HeartZ: Co-Hope Puzzles resulta un juego muy adecuado para esas tardes calurosas de verano, esas en las que no sebes muy bien a qué jugar, o para esos momentos en los que tienes visita en casa y os apetece pasar un rato agradable jugando en compañía con unas cervecitas y...
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Cada día es más complicado innovar en la industria del videojuego. Son muchos los clásicos a los que los jugadores más experimentados han echado el guante a lo largo de las últimas décadas y en la biblioteca electrónica de los jugones de toda la vida siempre hay más de una joya atemporal de las que crean tendencias. Es por ello que estas piezas icónicas sirvan como base o como fuente de inspiración, a nivel jugable y en narrativa o diseño, de muchas de las propuestas que nos llegan a día de hoy; y, pese a quien le pese, esto sucede con bastante frecuencia, aunque no siempre se produzca de forma voluntaria.
Todo esto viene a colación dado que HeartZ: Co-Hope Puzzles tiene un «yo qué sé que qué se yo» que nos recuerda a otros títulos de mayor o menor calado en el mundo del ocio digital. Desde títulos relativamente recientes, como ‘Splosion Man, a otros que datan incluso del último lustro del siglo pasado, como por ejemplo Lost Vikings. Y es que el juego que nos ocupa nos presenta a tres curiosos personajes: Spittle, un perro de color rosa que puede propulsarse y crear escudos de energía; Brainy, una especie de animal indefinido y antropomórfico que puede teletransportarse; y Punch, una masa de músculos con una fuerza sobrehumana que, además de destruir paredes a cachiporrazos, puede accionar interruptores a base de flatulencias varias.
Los tres curiosos protagonistas de HeartZ: Co-Hope Puzzles tendrán que escapar de los laboratorios del doctor Nylus (el hermano gemelo de Cortex, el villano de los juegos de Crash Bandicoot), cuyas salas y pasillos están plagados de centeneras de trampas mortales que tendremos que sortear utilizando nuestro ingenio y alternando las habilidades especiales de cada uno de ellos. Como muchos de vosotros ya sabréis, no es la primera vez que nos encontramos con un argumento similar ni con una mecánica jugable parecida a esta. ¿Eso es malo? Pues mire usted, ni sí ni no; creemos que lo importante no es si el juego se asemeja a otros, sino que tenga su propia personalidad y que la ejecución técnica y jugable lo convierta en una propuesta de calidad y con suficientes elementos para justificar y disfrutar su compra. ¿Quieres saber si HeartZ: Co-Hope Puzzles tiene su propio carácter o si es un pastiche sin alicientes? Si la respuesta es sí, acompañarnos en nuestro análisis.
Apartado Técnico
Mal empezamos. Y es que el primer contacto con el juego es bastante confuso y anodino. No tenemos una cinemática previa que nos ponga en situación y nos pondremos directamente a los mandos para sortear las diferentes estancias en las que se divide cada uno de los niveles, con el único objetivo de encontrar la salida y escapar sin saber muy bien por qué ni de quién. Para mitigar esa sensación de incertidumbre, el aspecto visual tampoco ayuda demasiado. Nos moveremos por los laboratorios saltando de una plataforma a otra y activando interruptores mientras nos familiarizamos con los poderes de los personajes, sin embargo el entorno y la estética general del juego resultan bastante fríos.
Las plataformas y las paredes son negras, sin matices, y los fondos no son en absoluto generosos mostrando detalles. Para colmo, la posición de la cámara se encuentra demasiado alejada de la acción. Este plano tan distante no ayuda a que la inmersión sea adecuada y, aunque nos muestra una considerable panorámica del escenario, los personajes y elementos se ven demasiado pequeños. Parece que esta decisión no ha sido tomada al azar, puesto que, al visualizarse a tan escaso tamaño, las carencias técnicas se camuflan mucho mejor. Nos lleva a sospecharlo el hecho de que en los escasos momentos en los que se acerca el encuadre, se puede apreciar que tanto el modelado como las texturas son muy deficientes. A todo esto hay que sumar que los efectos de luz, así como los diversos modos de morir, no son espectaculares. Por otro lado, a pesar de que consta de nueve niveles a superar, la decoración y el entorno de los mismos es bastante clónica. Solo los niveles finales se desmarcan un poco del resto, añadiendo motivos vegetales en el decorado.
