Os cuento mis primeras impresiones de Dolmen, un título independiente estilo Souls con una ambientación atípica en el género, el espacio.
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Cuando pensamos en títulos exigentes y con una dificultad más elevada de lo normal, los primeros en venirnos a la mente suelen ser son Dark Souls, Sekiro y cualquier obra creada recientemente por FromSoftware con la mente de Miyazaki detrás de cada uno de ellas. Sin embargo, año tras años salen multitud de títulos independientes con un buen acabado, una jugabilidad parecida y con un potencial brutal; pero que por “a” o por “b”, nunca llegan a resaltar ante el resto. Lógicamente, todo lo mencionado anteriormente es en relación con el género Souls, aunque se podría aplicar a otros ámbitos.
En las últimas semanas, he tenido el placer de probar una versión más o menos reciente de Dolmen, un título que se encuentra actualmente en desarrollo por Massive Work Studio y que contara con la posterior edición de Prime Matter. Justo en el momento en el que escribo estas palabras aún no tiene una fecha definitiva, únicamente está anunciado para 2022; pero sin un margen de meses que nos sirva como referencia. Este hecho es muy importante, ya que la versión de la que os voy a hablar puede diferir con la publicada a un año vista.
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Diseño de escenarios, gráficos y banda sonora
No me gusta generalizar ciertos pensamientos propios, por eso mismo de que son propios. Sin embargo, la mayoría de jugadores que disfrutamos de este estilo de juego nos suelen gustar y en consecuencia atraer –entre otras cualidades– por el diseño de niveles, mapas y ambientación; no es la característica que más peso tiene a la hora de decir si estamos ante un buen juego o no, pero cuenta con un gran peso. Dolmen, como un buen título que bebe de la fórmula Souls, nos presenta unos escenarios más o menos amplios y con diversas bifurcaciones donde teóricamente encontraremos más equipamiento, puntos de experiencia o similares; vamos, cualquier recompensa que incentive al jugador a seguir explorando y perderse por aquellos andares. Aquí encontramos su primer error. Al final de estos caminos me he ido encontrando con diferentes cajas, en su gran mayoría vacías y otras muchas con una recompensa algo pobre y sin apenas valor.
Expresado de otra manera, actualmente, Dolmen no incentiva la exploración y si el ir a saco hacia el final. Al principio pensaba que se trataba de un caso aislado, pero según iba avanzando, esta situación se repetía una y otra vez. Sinceramente, no es algo que me preocupe en exceso, puesto que tiene un desarrollo largo, y espero que a su vez prospero, quedando arreglado por completo este fallo.
Dolmen comparte no pocas cosas con Dark Souls, hasta la forma de contarnos la historia es muy parecida. Según vayamos avanzando, nos iremos encontrando con paneles o monitores que nos cuente lo que ha sucedido, esta vez de una manera más clara y sin mucho margen a nuestra imaginación, y como no podía ser de otra manera, descansaremos en “hogueras” para reponer suministros, vida y demás.
Antes de adentrarnos en su apartado gráfico, me gustaría aclarar que he realizado la preview en PC, con una tarjeta gráfica AMD Radeon RX 6900 XT con 16 GB, un procesador AMD Ryzen 7 3700x y 64 GB de RAM. Una vez dicho esto, prosigamos. Gráficamente, es sencillo, oscuro y algo tosco, pero con un diseño correcto dentro del contexto. Aquí no me voy a extender mucho, solo mencionar que su rendimiento actual es notable para encontrarte en dicha etapa del desarrollo. Solo le voy a poner una pega y es su resolución. Da igual que juegues a 4K que a 140p, se ve prácticamente igual.
En cambio, su banda sonora me ha sorprendido para bien. En los últimos tráilers presentados por el estudio durante la Gamescom 2021 ya pudimos escuchar parte de su composición y tendía a maneras, Por suerte no se han equivocado con la elección. Por último, concluir que está traducido al castellano y con voces en inglés.
Combates, enemigos y más
Dolmen está compuesto de varias clases, con sus diferentes armas y estadísticas. Cada arma cuanta con su set de movimientos y animaciones, siendo la espada larga la más tosca y las cuchillas dobles, las más rápidas y ligeras. Los combates son satisfactorios, pero le falta un buen pulido y un importante balanceo a los enemigos, y no lo digo por su evidente dificultad; sino que para las armas y la zona en donde nos encontramos, están desbalanceados. A su vez, en una misma zona nos enfrentamos a dos enemigos aparentemente iguales en aspecto, movimiento y habilidades, pero al atacarles nos llevamos una sorpresa porque uno pega el doble y tiene el triple de vida sin ser nada espacial. Repito, no me quejo de la dificultad, y menos yo, pero están desbalanceados tanto para bien como para mal. Los enemigos son más o menos variados, a veces repetitivos, no obstante, es entretenido luchar contra ellos.
Durante la aventura se habilitará el teletransporte a la nave, punto de referencia para subir de nivel, construir un equipamiento mejor e incluso cambiar el aspecto a nuestra armadura. Aunque ahora no estaba habilitado, también habrá teletransporte entre balizas –hogueras en Dark Souls– . La interfaz es sencilla y frustrante a la vez. Deben de arreglar varios fallos actuales y disminuir la sensibilidad. Aprietas suevamente un botón y recorres 30 pestañas en un segundo; más rápido que un coche de Formula 1.
Conclusión
Dolmen tiene un potencial considerable, solo le falta un buen pulido y arreglar una serie de fallos molestos. Confío en los desarrolladores de Massive Work Studio y perfectamente pueden lograr un buen título del género Souls a la altura de juegos independientes como Mortal Shell. Creo que me han dado una versión estable, pero temprana aún en cocción. Personalmente, pienso que deberían de haber esperado algo más para mostrar al mundo su trabajo, ya que seguramente no todos tengan en cuenta el estado actual del proyecto teniendo su fecha de lanzamiento para 2022.
Aún es pronto para hablaros de una opinión definitiva. Tendré que ver como avanza a lo largo de estos meses y ver el estado final del mismo, sin embargo, con algo de trabajo pueden conseguir como mínimo, un juego entretenido.