Luego de años y años de entregas constantes y sin falta alguna, la famosa franquicia Call of Duty se comenzaba ya a notar algo desgastada, y sus fans lo notaban. Su próximo juego, Infinite Warfare, pretendía ser innovador y revolucionario por el ambiente futurista en que se desarrollaría, pero parece que algo no anda bien.
No sólo lo mucho que el tráiler ha recibido odio en YouTube, sino que ahora, para agregarle más leña al fuego del hate, las ventas de las pre-orders (reservas digitales) del título, se ha revelado, son descomunalmente bajas. Tanto por si mismas, como siendo comparadas con las de otros títulos, los números están muy por debajo de lo normal.
Los últimos reportes datan de la segunda semana de mayo, cuando Infinite Warfare había vendido apenas 30.500 unidades para Xbox One, y con la misma situación en su versión de PlayStation 4. Estas cifras son demasiado poco considerando la franquicia de la que hablamos. También, para entrar en contexto, cabe destacar que la anterior entrega, Black Ops 3, vendió 423.500 pre-orders en su versión para One. Es decir, estamos hablando de una diferencia de prácticamente cuatrocientos mil ventas.
Claramente, aún falta mucho para que el periodo de pre-compra termine, pero es realmente alarmante que la nueva entrega de una franquicia tan icónica de los últimos años, esté teniendo un desempeño tan poco alentador en lo que a ventas respecta. Queda esperar a nuevos datos para ver si es que las precompras comienzan a normalizarse, o si terminamos de confirmar que Call of Duty está en decadencia.