En lo sonoro tampoco destaca. Las melodías son bastante sosas en general y los efectos de sonido no se han compuesto aprovechando el tirón cómico que tiene el juego. Teniendo en cuenta que algunos interruptores se activan con pedos, nos extraña que no se haya explotado más la vena socarrona de un juego con unas mecánicas tan locas, y quizás por ello la sensación que deja el juego es que podría haber crecido mucho más y haber llegado a ser más memorable y carismático si el estudio hubiese arriesgado un poco más y hubiese tenido una dirección artística y técnica más exigente y definida.
La guinda a todo este desaguisado la pone las animaciones de Punch, que son ortopédicas y artificiales, así como un bug que se produce aleatoriamente y que no te permite avanzar. Este fallo consiste en que, en ocasiones, aunque la puerta de salida de la zona que has superado se ha abierto, no puedes cruzarla para pasar a la siguiente pantalla. Es como si Gandalf hubiese lanzado aquel famoso hechizo, el de «¡No puedes pasar!», con lo que tienes que salir al menú y reiniciar el nivel entero, con la frustración que ello provoca. Solo nos ha pasado un par de veces, aun así no es plato de buen gusto y la frustración que genera es monumental.
Jugabilidad
Vale, ya ha pasado lo peor. Es el momento de retomar el análisis con una salma de halagos que el juego se ha ganado por méritos propios. Y es que HeartZ: Co-Hope Puzzles es muy divertido. Bien es cierto que si lo juegas solo es bastante más rudimentario y pierde algo de ritmo, pero si tienes tres mandos y puedes jugarlo con tres amigos, los niveles de diversión aumentan exponencialmente, ya que cada pantalla exige que los jugadores se coordinen como un reloj. Cualquier fallo o movimiento anticipado o a destiempo dará al traste con vuestro avance y desembocará en la muerte de uno de los jugadores, con las consecuentes risas y tirones de oreja al culpable del desastre.
El diseño de los niveles está muy bien trabajado y, aunque en ocasiones podemos fatigarnos debido a que algunos tramos son un pelín repetitivos, la verdad es que el conjunto es bastante notable y muy entretenido. La dificultad no es demasiado alta ni demasiado baja, con lo que resulta un juego apto para todos los públicos y solo en ocasiones puedes quedarte atascado por no saber muy bien qué hacer o qué habilidad emplear. Eso sí, el noveno nivel puede llegar a sacarte de tus casillas porque en él la curva de dificultad se eleva con creces.
Lo único que no nos ha gustado tanto es que morir no se penalice. No hay vidas ni continuaciones y los puntos de control son constantes, con lo que no debes preocuparte de nada e invita explorar y experimentar a lo loco. De este modo, la añeja táctica de ensayo y error es una de las vías que acabarás explotando con mayor frecuencia. Quizás también podría haber incluido enemigos más variados y diversos, los cuales tienen un sospechoso parecido con los Claptraps de la saga Borderlands.
Duración
Como comentábamos, el juego nos reta con nueve niveles con los que exprimirnos las neuronas y poner a prueba nuestra habilidad y, salvo que seas un «paquete», tardarás en pasarte cada nivel entre 20 y 30 minutos como mucho. A partir del sexto nivel la cosa se complica progresivamente, con lo que el intervalo de tiempo crece de un modo considerable , lo que el sumatorio nos da un tiempo de finalización del juego de entre seis a ocho horas.
En fin, que alejándonos de los términos matemáticos y volviéndonos más pragmáticos, lo que debéis tener en cuenta es que por los 9,99 € que cuesta, HeartZ: Co-Hope Puzzles nos ofrece una experiencia suficientemente duradera en lo que sería la campaña tal cual pero, como todo buen juego de plataformas que se precie, puedes rejugar cada nivel para conseguir los coleccionables que te hayas dejado atrás y para superar los retos correspondientes. Dependiendo de lo que te haya quedado por hacer, la segunda vuelta se alargará más o menos, pero otras seis horas como mínimo no te las quita nadie.
Conclusión
Hay juegos con chispa y otros que no pueden presumir de exudar ese feeling que consigue hacer brillar a algunos afortunados proyectos. HeartZ: Co-Hope Puzzles no entra dentro de este último grupo y es probable que no lo recordemos en un futuro, pero también es bueno que haya juegos de este corte; juegos que podrían denominarse «de transición», los cuales sirven para desconectar de otros más densos que hayas acabado previamente.
HeartZ: Co-Hope Puzzles resulta un juego muy adecuado para esas tardes calurosas de verano, esas en las que no sabes muy bien a qué jugar, o para esos momentos en los que tienes visita en casa y os apetece pasar un rato agradable jugando en compañía con unas cervecitas y unas patatuelas por delante.
*Gracias a Neko Entertainment por habernos proporcionado el material para la review.