En una entrevista reciente con Games Industry, Jim Ryan ha confesado que Sony no está interesada en copiar un modelo con juegos de lanzamiento.
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Que el nuevo servicio de Sony no puede competir con Xbox Game Pass lo sabes tú, lo sé yo, y lo sabe el propio Jim Ryan. Microsoft sigue ofreciendo más por menos y esto es algo que solo una empresa con el músculo financiero de los americanos puede llegar a hacer.
El caso es que no pocos usuarios se han echado encima de Sony para pedir que su modelo se igual de alguna forma a Xbox Game Pass, especialmente en todo lo que concierne al lanzamiento de los juegos first party de lanzamiento.
En Sony apuestan por vitaminar sus suscripciones y no por entregar juegos de lanzamiento
El propio Jim Ryan ha dado un portazo a todos aquellos que esperaban que «Spartacus» fuese a ofrecer juegos de la compañía día uno como si hace Microsoft. Sobre esto estuvo hablando con Games Industry y su respuesta ante la posibilidad de hacer algo similar a lo que hace Microsoft, desembocaría en un problema para la calidad de sus juegos.
Esto no significa que en el caso de Microsoft sea así, pero sí que Sony no tiene los recursos para trazar ese plan, y por ello optan por otra vía.
Sentimos que estamos en un buen círculo virtuoso con los estudios, donde la inversión ofrece éxito, lo que permite aún más inversión, lo que ofrece aún más éxito. Nos gusta ese ciclo y creemos que a nuestros jugadores les gusta ese ciclo.
En términos de poner nuestros propios juegos en este servicio, o cualquiera de nuestros servicios, después de su lanzamiento… como bien sabes, este no es un camino por el que hayamos tirado en el pasado. Y no es un camino que vayamos a recorrer con este nuevo servicio. Sentimos que si hiciéramos eso con los juegos que hacemos en PlayStation Studios, ese círculo virtuoso se rompería. El nivel de inversión que necesitaríamos volcar en nuestros estudios no sería posible, y creemos que el efecto en cadena en la calidad de los juegos que hacemos no sería algo que los jugadores querrían.
Así pues, con estas palabras queda claro que al menos de momento y en el corto plazo, Sony está por tirar hacia un camino diferente al de Microsoft. Queda por ver cómo le funciona a cada una su estrategia.
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