonora que, aunque es muy simple cumple con su cometido sin destacar en nada. Lo mismo podríamos decir de los efectos de sonido.
JUGABILIDAD
Comenzaremos explicando la jugabilidad de este juego describiendo los propios niveles; en ellos encontraremos dos puntos, el punto de salida que es donde nuevo agente espía comienza siempre en cada escenario, y el segundo es el punto final que es donde tenemos que llevar a nuestro querido camaleón. Básicamente se resume en ir del punto A al punto B sin ser detectados.
Claro está que esta travesía no es para nada un camino de rosas, ir de un punto a otro supone un calvario complicado que nuestro espía deberá sortear y todo eso en tiempos record si queremos quedar los primeros frente a nuestros amigos y desbloquear los ansiados logros.
Desde el primer momento la idea fue controlar a un personaje que se camufla con el entorno cambiando de color.
Además la idea surgió a partir del mando de Xbox 360, cuando hace unos años quise prototipar algo utilizando esos colores.
Marcos Torrecillas.
Durante cada escenario o stage habrán distintos obstáculos que sortear, por ejemplo robots que se mueven por todo el mapeado con un patrón estándar y con una cámara que nos detectará si entramos en su rango de visión. No faltarán a la cita las famosas cámaras de vigilancia repartidas por puntos estratégicos de cada mapeado. Si piensas que es lo único que hay de por medio te equivocas, el equipo de Unfinished Pixel se las ha ingeniado para repartir sillas y objetos varios que entorpecerán nuestro movimiento.
Nuestra meta es comer cuantas moscas y mariquitas podamos para alcanzar mejor puntuación. Como decía, no será una tarea sencilla, pues los radares están a la orden del día y será fácil que nos descubran. Nuestra mejor arma es la habilidad para escondernos, aunque la naturaleza nos ha premiado con un don que también ayudará. Somos un camaleón y como tales podremos cambiar el color para escondernos por algunas zonas coloreadas. Podemos cambiar a cuatro colores, cada uno de ellos corresponde al color que marque en el mando, por ejemplo, el amarillo se activa pulsando la Y, el azul la X…etc
DURACIÓN
Es un juego largo, no sabría afirmar cuanta horas de media puede tener aunque si que os puedo anticipar que Spy Chameleon cuenta con 75 niveles repartidos en 5 misiones; nada mal para un juego como el que nos ocupa. Al no ser un juego sencillo y con el afán de superación a nuestras espaldas, tanto recolectando moscas como mariquitas y un contrareloj sobre nuestra cabeza, podríamos decir que su duración es más que aceptable.
De hecho, aunque objetivamente no es un juego muy dado a ser rejugado, personalmente sí que estoy dándole caña para conseguirlo todo. Los logros son muy desafiantes y nos invitan a querer conseguirlo todo. Además, cuenta con niveles de dificultad; como decía no es un juego sencillo, incluso en el nivel estándar lo pasaremos mal en determinadas zonas.
No cuenta con modos de juego que alarguen la experiencia, pero pensamos que hay que medir el juego bajo las pretensiones que profesa y expone y en este caso nos encontramos con más de lo que cabía esperar en este apartado.
CONCLUSIÓN
Spy Chameleon es un juego que os va a divertir, os va a enamorar y sobretodo, os va a robar bastantes horas. Y lo hace desde una sencillez en el gameplay absoluta; sin florituras ni espectáculo, es una vuelta a lo tradicional con toques de nueva generación y un planteamiento ingenioso.
Desde la banda sonora hasta la fluidez de los movimientos, pasando por una cámara colocada sobre el techo y con unos diseños muy bien elaborados el juego de los españoles Unfinished Pixel nos transportará a un mundo lleno de tensión y esquizofrenia (en el buen sentido) por completar todos los niveles batiendo la mejor marca posible.
Además, cuenta con otro factor a su favor, el precio no supera los seis euros por lo que es un pecado no tener este juego si te gustan los títulos de este estilo. Hay pocas cosas que reprocharle salvo por la escasez de enemigos y los modos de juego que brillan por su ausencia; por lo demás es una de las mejores compras que puedes hacer en la categoría “indie“.
Bastante gente que ha comprado el juego nos ha dicho que lo ve demasiado barato. Nosotros queríamos poner un precio sensato para la gente que juega el juego entero una vez y luego no quiere completar todos los retos ni mejorar tiempos, a pesar de que es un juego totalmente orientado a ello.”
Unfinished Pixel.
Puedes leer la entrevista completa que realizamos a Marcos Torrecillas, uno de los responsables del estudio.
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Gráficos60/100
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Jugabilidad65/100
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Duración70/100