¿Nunca os habíais planteado la posibilidad de que los demonios son los buenos en Doom? Lo mismo el tipo de los lanzacohetes no debería de estar allí matándolos...
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Seré sincero: Siempre me ha gustado Doom, y tiene mucha culpa de que mi género favorito como jugón sean los FPS de acción. Por eso, que esta cuarta entrega del título de id Software esté tan cerca hace que me embargue la emoción. En su presentación por parte de Bethesda, aparte de un par de teasers demasiado cortos como para adivinar algo, lo primero que vimos fue un completísimo vídeo de 7 minutos de gameplay que nos dejaron con la boca abierta.
Lo primero que llama la atención del vídeo es la violencia extrema de la que hace gala esta versión de marine espacial o «Doom Guy«, como lo llaman en inglés, que aparte de enseñarnos las mecánicas del juego y sus renovadas tácticas cuerpo a cuerpo, no hacen más que demostrar que este tío no está muy bien de la cabeza. La manera en que usa los botones, abre las puertas o arranca la mano de un compañero sin ninguna piedad y la suelta como si fuera una llave vieja, dice mucho del tipo.
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Ya sea debido a que tiene unos coj… muy gordos o que está bastante loco, no es muy normal adentrarse en una base infectada de demonios e incluso entrar en el mismísimo infierno a perseguirlos y eliminarlos. Hasta aquí, no es nada nuevo, ya lo hemos vivido en tres ocasiones. A falta de probar la versión definitiva del juego y terminarnos su campaña para valorarlo, por los trailers, vídeos e incluso por el multijugador, podemos adivinar que este Marine disfruta reventando, desmembrando, destrozando o abriendo en canal a sus enemigos. Pero fijaros en la última parte de los dos trailers oficiales del juego, eso si es realmente una novedad.
La crueldad con la que el marine los trata se refleja en como ellos lo matan. Es venganza, saben quién es, saben a qué viene, es su enemigo principal, no es un soldado más. No solo vale con matarlo, primero un Revenant le arranca los brazos uno a uno para rematarlo con su propio miembro y en el otro trailer un Barón del infierno nos machaca para luego arrancarnos la parte inferior del tronco de cuajo. En ambos vídeos, justo antes de morir, la imagen se para a la vez de la música con solo la palabra Doom en la pantalla. ¿Alguien dice que este Doom no da miedo? ¿Era peor lo que le esperaba a los restos de ese soldado? Echadle una visual al segundo y me contáis.
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Ahora planteemos una realidad alternativa donde esos demonios ven constantemente como sus planes para hacerse con la Tierra o Marte se ven constantemente frustrados por ese tío. Ese tío armado hasta los dientes que encima se permite el lujo de disfrutar masacrándolos. Y son malos por naturaleza, no se les ha dado ninguna opción, aunque con la pinta que tienen tampoco pueden ponerse a vender helados en la puerta de un colegio. Pobres diablos, no van a llegar nunca a nada.
Puede que el propio Marty Stratton haya dicho que lo importante de este Doom es que el shoot’n’run es más bello que nunca y que la historia es algo que no le va a importar a nadie. ¡Y tiene toda la razón! Por eso no es una entrega numerada. No necesita más, saben que tiene la esencia de Doom, humano contra demonios en una lucha de igual a igual.
O también puede ser que sea el tipo más duro que ha existido jamás. Esa explicación también nos vale para tenerlo ya reservado.
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